PRIMAVERA EN NUEVA YORK.

NEW YORK CITY. FOTOS ABRIL 2011

PRIMAVERA EN NUEVA YORK

By Pepa LR

 

Saber que tienes una amiga querida en alguien a quien – en el mejor de los casos has abrazado una sola vez en la vida y eso, durante los diez minutos que has estado en su presencia- como que puede parecer una rareza.

Pero en este caso, en absoluto lo es. Tengo un feeling especial con esta gaditana. Por ser de Cái ya tenía ganados muchos enteros conmigo, pero después de esa circunstancia, se ha ganado a pulso, con su actitud hacia mi, el enorme cariño que le profeso. A distancia, no se me mosquee su Santo varón.

Pepa es una distinguida participante de foros -a la vez distinguidos- concernientes a la ciudad de Nueva York. En ellos, Pepa es muy conocida y apreciada. Su opinión y consejo, muy respetados.

Este año, en Abril, decidió, mas para ponernos verde de envidia a los demás, que por propia intención -es broma, Pepiss- pasar unos días de primavera en la City, con una escapada a Washington, como adorno.

Cuando volvió, narró tal y como es su costumbre, un detallado, ilustrativo, y ameno relato de la experiencia de ese viaje a la Ciudad en compañía de su experto en lengua griega.Y no se tome esto con segundas, que es cierto; me refiero al idioma de Eurípides.

En este relato-experiencia, no solo dio puntual referencia del viaje, sino que con la palabra y la imagen nos descubre sitios nuevos de una ciudad que continuamente se está reinventando.

Aquí tenéis el link a su blog. Es el principio del viaje: Los preparativos. A partir de ese comienzo, preparaos a vivir en los sucesivos capítulos, un periplo fantástico lleno de matices y experiencias.

http://caliope-viajesyvivencias.blogspot.com/2011/05/nueva-york-14-21-de-abril-de-2011.html

Así que con el permiso de Pepa, he elaborado una presentación en Power Point con una selección de fotos de este viaje y musicado adecuadamente. Como sé que a ella le gustaría.

Si queréis bajaros este trabajo, podéis hacerlo desde aquí:

https://skydrive.live.com/?wa=wsignin1.0&cid=9b5ad4b7dbd9e872#cid=9B5AD4B7DBD9E872&id=9B5AD4B7DBD9E872%212124

Que lo disfrutéis.

SERENDIPITY 3. NUEVA YORK

SERENDIPITY 3

Serendipity 3 es un restaurante neoyorquino que es conocidísimo tanto por su famoso postre: Frozen Hot Chocolate como por la comedia romántica del mismo nombre interpretada por John Cusack y Kate Beckinsale. Se encuentra localizado en el: 225 East 60th Street. Between 2nd and 3rd Avenues.New York,NY10022.

Si te animas a ir, prepárate, para en el mejor de los caso, guardar cola durante un buen rato. Auque si consigues mesa, ten por seguro que estará sentado en un restaurante mítico de la ciudad de Nueva York.

Bycheja, mi amiga Bycheja (es un Nick, no os asustéis) tiene la buenísima costumbre de traducir cartas de restaurantes dela Cityal español, y no sabéis- bueno muchos ya si- lo útil y práctico que es.  Ya lo hizo, no hace mucho con los menús del Dallas BBQ y del Bubba Gump.

Y ahora tenemos el privilegio de acercarnos. Gracias a ella, a la carta del Serendipity 3 en un idioma entendible.

Aquí viene la carta. Relameros. Espero que esta “cruzada” que ha emprendido Bycheja, no quede aquí y que tenga continuidad. Por la cuenta que nos trae.

Este es el trailler de la pelicula para que recordéis la película y para que os vaya entrando ganas de volver a Nueva York en Navidades.

Y esta es la carta traducida por Bycheja:

SERENDIPITY 3

ENTRANTES:

Hot Springs Wings charred sweet and spicy: alitas de pollo a la brasa con salsa dulce y picante.
Spudniks: ni idea de lo que es…
Cleopatra’s Barge: esto, literalmente, significa la barca de Cleopatra, a saber a qué sabe cleopatra…jejeje
Blue Corn Nachos: Nachos con queso cheddar o de cabra (goat)
– Nachos con pollo y chilli con carne
Serendib salad: no se qué lleva ¿?
Have some dim sum: dim sum cocido o frito.

SOPAS:

Black Bean: De judías negras
Pilgrim’s Corn Chowder: sopa de maíz
Chicken Not So Little: sopa de pollo
New England Clam Chowder :sopa de almejas

(lo de chowder que veréis no es exactamente sopa según he leído, para más información, usad el buscador jajajaja)

ENSALADAS:

Chicken Julia : De pollo “Julia” (lo de Julia, ni idea)
Shrimp: Con gambas (o gambas con melón)
A Shrimp Stuffed Avocado: Gambas y aguacate
Fresh Fruit and Cottage Cheese: Fruta fresca y requesón
Pasta Salad du Jour : Ensalada de pasta del día
Serendipitous Chef’s Salad: Ensalada del chef Serendipity (será la que dicte el destino…)

CACEROLAS (servidas con ensalada serendib)

Chicken Pot Pie: Pastel de pollo
Shepherd’s Pie: Pastel del “pastor” (ni idea)
Bar BQ Chicken: Pollo barbacoa
Curried Chicken Almondine: Pollo al curry con almendras
Curried Shrimp Almondine: Gambas al curry con almendras

CREPES:

