AQUELLOS VERANOS

AQUELLOS VERANOS

13, 34,5x27 (FILEminimizer)

En estos tiempos oscuros, en los que la educación y la cortesía han sido desplazadas –en cuanto a comunicación verbal y epistolar– por la más infame concisión, estrechez y barbarie; en estos tiempos incongruentes y contradictorios, en los que nos comunicamos más y peor que nunca, sorprende mucho que aún haya personas que, generosa y desinteresadamente, dispongan de su tiempo para, escribiendo o descolgando un teléfono (qué antiguo ha quedado eso de descolgar cuando nos referimos al teléfono) saludar sin motivo preciso al familiar o al amigo.

14, 41x33 (FILEminimizer)
Pocos quedan. Y entre los más corteses y educados –sus formas antiguas le honran– que conozco, se encuentra mi querido amigo y admirado Poeta Juan Miguel González del Pino.
Cierto es que Juanmi y yo mantenemos una espontánea corriente de empatía cariñosa; y que nos regalamos el uno al otro el respeto y la consideración. Yo, hacia él, desde la más enorme admiración cómo persona y cómo Poeta. Él, hacia mí –desde su inacabable generosidad y entrega– permitiéndome ser su más fiel transcriptor en este mundo virtual que es Internet.
Juan Miguel, me llamó ayer con la sola intención de saludarme. De interesarse por mi estado de salud y de emoción. Para brindarme el bálsamo –siempre eficiente– de su palabra amiga confortadora y estimulante; de su voz comprensiva y condescendiente. Yo, que soy viejo zorro, y abuso de su amistad (él siempre se deja querer por mí) me permití «regañarle» por tener abandonado este blog. Por tenerle regalada la ausencia de sus letras a este sitio que –él ya lo sabe– es tan suyo como mío. Su sitio este que es su lugar de publicación legítimo y oficial. Y eso, siempre se lo digo, representa un invariable honor para este que ahora escribe; un honor tan singular y tan señalado, cómo inmerecido e ilusionante.

55, 69,5x49,5 (FILEminimizer)
Estos son los dos regalos que me hace Juan Miguel González del Pino. Dos fragmentos de belleza, desgajados desde la parcela de la creatividad y la excelencia de su bien amueblada cabeza.

Disfrutadlos.

(Las imágenes que ilustran esta entrada son obra de mi amigo Ángel Luis Calvo Capa. Un amigo que tuvo el poco detalle de irse muy anticipadamente.)

***

23, 27,5x21 (FILEminimizer)

A mis amigos y amigas de aquellos inolvidables veranos
AQUELLOS VERANOS
“… aunque se pierdan los amantes no se perderá el amor;
y no tendrá dominio la muerte.”
Dylan Thomas

***
El verano es un patio regado por las tardes,
y una fuente de rojas y enredadas cerezas.
Encierra un sortilegio la palabra verano,
nombre aún más hermoso que la dicha que evoca.

Paseos bordeados de cañas y moreras;
tranvías con muchachas camino de la playa,
y un rabioso delirio incansable y ardiente
de paganas cigarras, en los altos pinares.

Se llenaba la alberca de la huerta vecina
de estrellas y de ranas, y las calles de grillos,
y era dulce entregarse al soñar perezoso,
puesto el sol, respirando la agostada campiña.

Aquellas reuniones en el patio encalado,
con música y muchachas doradas y estivales,
con las que, embelesados, bailábamos a veces
desmayadas canciones sentidas hasta el llanto.

Caían las perséidas de los cielos nocturnos,
como en las madrugadas los jazmines abiertos,
y por los eucaliptos, furtivas, se abrazaban,
en su primera cita, los amantes felices.

***

22, 22,5x22 (FILEminimizer)

PRIMAVERA Y VEJEZ

Los parques se han cubierto y las aceras
de flores amarillas y moradas:
es la derrochadora exuberancia
que mayo nos dejó. Por todas partes
copas, en floración, de jacarandas,
y el naranja encendido y delicado
de las acacias, con sus nidos nuevos.

Hay alborozo por los claros cielos,
de estas serenas tardes exaltadas
por los largos chillidos coloquiales
de los raudos vencejos.

Junto al agua
de las placetas y los jardinillos,
carmín, blancas y rosas, las adelfas
promesas son y fueron del verano.

¿También para nosotros, poetas viejos,
habrá en el mundo un tiempo prometido
como el verano es para los jóvenes?
Acaso el del sosiego, que es el propio
de quienes han sabido envejecer
sin rencor ni codicia, y con un poco
de amor y lealtad y mansedumbre.
***

minimalist-swirl-vintage-style-decoration_23-2147486725

Una respuesta

  1. ¡Bravo! No lo digo por la amistad que nos une ni la admiración compartida; suelto ese bravo al aire porque en los cosos sería muy mal visto.

    Me gusta

Deja un comentario