Hoy es uno de los días mas tórridos del año. Tórridos, en su dos facetas más comunes : La climatológica, que es esa que nos atrapa irremisiblemente en la desidia y en la lasitud; esa que nos condena al arresto domiciliario al amparo de la frescura ficticia, pero necesaria, que nos proporciona la máquina. Y la otra: La de la carne, esa que no se desaloja si no es combatida a duelos de espaldas sudorosas, de miradas complices y de músculos cansados. De abrazos consentidos y risas compartidas. Que no se quita, de ninguna de las maneras, si no es bailando el baile mas antiguo del mundo.
La biodanza, como dice la musa.
Aprovechando las temperaturas horripilantes, y que, además, caen en mi poder unas letras ciertamente sensuales -otras ya estaban en la faltriquera- aprovecho, digo, para retomar y reavivar un poco el “Rincón de la Lujuria” de este blog. Un rincón que dormía el sueño de los justos. También el del olvido. Del abandono.
Pero retomo este espacio de una forma muy especial. Porque como estas letras –a excepción de la primera de esta serie de tres que viene ahora, y que ignoro su procedencia- están debidamente elaboradas y autorizadas por sus creadores (íntimos que son), se me ocurrió que también las imágenes, deberían de ser reales y pertenecer a otra íntima que por supuesto, elabora, protagoniza y me envía. Ella, su legítima y enigmática propietaria.
Guardo en todos los casos, el debido anonimato, pues así lo considero pertinente y oportuno. Sólo hago pública la identidad de un autor que en su día, me concedió “La Potestad del Escriba”.
Tardes de días tórridos que dice el poeta Cumpián. Insufribles tardes de días tórridos.
Días Tórridos de Julio. También implacables. Días tórridos que mueren esperando que el execrable Agosto llegue, también con fecha de caducidad, pero con las mismas pretensiones térmicas. Eso ya, lo digo yo.
EL BAILE MÁS ANTIGUO
DEL MUNDO
# 01
El beso, el abrazo, la caricia, el tacto de una lengua húmeda y dulce, la mirada, las manos que no saben dónde posarse, los susurros, la miel y el agua, la boca que apresa otra boca, los mapas, las yemas de los dedos, el mordisco, el ardor, la calma, los vaivenes, las palabras, la bañera y el colchón, las risas, el ruido, un gemido imperceptible, el estallido de los músculos, el reconocimiento, el cansancio, la entrega.
Me lo dijeron una vez.
Es el baile más antiguo del mundo.
(Anónimo. O eso, al menos, creo yo)
# 02
Ahora mi amor
Que estoy desnudo
Porque no tengo
Ni tus hermosos muslos
Ni tu boca
Ni puedo acariciar tu pelo
Ni me coges de la mano
Y me la pones en tu pecho
Ni me miras ni gimes
¿Sabes lo que voy a hacer?
Dejar un sitio en mi cama
Para dormir contigo
No se que mas puedo hacer
Mi amor
Ahora que estoy desnudo
Que no puedo abrazarte,
Que el sitio que te dejé en la cama
Está vacío y no puedo cogerte,
Te me escapas de entre medio de los dedos
Tu hermosura es inmensa
Siempre la has tenido
No dejes que se vaya
Te estoy mirando.
De Miguel Ángel Cumpián
( El cajón de las bragas. 2ª parte)
#03
Poco me excita más que las palabras. Quizá los gemidos, quedos. O esa manera imperceptible, acariciadora, que tienes de hormiguear por mis muslos, casi sin tocarme. Pero, cuando me susurras al oído, cuando me escribes y me describes lo que querrías hacerme, sin que yo participara -este tiempo es para ti: no te muevas-, cuando me preguntas si me gusta -claro que me gusta-, cuando me cuentas que estaré bocabajo y me recorrerás el cuerpo y todos los surcos con la lengua y que entrarás en mí y me abrirás las nalgas y querrás olerme…
Cuando me mandas esos correos y me dices que me piensas y te masturbas, yo te correspondo. Y no puedo parar de tocarme. Durante horas.
(De Sarmale. Anónimo porque ella quiere)
Nota Bene: Me comunica mi querida Sarmale, que también es ella la autora del primer texto, asi que queda aclarada dicha autoría.
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El primero es mío también. Los que no tenían firma eran todos míos. Tampoco es que me vayan a dar el Nobel de literatura, pero ese blog ha sido mi blog más plagiado. Y las muy putas, por lo visto, follaban gracias a mis textos.
Yo nunca me comí una rosca.
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Corregido lo he!
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Bueno como decía Milan Kundera: Eso es » La Insoportable Brevedad del Sex»
(Parece ser que sufría de eyaculatio precox)
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