Seafood: Marisco
Creamed Chicken: Pollo a la crema
Chili with Cheese : Chilli con queso
French Toasted Challah : “challah” tostado (lo que he encontrado sobre el challah: pan trenzado salpicado de sésamo o semillas de amapola que se come generalmente el tradicional sábado judía o durante días festivos judíos. Fuente: Wikipedia). Lo puedes pedir con bacon o con fruta.
Ftatateeta’s Toast: sándwich de queso crema tostado cubierto de de fresas y albaricoques

TORTILLAS:

Plain: Normal (supongo que lo que vienen siendo los huevos solitos y tristes)
Fine Herb: Finas hierbas
Cheddar: Con queso cheddar
Chili: Con chili
Caviar and sour cream: Con caviar y crema agria
Curried Mushrooms: Con champiñones al curry
Eastside Western: tomates, queso, cebolla, pimientos y jamón
Ham and Cheese : Jamón y queso
Asparagus and Jarlsberg: Espárragos y jalsberg (es un tipo de queso, según google es Noruego)
Broccoli and Cheddar: Brocoli y queso cheddar
Sausage and Peppers: Salchichas y pimientos
The “Hangover” (a saber…)

ACOMPAÑAMIENTOS:

Fried Parsnips: Chirivías fritas
Cole Slaw: Ensalada de col
Irish Soda Bread: Pan irlandés de soda (según lo que he podido entender en la wikipedia, a medio camino entre el pan y el bizcocho? Corregidme please)
French Fries: Patatas fritas

BEBIDAS HELADAS:

Frozen hot chocolate: no necesita presentación.
Peanut Butter Frrrozen Hot Chocolate: igual pero con mantequilla de cacahuete, ñam…
Frrrozen Mochaccino: Mochaccino heladito…rico rico…
Frrrozen Pineapple (piña) Lime (lima)
Trader Wic’s: pineapple (piña) coconut (coco) (Trader Wic’s es otro restaurante….¿?)
Trader Wic’s #2: coconut (coco) orange (naranja)
Apricot Smush: albaricoques ¿aplastados? En fin, tendré que ir a probarlo…
Strawberry Supreme (de fresa)
Frozen expresso (café helado)
Pink ice (hielo rosa….¿?)

DE LA CASA:

Spiced Chicken Flambé: Pollo con especias flambeado con una crema de brandy madeira
Country Meatloaf : Pastel de carne con puré de patatas y salsa
Lemon Chicken: Pollo al limón con ensalada serendipib.
Chicken Char Char: pollo fileteado a la brasa con miel, servido sobre pan de centeno de ajo con verduras.
A La Garden of Allah: pechuga de pollo salteada cubierta con pepinos, tomates, albahaca y aceitunas negras.
Shake, Batter & Bowl: medio pollo frito y a la brasa, servido con patatas fritas.
Steak Char Char: steak fileteado servido sobre pan de centeno de ajo con verduras y salsa.
Mixed Grill: steak, pollo a la miel y salchicha cajún, a la brasa con pimientos y cebollas.
Sauteed Chicken Livers: higaditos de pollo salteados con vino de Madeira y ensalada Serendib.
Chicken Diva: pechuga de pollo salteada cubierto de una salsa de queso y tomate picante, servido con patatas fritas.

DEL MAR:

Lemon Sole: lenguado al limón con espárragos, mantequilla al limón y ensalada Serendib.
Salmon a la Garden of Allah: Salmón con pepinos, tomates, albahaca y aceitunas negras (igual que el pollo que hay más arriba).
Charbroiled Norwegian Salmon: Salmón noruego a la brasa servido con verduras salteadas.
Bamboo Basket: verduras cocidas con lenguado al limón con una salsa de jengibre y sésamo. Se puede pedir con salmon y con gambas.

PASTA

Shrimp Fettucine: fetuccini con gambas con salsa de tomate “diabólica” (vamos, picante de la muerte)
Seafood Fettucine: fetuccini con marisco con salsa de crema de albahaca.
La Traviata: fetuccini fresco con verduras y pollo a la plancha con salsa de queso parmesano.
Madame Butterfly: pasta farfalle salteada con corazones de alcachofa, espárragos y pimientos rojos con salsa de queso y ajo.
Cheese Ravioli: Raviolis de queso con salsa de tomate y albahaca.
Tortellini Primavera: Tortellini de queso con verduras de verano en una salsa cremosa de pimiento.

CAFÉS (los explican con mucha rimbombancia, voy a intentar resumir)

Tiffany: expresso con crema.
Chocolaccino: Capuccino con chocolate francés.
Nell Gwynne: café con crema, chocolate semi-dulce y naranja.
Cappuccino: leche con espumita, café y canela.
Expresso: pone, palabras textuales “para picante, cáscara de limón”. No sé a qué se refieren.
Cinnamon Sticks: expresso con una barrita de canela.
Caffe Vespucius: it’s americus! (sin traducción)
Hot Chocolate: chocolate caliente.
Serendipitous Hot Chocolate: con crema, naranja, canela y chocolate francés en virutas.
Mochaccino: como el capuccino pero de moca.

DULCES

«Big Apple» Pie: Tarta de manzana
Chocolate Blackout Cake : tarta de chocolate
Aunt Buba’s Sand Tarts: si pongo en google sand tarts, me sale lo que son nuestras pastas de té.
Karo Pecan Pie: tarta pecan
Lemon Ice Box Pie : tarta de limón
Dark Double Devil Mousse: ni idea
Celestial Carrot Cake : tarta de zanahoria
Creme De La Creme Cream Cheese Cake : tarta de queso.
The Ultimate Creme topped with hot fudge and strawberries: tarta de queso con chocolate caliente y fresas
Cheese Cake Vesuvius : no sé lo que llevará esta tarta de queso pero vale 22 dólares.
Strawberries and Cream: fresas con nata.
Fruit Cup : cuenco de fruta.
YuDuFunDu fruit and fudge : fruta con chocolate caliente por encima.
Humble Pie creamy peanut butter with a graham cracker crust : tarta de crema de cacahuete con galletas crujientes.
Golden Opulence Sundae: un cacho postre helado que vale mil dólares. Si lo quereis, teneis que reservarlo 48 horas antes.

