Tengo, desde hace ya algún tiempo, la sana costumbre -por eso de un mínimo exigible de sentido común-  de abstraerme de casi toda la información dispensada por los medios de la comunicación. He dejado, para preservar mi salud mental, de ver telediarios y tertulias televisivas prácticamente. La radio que antes me acompañaba en el coche, camino del trabajo, ya no la pongo. Tan sólo los retazos informativos que me procuran las amistades, Internet, ciertos vistazos durante el desayuno a la prensa, y las columnas de Alcántara, Gross y Troya, me nutren someramente con las dosis justas y precisas de actualidad para mantenerme al día del sinvergonzonerío imperante. Porque, como fácilmente podemos comprobar, desgraciadamente, en este país las cosas no cambian; y si lo hacen, es para peor. Para mucho peor.

Cambiemos el chip! Que te vi. Mariví!

 Esa dejación y desinterés hacia la actualidad informativa, me procuran ratos libres en los que dispongo -para ejercitar la mente- de tareas que son más positivas para ésta, y sobretodo, más distraídas. Me explico:

 Cuando por la mañana voy camino de galeras en mi coche, sin radio ya te digo, ocupo ese tiempo de desplazamiento en darle al magín; y también, por qué no decirlo, en la contemplación absorta y boquiabierta de la multitud de guapísimas chicas que pasan temporadas de desenfreno y frenesí en nuestras costas con el moderno pretexto del Erasmus. Gran invento ese, pardiez!

Multitud de chicas rubicundas y ebúrneas cual diente de elefante, pasean sus cuerpos – ya más que adolescentes- displicentemente embutidas en uno pantaloncitos tan cortísimos que dejan asomar los forros de los bolsillos por delante; el comienzo curvilíneo del pandero por detrás. Un sufrimiento, oigan. Lo que yo les diga! Un sufrimiento innecesario para uno que ya carga años en demasía y solo le queda el consuelo de la mirada envidiosa, suspicaz y resentida. (De buen rollito, ein?)

Representa esa jauría de carne tersa y joven -para el momento de tristeza y resignación que supone el desplazamiento mañanero- alegría, regocijo y esparcimiento; pero también, para que engañarnos, un cierto desasosiego. Porque uno sabe que, irremediablemente, ya es etéreo e invisible para tanta embelesadora teutona. Y no lo digo -lo de teutona-  por el magnífico tamaño de sus protuberancias frontales y esa tersura que se adivina, que también.

Sigamos: Y como lo hago entonces, eso de distraer mi mente, me dirán Uds.?

Pues observando el mundo a mí alrededor -la caravana me lo permite- detenida y atentamente; y esa actitud, esa disposición, me regala chispas, punzadas de inspiración que después, una vez desarrolladas, componen y moldean muchas de las entradas en este blog.

 Pongamos ejemplos:

 Hubo un artículo que publiqué en su día sobre la ruta de la glucosa y del colesterol, observando las diferencias de edad y metodología entre los jóvenes desempleados (y/o aspirantes a bomberos) con los adultos jubilados con carga familiar triplicada en sus últimos años. También elaboré artículo sobre las costumbres y comportamientos entre conductores de distinto sexos observándolos -amparados en esa traidora intimidad que procura el vehículo- el maquillarse frente al retrovisor entre las féminas y las prospecciones nasales, y posterior lanzamiento del perdigón aprehendido, entre los machos alfa de la caravana.

También, y ya termino, realicé entrada, sobre el monopolio pseudo fascista que ejercen -sobre las maquinas de ejercicios del Paso Marítimo- los descarados jubilados y jubiladas; porque percibí, que una vez tomados dichos aparatos por la fuerza, no los sueltan así los maten aunque haya cola esperando, hasta producirse la inevitable lesión de cadera.

 Pero a uno, debo de confesarlo, lo que más le gusta a uno es -para luchar contra el indeseado alemán y tonificar la mente- entre el ejercicio cerebral y la locura, jugar a las matrículas.

 Y Uds. se dirán…Qué es eso de jugar a las matriculas? Pues muy fácil. Verán:

Cuando por la mañana me desplazo hacia mi lugar de trabajo -hacia galeras- me distraigo (“fueraparte” las teutonas) con dos ejercicios mentales. Uno matemático y otro lingüístico. Sigo explicándome. Voy fijándome en los cuatro numerales y las tres letras que contienen las matriculas de los coches que van poniéndose delante mía; y, además, voy sumando los números y poniendo nombre a las letras. Lo sé estoy mahara perdido. Lo reconozco sin pudor alguno.

 Los números siguen la lógica de la adición. Ahí, no hay tratamiento médico que aplicar; Verbigracia: 5334 = Quince; 6420 = Doce; 9842 = Veintitrés…y así hasta el infinito y un poquillo más.

Otra cosa, médicamente hablando, es la demencia lingüística que aplico a las letras; pues pongo nombre sin ninguna lógica -salvo en casos- y se me perdone la ordinariez (debido al cabreo por  lo intempestivo de la hora) con una cierta connotación escatológica y/o maleducada. Además, en un gesto de generosidad gramatical, regalo preposiciones, adverbios y, si se me apura -y para contentar a mi querido amigo el Poeta González- alguna que otra  diéresis sobre vocal para evitar la sinalefa. Toma ya!

 Y así voy, con una rapidez inusitada, sumando y hablando sólo. Sumando y hablando, completamente sólo. Menos mal que la gente que me ve, piensa que estoy de charlita por el Bluetooth. Digo yo!

Y así -caminante no hay camino- voy recitando con una absoluta insensibilidad hacia la ortografía…

6723-GHP = Dieciocho; Grandísimo Hijo de Puta.

1253-CLM =  Once; Central Lechera Malagueña

0921-DCF = Doce; Del Caserío me Fío

4444-JPR =  Dieciséis;  Jefes Propensos al  Repelús;

3266-ICA = Veinte; Imbécil con Coche Aparente

1602-BTC =  Nueve; Bete a Tomar por Culo.

3964-APT = Veintidós; Abutere Patientia Nostra.

8299-KKF =  Veintiocho; Ke Kosa más Fea.

6653-JFK = Veinte; John Fitzgerald Kennedy.

5410-KKK = Diez; Ku-Kux-Klan.

6326-EAD =  Diecisiete; Eres Alta y Delgada

0805-GPM = Trece; Gorrionsito Pesho Marillo

2065-CCA =  Carmen Culito Apretao.

0639-DEC = Dieciocho; Declinen Escupir al Conductor.

7080-APG = Quince; Abstenerse de Pegar Carteles.

1942-APM = Dieciséis; Aviso Perro Muerde.

6773- BCT = Veintitrés: Belén Carretero Tejerín.

2203-DEC = Siete; Diego Espárrago Cumpián.

0804-COV=  Doce; Camisería Once Varas.

9632- ACG = Veinte; Antigua Casa Guardia.

8302- CCA = Trece; Churrería Casa Aranda

0982- CLI= Diecinueve; Cofradía de La Inspiración.

Y así todo el recorrido. Y así, repito, todo el recorrido. Júrolo por mi honor. En fin, una locura que me proporciona distracción y despeje hasta que llego a mi trabajo y me encuentro con la triste e indeseada realidad.

 0608-BTM = Catorce; Baya Tela Marinera.

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