POLLO, POLLO. EL CHICKEN ART DE SARAH HUDOCK.

Antes de nada, indicar que me da auténtica grima comer pollo. Muchísimo asco. No soporto a ese rastrero volátil que se come, con sumo deleite escatológico, las mierdas de sus propios congéneres y que esta costumbre, configuró el inicio de mi más atávica aversión hacia aquellas comidas realizadas con ese alimento. El pollo pollo.

Odio a este animal en todas sus vertientes alimenticias; desde la apetecible (a la vista) alita churruscada o el pollo asado trinchado hasta el súmmun de lo desagradable que es cuando flota inerte y cocido en cualquier puchero o sopa con un indecente y repugnante color cadáver.

Y odio al pollo, y ya termino mi tremendo discurso negativo, porque manías aparte, todo el que me rodea y sabe de mi profundo desagrado hacia las aves de corral, procura meterme doblada disimuladamente entre pecho y espalda (no sé qué gracia le verán al desatino) cualquier receta que contenga al repulsivo y abominable omnívoro.

Admitámoslo: Sólo admito a esta subespecie de corral en forma de foie o paté (de oca y/o pato) porque de pequeño, mi tía Lourdes confeccionaba uno delicioso (tengo que reconocerlo) el cual, al cabo de los años, me enteré que era elaborado con higaditos de pollo. Pero para entonces, ya era tarde para reconocer el asco que (no) me producía.

Viene esto porque, eso sí, me encanta verlos dibujados o pintados. Su estética es notable y cuando el pollo es gallo o gallina clueca, inspira orgullo o ternura. Galantería o delicadeza. Afecto y terneza. Así que ahora, os voy a poner una preciosa galería de imágenes de trabajos con pollos de protagonistas y realizados por una exquisita pintora llamada Sarah Hudock… Chicken Art.

Sarah, vive en Vermont, su lugar favorito en todo el mundo. Es un lugar lleno de pastos y montañas verdes, antiguas granjas y bosques. Está lleno de caminos de tierra, ciervos, coyotes, zorros, mapaches, gatos pescadores, marmotas, ardillas y halcones. (sic)

Y añade: “¿Por qué pinté pollos durante cinco años seguidos? Porque el pollo del patio trasero es una de las criaturas menos apreciadas en este hermoso mundo nuestro. Son dulces, curiosos, inteligentes y divertidos. Sus colores, patrones y plumas son realmente hermosos, y también ofrecen una maravillosa combinación de dignidad y diversión hilarante. Son completamente vulnerables y, sin embargo, una gallina protegerá ferozmente a sus polluelos y un gallo dará su vida por el rebaño. Hice mi mejor esfuerzo para representarlos y honrarlos con amor.”

Por cierto… El escudo heráldico de mi familia es un pollo.

Esta es la galería:

 

 

 

 

 

 

 

3 respuestas

  1. Son unas aves preciosas. Yo tengo una pequeña colección (no dmito regalos) que compro en Pascua si viajo por Europa. Ahora Ryanair me lo está poniendo difícil. Me gusta verlas corretear por el campo pero tb. las como. ¡En fin!, que mi gusto por ellas es total y no solo parcial como el tuyo fuera de las licencias culinarias que te permitías antaño.
    Las fotos tb me han gustado mucho. Las incorporo, como nueva variante a mi colección, por los problemas de equipaje que he comentado antes.

    Me gusta

  2. Querido mio: creo recordarás una tarde en mi bodeguilla, templum sumun del arte de comer, beber y fumar (de todo) que sin aviso, ya que desconocía tu aversión a todo bicho volátil, comiste e incluso repetiste, una receta de solomillo de pavo a la naranja y mostaza que había preparado.
    Cuando confundido te enteraste que habías comido volátil, aunque el pavo no es especie que alcance altos vuelos, ni vomitaste, ni siquiera te aturdiste o defecastes en mis ancestros por no haberte avisado, sino que, cigarrillo en mano mantuviste una conversación amena con una botella de ron añejo traido de los mares antillano, hasta que esta decidió evaporarse o volatilizarse como un pavo en el dia de Accion de Gracias.

    Me gusta

Deja un comentario