HAMBURGUESAS (todas van con patatas fritas, lechuga, tomate y ensalada de col)

Hamburger: hamburguesa normal
with Chili: con chili
Muenster: un tipo de queso.
Sauteed Onions : con cebollas salteadas
Bar BQ Sauce: con salsa barbacoa.
Jarlsberg: con queso jalsberg.
Curried Mushrooms : con champiñones al curry
Cheddarburger: con queso cheddar. Se puede añadir bacon o chili.
Bleu-Burger: con queso azul.
Caviar Burger: con crema agria y rodajas de pepino.
Burger Au Poivre: a la pimienta
Bi-Sensual Burger: con cheddar, bacon, chili y cebolla.
Foot Long Hot Dogs: la traducción literal es perritos calientes de un pie de largos. A saber…se puede pedir con chili y cebolla, con queso cheddar y con bacon y cheddar.
Texas Style Chili: chili, se puede pedir con crema agria y cebollas o con queso cheddar.

FROM THE ZEN HASHERY (platos vegetarianos)

The Alamo: hamburguesa picante de judías negras servida con salsa picante, queso cheddar o chili.
All vegetable chili: chili vegetariano.
Vegetable Steak Burger: hamburguesa vegetariana servida con espinacas, cebolla roja, ensalada de col y tomate. Se puede pedir con queso cheddar o chili.

SANDWICHES

The Ultimate BLT: (nota: cuando un sándwich pone BLT es Bacon Lechuga y Tomate (jeje, las siglas son igual en español e inglés, así que es fácil) Servido en pan Challah.
Young Chicken Sandwich: sándwich de pollo, “crujientemente salteado” en mantequilla y nueces, servido con el pan de soda irlandés.
The Haight-Ashbury: pavo en lonchas, tomate, aguacate y brotes de alfalfa con queso muenstel derretido, con pan “raisin pumpernickel” (según he visto es una especie de pan dulce?) con salsa rusa (según una receta que he encontrado en google, la salsa rusa es parecida a nuestra salsa rosa)
The Catcher in the Rye: sándwich BLT con pollo y queso muenstel, con salsa rusa.
A Summer Bries: pavo ahumado, rodajas de manzana, queso brie y brotes de alfalfa, con el pan pumpernickel ese y salsa rusa.
The Virginia Slim Open: pavo y espárragos con salsa rusa y queso jarslberg.
High Heel Pump: jamón york y queso brie en el pan pumpernickel y salsa rusa.
One-Eyed Jack: steak cubierto con un huevo frito, abierto sobre una tostada.
A Chicken Salad Sandwich: ensalada de pollo en pan de soda irlandés.
A Shrimp Salad Sandwich: ensalada de gambas en pan de soda irlandés.

HELADOS

3 scoops of Ice Cream with one topping: Tres bolas de helado con un topping (topping: lo que se le echa por encima)
Toppings:
Hot Fudge: chocolate caliente
Pineapple: piña
Raspberry: frambuesas
Butterscotch: salsa hecha con azúcar moreno, mantequilla y leche.
Peanut Butter: mantequilla de cacahuete
Strawberry: fres
Caramel: caramelo
Maple Walnut: sirope de arce
Outrageous Banana Split: banana split, no necesita explicación no?
Coward’s Portion: esto literalmente es “la porción de los cobardes” está justo después del banana Split así que supongo que será lo mismo pero una porción.
Fresh Fruit Sundae: helado de fruta fresca
Sand Tart Sundae: helado de “pastas de té”???
Ice Cream Crepe: crepe con helado y fruta.
Strawberry Fields Sundae: tarta de queso, helado de fresa, topping de fresa y nata.
«Can’t Say No» Sundae: “humble pie”, helado, plátano y chocolate con nata.
Ice cream, a dish: plato de helado.
Forbidden Broadway Sundae: tarta de chocolate, helado, chocolate caliente y nata.
Cinnamon Fudge Sundae: tarta de manzana, topping de caramelo y nata.

ANTONIO ABRIL. DESPEDIDA Y CIERRE

ANTONIO ABRIL.

Ahora me encuentro terriblemente triste. Desoladoramente triste. No os podéis imaginar como.

Me han llamado a eso de las cuatro de la tarde y me han comunicado la fatal noticia del fallecimiento, inesperado y repentino de mi queridísimo amigo Antonio Abril. Ahora son pasadas las seis y escribo esto con el corazón en un puño. Afortunadamente, el teclado no se emborrona fácilmente.

“Para mi gordi del alma y su maravillosa familia”

No hace todavía un año, Antonio, con ese no darle importancia a lo que él hacía, me ofreció gran parte de su obra pictórica en un CD  para que  -ante mi sorpresa- pudiese elaborar yo una entrega en este blog. La ilusión fue inmensa. La entrega se transformó en una fantástica trilogía y con esa trilogía compuse un libro – del cual hice una copia para él, y un original  con lomo de piel gofrado y tapas duras para mí-  que me firmó con esas palabras.

