MARILUZ. EL DIA DE LA MALA FORTUNA

alegoria-sobre-la-perdida-de-memoria_9fb96337_1280x766En los años que cursé bachillerato en el Colegio de los Maristas, este que os escribe, era tan malo en Matemáticas o Física y Química como bueno en Historia, Lengua y Literatura o Francés.

Pues bien, en Lengua, estudié las locuciones adverbiales. Es decir: “Una expresión fija formada por varias palabras que equivale a un adverbio”. Como comprenderéis, esto lo he corta-copiado de Internet; la memoria no me da para tanto. (Aunque pensándolo bien, creo, que esto de “mala fortuna” pueda ser un oxímoron. Viene esto, a que ayer fue un día de “mala fortuna”. De muy “mala fortuna”. Y me cuesta muchísimo escribirlo.

Se ha marchado oficialmente de esta vida mi querida cuñada Mariluz. Lula. Una mujer –más hermana que cuñada– que me ha acompañado ininterrumpidamente durante los  sesenta y ocho años que hoy contemplo; y que siempre, compartió conmigo los momentos más entrañables de mí existencia. Y digo oficialmente, porque los últimos siete años para ella, han resultado ser de “mala vida”, de “mala fortuna” de “mal agüero” (¡vaya una detestable panda de locuciones verbales!).

Ha estado siete años, explico, atravesando un mal sueño; posicionada en esa ausencia que proporciona la maldita enfermedad del olvido y que te aleja de la realidad; procurándole el infortunio a base de recortarle la memoria; aliñando su mente con la falta de comprensión hasta que por fin, saliéndose con la suya (la enfermedad) y con una crueldad infinita, va y te condena a malvivir en un paraje indeseado de oscuridad  y de confusión a cadena perpetua.

Hoy ha sido una jornada muy muy dolorosa. El  día de la “mala fortuna”. Mala porque ha sido un golpe durísimo para sus seres queridos por tener que despedirla sin haberle podido decirle hasta luego de una forma escalonada y meridianamente entendible para todos. Fortuna, porque por fin – y de una manera ya definitiva– ha podido descansar y alejarse de una vez por todas, de la más tenebrosa de las oscuridades: esa que te procura la implacable confusión y la injusta ausencia de sentimientos. Mucha condena para tan buena persona como lo fue ella.

Descansa en paz, querida mía, querida Mariluz. Descansa ya –de una puñetera vez– en paz.

¡Te quiero Lula!

2 respuestas

  1. Esa si es la genuina dama indigna, lady Alzheimer, perversa, traidora y temida. Sólo algunos individuos merecen el rencor de su visita, pero nuestros seres queridos no, ellos menos que nadie.
    Conozco el dolor y la pena de lo que nos desposee y lo siento mucho querido amigo.
    Un fuerte abrazo!

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  2. De veras que lo siento. Cad vez que se va de esa forma una persona es un hecho tan lamentable como irreparable. Descanse en paz Lula. No tenía el gusto de conocerla pero me basta el que sea persona y además, un ser entrañable para un gran y buen amigo. Un fuerte abrazo para tí y la familia.

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