“Para mi gordi del alma y su maravillosa familia”

Fue una noche en casa de la Oíaporculo, cuando le llevé el libro de marras para que me lo dedicara. Ante la insistencia de Santa de que se lo dedicase a ella… No! A los niños! No! A mi! … No! Antonio, cortó por lo sano y nos lo dedicó a todos de una sola tacada. Como hacen los mejores. Con unas palabras que significaban una declaración de amor y amistad a mi, y hacia  Santa; hacia Cris y Cigalowsky. A toda la familia Gorgonzola. A toda la familia Souvirón-Tejero. En pleno.

No voy a volver a repetir otra vez, lo que ya dije en los prólogos que efectué para cada una de las entradas que compusieron esa- para mi- inolvidable trilogía llamada Antonio Abril: Dibujos y pinturas. Podéis verlas en este blog. Ahí lo digo todo sobre mi querido amigo. Ahí lo dice él todo con sus pinturas. Con sus dibujos.

Fue un placer realizar esa tarea. Y ahora me alegro mas que nunca por lo que conlleva de “eternidad”

Una vez que tuve el libro en mi poder, ya debidamente firmado, lo puse sobre un atril en un mueble principal de mi salón; sólo para él, más para presumir de la amistad que manteníamos la familia entera con el artista, que para que fuese admirado por todo el que fuese a mi casa. Cosa que hacen invariablemente todos los que van a ella.

Aquel trabajo fue recompensado –con la generosidad de siempre.- con dos dibujos debidamente firmados que hoy -y ya antes- son los cuadros más queridos y apreciados de mi casa.

No voy a insistir sobre eso de que Antonio era la persona mas culta e inteligente que conocía –que duro se me hace esto de los pretéritos- ni una de las personas mas fiel y cariñosa que haya pasado y pasará por nuestras vidas. Si diré que ahora, nuestra existencia- y hablo de todos los amigos comunes- estará mucho mas vacía. Será, mucho más pobre. No podéis imaginar cuanto de pobre será. Ni tampoco os imagináis la cantidad de huérfanos que deja. Amigos de verdad.

Antonio me ha dejado una herencia impagable. Una herencia de amor y de amistad que fue inquebrantable y que perdurará en mi memoria, en la memoria de toda mi familia. Pero también me dejó cosas tangibles: Me dejó enseñado el Peace Like a River de Paul Simon. También el Eleanor Rigby de los Beatles.  Me dejó la emoción de oírle cantar –y enseñarme- Song for the Asking; Ríete de los Talking Heads. Fíjate que aun puedo recordar su contacto físico, cuando – a petición mía- me interpretó otra vez “Algo así como un tango”  de los Tabletom y del poeta Juan Miguel González, sentados los dos juntos en el sofá Cumpianesco. Ese sofá manchado de Lunes Santos y de gitanos chillones empapados en bulerías.

Lo que es la vida. Lo que es la muerte. Que no hace un mes, le pedí un dibujo para ilustrar un relato jocoso mío, con el Cristo de los Gitanos -moviéndose a ritmo de Mambo- de protagonista. “Con muchos colorines Antonio… Y con movimiento!!  te doy el texto, te lo lees, y así te haces una idea!”. Ni una semana tardó en hacerme feliz proporcionándome este dibujo.

Antonio, como todas las personas extremadamente inteligentes, no presumía de los dones que poseía. Nunca se peleaba seriamente, aunque siempre discutía, y cuando lo hacía, el contrincante –de antemano- se sabía perdedor. Porque el cabrón, siempre, siempre, siempre llevaba razón.

Ahora no podré pedirle canción dedicada alguna, ni verle saltar con los goles de España. No podré ofrecer un inesperado chupito después de una vida abstemia y que se tomaba muy, muy, muy de vez en cuando. Pero sobre todo, no podré volver a sentirme orgulloso cuando me abrazaba fuertemente sintiéndome -de inmediato- querido. Tampoco podré consultarle otra vez cualquier duda de esas que no te aclara Google.

Los humanos no deberíamos de tener alma, Deberíamos de tener “Caja Negra” para poderla recuperar.

Lo que son las cosas: El final del prólogo que efectué para la tercera entrega de la trilogía, decía así:

“Espero que esta no sea la última presentación que hago de Antonio Abril. Pero si lo fuese, quedará en este blog como una preciosa y magnifica trilogía… Antonio Abril. Dibujos y Pinturas.

 Nosotros, afortunadamente, seguiremos disfrutando de su amistad. Y del mutuo cariño.

Por qué  poco tiempo ha sido al final, querido amigo. Por qué poco tiempo.

Ahora me encuentro terriblemente triste. Desoladoramente triste. No os podéis imaginar como.

Nota:  Todos los dibujos insertados en este trabajo, son regalos de Antonio Abril que cuelgan, orgullosamente, en las paredes de mi casa.

DESTINO: NORUEGA (III)

DESTINO NORUEGA (III)

 

Nota del autor a modo de aviso:

 

Téngase en claro que, en este viaje que estoy narrando, concurren diversas circunstancias que paso a aclarar para prevenir comentarios correctores por parte de mis acompañantes en ese periplo por las Tierras del Norte y que, me consta, leen con especial interés este texto al ser protagonistas de este relato.

 

Débese de tener en cuenta, también, que es un relato de un PRIMER viaje de una larga saga de viajes que realicé en aquella época; por lo tanto –porque la memoria desfallece día a día- muchos detalles seme  escaparán y otros estarán mediatizados por la propia e íntima experiencia. En este caso por la mía en particular.

 

Téngase en cuenta, otra vez, que esto es un compendio de anécdotas cuyo hilo conductor es el propio viaje a Noruega en sí. No se trata de una guía de viaje con un planning elaborado, previsto y seguido al pie de la letra. Nada más lejos de eso.

 

Y por fin, que para hacer más fluida la lectura, y considerando el maremágnum de medios de transportes que tuvimos que emplear tanto a la ida como a la vuelta, muchas de estas anécdotas se sitúan en el viaje a bordo de un barco -pongamos de ejemplo- a la ida, cuando en realidad fue en ese mismo trayecto a la vuelta.

 

Pero en fin, a todos los que lean este relato de viaje- menos a las cinco personas que me acompañaron en esta odisea- les trae sin cuidado las recomendaciones que he hecho. Porque ellos, vosotros, no podéis discernir cuando, como y donde sucedieron todas estas anécdotas sino por lo que yo cuento.

 

Pero lo que si aseguro, es que todas son rigurosamente ciertas. Y, aunque por su patetismo, pudiesen resultar exageradas, puedo prometer y prometo que todo o que cuento en este relato es, repito,  rigurosamente cierto. Y lo que me callo, que no es poco.

 

Sigue pues así el relato…

Habíamos llegado a Esbjerg. La resaca impenitente de la locura colectiva de la noche anterior, nos taladraba el cerebro de una manera inmisericorde. Suenan por los altavoces del buque instrucciones de que el pasaje debe de abandonar el barco inmediatamente. Así que nos ponemos, apresurada y atropelladamente, a cerrar las maletas que por cierto, la mía en cuestión, había perdido ya el orden perfecto que mi madre me había procurado para todo cupiese adecuadamente. Incluidos los cinco jerseys que  – no se como se me había pasado por la cabeza hacerlo – me había llevado a ese primer viaje de Tuna.

P’al frío, niño! Me había dicho mi madre. P’al frío.

Así pues, con las prisas, empiezo a meter caóticamente, todo lo que había sacado la noche anterior, a fuerza de forzar las correas de cuero de la maleta. Recuérdese que estas correas no circundaban la puta maleta, sino que se abrochaban desde  la mitad de un lado hasta la mitad del otro lado pasando por arriba. Es decir …no pasaban las malditas cinchas por la parte baja, donde iban las bisagras de la maletita en cuestión. Lo de maletita, como se comprenderá, es un eufemismo.

Nos despedimos de las camareras- que todas tenían unas ojeras rojo-rosáceas alrededor de sus ojos. No por la emoción de la despedida, sino por la resaca taladrante que les acuciaba.

Empezamos a bajar por una empinada y estrecha pasarela para pisar por primera vez en nuestra vida tierras danesas. Empieza la comitiva a descender. Quemosión!

Cual caravana de exploradores -sin porteadores- empieza el desfile hacia tierra firme de los seis españoles –estudiantes dela Facultadde Ciencias Económicas y dela Escuelade Empresariales dela Universidadde Málaga que éramos.

En medio de esa turbamulta de maletas, instrumentos musicales y pesadísimas cajas de vinilos, avanzaba con paso torpe El Varisto; provisto de su maleta hinchona y retotollúa  que parecía morir exangüe de asfixia y asma a la vez, si no fuese redundancia respiratoria.

En mitad de la pasarela. A cinco metros de altura sobre el nivel del mar. Es decir justo entre el barco y el muelle, la maleta dice ¡Basta! Y explota en una erupción incontrolada de ropa: jerseys, pantalones, traje de tuno  -capa incluida-  y un indeterminado número de calcetines, bufandas, gorros de lana y diversos complementos inservibles, que salieron expelidos provocando una lluvia textil que deja como recuerdo imperecedero flotando en las aguas del Mar del Norte en Esbjerg, un pantalón de franela, dos jerseys de cachemir, un calcetín ejecutivo y -gracias a Dios, no todo iba a ser malo- la bolsa de la ropa sucia que nunca  jamás volvería a ser lavada. Con agua dulce y jabón quiero decir.

Recoge El Varisto apresuradamente los restos de la explosión y sin saber como, se da la media vuelta en la pasarela y atropellando al resto de pasajeros que le seguían, vuelve al barco suplicando -en un perfecto idioma gesticulante- una cuerda para amarrar a la desdichada y desagradecida maleta. A partir de ese  infame momento, El Varisto se recorrió, ignominiosamente, los Paises Nórdicos con una maleta atada a la manera Paco Martínez Soria.

Humíllame más si puedes Diossss!!! Humíllame más si puedessss!! Decía entre dientes.

Aclaremos que disponíamos de una muy escasa cantidad de dinero destinada a alojamiento y gastos imprevistos -proporcionado por nuestro dilecto Decano, el Sr.Requena- por si acaso no se daba bien la recaudación monetaria por nuestras actuaciones musicales. Pues bien, el “por si acaso” se cumplía y no cosechábamos demasiado éxito en cuanto a emolumentos y por consiguiente, nuestro capital disminuía a pasos agigantados. Más teniendo en cuenta  que, para desplazarnos, teníamos que tomar una ingente cantidad de medios de transporte.

Tomamos pues un tren que nos había de llevar a la capital de Dinamarca. Pero para eso debíamos de atravesar el estrecho de Kattegat y un par de islas para llegar a la ciudad del Tivoli. Y no me refiero a Benalmádena.

Compramos los billetes del tren, nos acomodamos y continuamos con destino a la gloria, que diría Woody Guthrie. Allí, como no, nos sucedió otra anécdota digna de contar. Ya iban siendo demasiadas anécdota, rediez! ¿Que tal un poquito de tranquilidad?

Se puso en marcha el tren y los maestros cerveceros del grupo – a la sazón Urelio y LuisC – se empeñaron en, a pesar de nuestro exiguo presupuesto, celebrar que estábamos en la patria de las Carlsberg y Heineken y pasarse por el vagón Bar- Restaurante para adquirir doce botellines ( 6 de cada marca) para establecer matices diferenciales entre distintas especies del lúpulo de cebada fermentado en su propio lugar de origen.

A El Varisto, se la sudaba -literalmente- la cerveza- El pasaba directamente dela CocaColaa los licores de las Altas Tierras de Escocia sin problema alguno. En la misma cantidad si te digo. A pesar de eso, los dos sedientos decidieron ir a por las rubias con espuma.

No tuvieron en cuenta de que en ese momento el tren hacía el trayecto entre Odense y Sjaelland, situadas cada ciudad en una isla distinta. Cosas de los archipiélagos.

Y cómo, –se preguntará el lector- solventaba esta contrariedad geográfica el tren?  Pues muy fácil: Partiéndose en dos y metiendo cada una de estas partes en un barco distinto. Por lo que transcurrido el tiempo en que se tarda en libar cuatro cervezas de extranjis (en el vagón Bar – Restaurante) quedó el grupo tunero roto de improviso. En dos; como el tren.

Urelio y LuisC, en un barco…el resto en otro.

Salimos fuera corriendo – al darnos cuenta de lo sucedido el grupo más numeroso- con ánimo de avisar a los dos rezagados cerveceros. No dio tiempo. Tan solo a llegar a la barandilla de cubierta desde la cual pudimos ver que unos aterrorizados Urelio y LuisC que observaban con estupor, desde un vagón que se alejaba en el muelle, como nos íbamos sin ellos sin remisión alguna y con el poco dinero disponible, sus pasaportes y todo lo que poseían en el mundo. Eso si, tenían doce cervezas -además de las cuatro que había rateado- para ellos solitos y un dominio del danés y del inglés que daba pena.

Llegamos a Copenhagen. Bajamos todo el equipaje, el nuestros propio y el de los dos desgraciados. Tuvimos pues que esperar la intemerata para que llegaran en otro barco los dos niños perdidos y-porqué no- el muy disminuido bagaje cervecero.

Y allá que nos vamos para el centro de la ciudad!!! Ala  Rådhuspladsen:  la Plazadel Ayuntamiento, justo al lado de los Jardines Tivoli donde se ubicaba el celebérrimo Parque de Atracciones y no demasiado lejos de Christiania, famoso barrio libertario el cual pensábamos visitar para la adquisición de productos típicos de la zona.

Nuestro ínclito guía- interprete- organizador- jefe de salida y, por fin, pandero neurótico  Rafalito Pepunto Pepunto, no sabíamos como, nos había conseguido – en pleno centro de la ciudad, justo en la zona antes descrita- alojamiento a un más que interesante precio. Nos fuimos hacia allá dispuestos gozosos a tomar posesión de nuestras habitaciones; y cuando llegamos… Ahí! ahí fue cuando nos dimos cuenta como había -nuestro querido organizador y estratega del viaje- encontrar tan céntrico y a tan módico precio alojamiento para todos.

Estaba situada, la pestilente pensión, en un edificio de una calle contigua ala Rådhuspladsen.  Nuestrosaposentos, estaba situados en la altísima última planta sin ascensor de un  pútrido edificio danés.

Subimos agotados todo el equipaje y allí nos encontramos al infumable y perverso judío propietario de la cloaca. Ríete del Fagin de Oliver Twist. 

Agotados como estábamos, decidimos no discutir las condiciones fitosanitarias del hospedaje y entramos sudorosos y agotados y -sobretodo- hambrientos. Eran unos cuartuchos llenos de literas dispuestas alrededor de una escueta mesa sobre la cual colgaba una enorme lámpara de platillo que pendía de un alambre como si de un ahorcado se tratase. Se completaba la decoración minimalista con alguna silla desvencijada y todo eso, sucio hasta la desesperación. El plato de ducha era externo, comunal y absolutamente asqueroso. Una piscina de pelos y agua jabonosa digna de mención en esta historia.

Nos sentamos desanimados y asqueados en los bordes de las literas procurando no tocar nada; ni siquiera con el culo. Decidimos sacar fuerza de flaqueza y poniendo unas revistas del Patronato de Turismo dela Costadel Sol que llevábamos – a modo de mantel sobre la mesa- abrimos la caja de las  provisiones y nos dispusimos a saciarnos a base de ácido úrico y las cervezas que aún quedaban desde la odisea anterior.

Empezamos a abrir latitas; dos de cada: Atún… Mejillones en escabeche… Anchoas… foie-gras… chipirones… almejas. Cortamos  -con el cuchillo asesino- un buen surtido de chorizo y salchichón, y lo dispusimos todo abierto –pillando casi toda la mesa- listo para comérnoslo ávidamente, pues el hambre nos corroía.

En un inoportuno momento, el amigo acordeonista Inuit, se levanta de una de las escasas silla con ánimo de coger  -con un palillo de dientes- una sardinilla en tomate; con tan mala fortuna, que le da un tremendo cabezazo a la puta lámpara de platillo, ocasionando al moverla bruscamente, que se derramara sobre los alimentos preparados para la ingesta  una enorme, repugnante y espesa lluvia de polvo que caía con una lentitud exasperante sobre todo el condumio cubriendo con un manto gris rata y dejando inservible y peligrosamente tóxico el ágape para el consumo humano.

No volvimos a sentar lentamente en los bordes de las literas mirándonos con los ojos húmedos de lágrimas y estupefactos. Lanzábamos miradas reprobatorias hacia el ejecutor de la tropelía. Inuit nos miró con displicencia… se tiró un enorme eructo cervecero y no dijo ni mú. Para que más explicaciones.

Bajamos las estrechísimas escaleras tal si fuésemos la SantaCompañay nos dirigimos a la puta Rådhuspladsen donde en un puesto de comida ambulante, nos comimos un ignominioso rollo de primavera. “ ¡¡Welcome to Copenhagen visitors from all over the world!!” se leía en el dispensador de inabarcables y deliciosas hamburguesas y perritos calientes.

¡¡¡Tuputamadre!!! Se decía para sí El Varisto y su grupo de adláteres músico vocales. ¡¡¡Tuputamadre!!!

Tunos deLa Facultadde Económicas y  Ciencias Empresariales dela Universidadde Málaga que éramos. ¡ Con dos cojones! Y si ahí hubiese una puerta?… empezábamos a pensar…

Continuará…

HERMANO RAFAEL

 

HERMANO RAFAEL

 

  “Estaba ese día el Hermano Rafael, impartiendo su lección magistral diaria  de no me acuerdo cual asignatura. Primer piso; hacia la mitad de la galería. Málaga. Hermanos Maristas. Circa mil novecientos sesenta y muchos.

 En un desdichado momento, nos pide solícito que nos acerquemos al estrado  a mi amigo PepeP -que algo estaríamos haciendo, digo yo- y al que suscribe: Father Gorgonzola.

 

P… S…  Dijo, y nos hizo una señal con el largo y huesudo índice de su mano derecha. ¿Cómo puedo acordarme todavía de sus manos? E hizo que nos acercáramos y nos dispusiésemos junto a su mesa.

 

Tengo que decir que el Hermano Rafael era –para mí- un oasis de bondad, y benevolencia en aquellos procelosos mares de disciplina y rigurosidad que eran por entonces los colegios religiosos de Pro y de pago.

 

Nos situó  profesional y sabiamente frente a el; y eso que no tenía la práctica de otros.

 

De perfil estábamos en referencia al resto de la clase.

 

 Hizo un rápido amago con el reverso de la mano izquierda para ensopaponarnos; como amagando un tsunami de cinco dedos dirigidos directamente a los caretos de los dos incautos. Estos, hábilmente, driblaron la cara hacia la derecha para compensar las fuerzas, cuando -inesperadamente, y como un rayo-, su mano derecha, esta vez el anverso, salió disparada  y, no sé como, nos pegó un guantazo de tal envergadura, que nos dejé la oreja roja y caliente para el resto del invierno. A los dos. A la vez. Calor negro, se llamaba en aquella época.”

 

Parecerá que cuento esto con un cierto deje de aflicción o de disgusto. Crítica y amargamente. Pues nada más lejos de la realidad. Para nada. Ya que aquello fue una raya en el agua, (aunque claro, el picor no se olvida fácilmente). Porque no guardo sino un entrañable y apreciado recuerdo de mi querido Hermano Rafael. Hermano Marista que era, ya te digo. El más afectuoso profesor que tuve por aquellos días. Que tuve nunca.

Mi querido Hermano Rafael, repito sin cansancio.

Sorpresas te da la vida que decía aquel; que después de tantos años – tantos que creo haberle alcanzado ya en edad-   y tras una llamada inesperada de mi antiguo compañero de colegio y de sopapo: PepeP, volviera a recordarlo entrañablemente, con ternura diría yo, pues siempre detentó el honor de ser mi “sotana” favorito.

 Me comentó PepeP que se estaba preparando una reunión de antiguos alumnos con motivo de un reencuentro con el antiguo profesor. Lo primero que hice, sin pensármelo siquiera un momento, fue aceptar. Y acepté (sin prever la imposibilidad de acudir) porque era del Hermano Rafael de quien se trataba, de otro cualquiera me lo hubiese pensado. El Hermano Marista que más dichosa hizo mi niñez durante la etapa que pasé en ese colegio.

 Hablamos del guantazo y nos estuvimos riendo un rato recordándolo. No trauma my friend. Absolutely not.

 Pero siempre -desde ese mismo momento, al acto de prestidigitación me refiero- supe que a él le dolió mucho mas que a nosotros. Sin ninguna duda. Y no se volvió a repetir. Una anécdota al fin y al cabo que quizás no fue sino una enseñanza práctica de lo que vendría después en la vida. Sólo que las que te da la vida, no se recuerdan con cariño.

 Fue aquella una época extraña en cuanto a sentimientos encontrados, pues se compaginaban en mi educación, profesores queridos y entrañables, con otros que no merecían consideración alguna por mi parte. Porque de Don Rogelio Malaussena y de Don Pedro Cascales. De Don Luis Vivas, o del Hermano Luis  y –fíjate si soy generoso- que de hasta el Hermano Eugenio y del Hermano Jerónimo guardo buenos recuerdos. Nótese con que dadivosidad he desechado los apelativos, incluso el gansteril que se le aplicaba al inefable profesor de dibujo (¿Don Francisco era?) que siempre me recordaba a Justino de Nassau, aquel  que entrega las llaves enLa Rendiciónde Breda. Mismo bigote, mismo careto.

 No todos fueron buenos ejemplos a seguir, pero, como es natural, no voy a citar los nombres de los que me deseducaron y me llevaron a ese agnosticismo respetuoso que hoy practico. Pero esa es otra historia.

 

Reconozco que la educación que recibí en aquellos días fueron el germen de la persona que ahora soy. Y que al contrario de esta formación inservible, ineficaz e inútil que hoy se imparte -basada en no se que perversos planes de educación-, sabemos hoy sacarle utilidad al Rosa Rosae Rosa, y la historia de Luiso, María Matrícula de Bilbao; o a las malditas e infinitas comarcas de las provincias españolas. Fíjate hasta donde llego: que podría incluso abjurar de las larguísimas letanías (Mater Inviolata…Ora Pro Nobis. Mater Castíssima…Ora Pro Nobis…Mater  Intemerata…) pero no lo hago.

Sirvió, esta educación, digo, para forjar comportamientos futuros en los colegiales de aquellos tiempos. Y el Hermano Rafael, hizo que mis días en aquel colegio fuesen menos duros y más llevaderos. Más felices si se me permite la exageración.

 Se quedaría de piedra el Hermano Rafael si supiera que tengo en mi poder, muchos de  los libros dela EditorialLuisVives (en edición Facsímil, claro) de aquella época anterior ala Edelvives: Lengua y Literatura y Urbanidad para niños. Historia Moderna y Contemporánea. Historia de España y Aritmética. Aquel paseo porla España, aún sin cicatrizar, de los Hermanos Antonio y Gonzalo en El Libro de España. Por tener -como bálsamo para el recuerdo- tengo también un ejemplar del Catecismo.

 Homesick que le llaman en la pérfida Albión. Nostalgia que le llamamos por estos lares.

 ¿Que no os lo creéis? Aquí tenéis una foto:

 

Se quedaría de piedra el Hermano Rafael, también, si supiese que escribo estas letras sobre un pupitre de madera con tintero de loza encastrado (adquirido este último por Internet) con su palillero y plumilla reluciente. Recipiente de tinta incluido.

 ¿Que no os lo creéis? Aquí tenéis una foto:

 

Habitúo y mucho a un íntimo amigo. Un ex alumno llamado José AntonioB padre de un ahora distinguido pívot del Unicaja. Me cuenta este, el padre y amigo, que de vez en cuando tiene trato con el Hermano Rafael. Yo siempre le digo que debemos de sacar un rato para poder visitarle y recordar aquellos tiempos que a pesar de ser tan  lejanos, aun permanecen, indeleblemente, en nuestra memoria. En nuestra actitud.

 Lo haremos. Lo prometo por  el Niño Jesús de Praga y por el Beato Marcelino Champagnat- al que al parecer han ascendido recientemente-  que en cuanto podamos organizarnos y pase este tiempo tan ominoso de tardes eternas y de calores insufribles, pasaremos a visitarlo y -si puede ser- poder clickear de nuevo una chasca (mi más oscuro objeto de deseo), y más aún -y si se tercia y le apetece- nos tire un borrador a la cabeza, haciendo un brindis al sol por el ínclito Pichi. ¿He dicho Pichi?  No! No lo he dicho. No he dicho Pichi en mi vida. Creo.

ROCKBERTO. A 7.000 KILOS DE DISTANCIA

  

 

ROCKBERTO. A 7.000 KILOS DE DISTANCIA.

 “Pues si! Hay gente que piensa que nosotros somos  made in Hong Kong y lo que pasa es que no se enteran lo que es Tabletom”

Yo estoy completamente seguro que tenemos implantado, en nuestra memoria, una especie de contador de situaciones que nos sirve de referencia para posicionar nuestros episodios vitales. Nuestros recuerdos.

 Si hicimos, por ejemplo,la Mili en el año tal, de ahí partimos para hacer según que cuentas.

 En ese contador figura que mi primer disco de Tabletom me lo compré en 1980. Si me apuras en el 79. Mezclalina se llamaba. Disco, por otra parte, que presté y no me ha sido devuelto, y que- aún sabiendo quien lo tiene- no lo pienso pedir. Pues nadie mejor que el puede tenerlo, verdad cateto?

 Pero sigo; también estoy seguro de que tenemos otro contador, este de ausencias, que no solo -en determinados caso- nos sitúa temporalmente, sino que además, cuando ya la lista se alarga demasiado, nos da el timbre de alarma y nos señala de que no solo pesan los años y los kilos, sino que también nos indica el irremediable peso de lo cercano de nuestro destino en esta vida, que no es otro sino el cese de lo que ahora nos pasa.

 

Cuando esto sucede -la aceptación de que gente mayor que nosotros que nos acompañaba en nuestra niñez, incluso me atrevería a decir en nuestra adolescencia, pasan a peor vida- te lo tomas con resignación porque es el orden lógico de la naturaleza. Que con lo que Dios da y el Rey ofrece, no hay mas remedio que joerse.

 Pero cuando te das cuentas de que los que se van son,los que  han frecuentado tu vida mas cercana, la cosa te da que pensar. Ya sabes, eso de las barbas de tu vecino…

 Ahora le ha tocado a las barbas de Rockberto; el gran Rockberto de Tabletom, que por cierto pasaba mogollón de lo que le pudiera dar Dios o de lo que pudiera ofrecerle el Rey. Una persona que- sabiéndolo él- me acompañó en algunos momentos importantes de mi vida,  y que  – ignorándolo- me acompañó, en formato vinilo o en directo, muchísimos más de las que el podría imaginarse.

  Ahora se ha ido el incombustible Rockberto. Ese alguien que, yo sabía a ciencia cierta,  no era Made in Hong Kong. Y que por supuesto, ninguno de los suyos, estaban hechos en Japón.

 Le decía el otro día a sus “Hermanos” Perico y Gloria: Tu verás como sale, Perico! Que este ha salido de muchas y gordas. Pero Álvaro…es que esta es muy gorda -me contestó-  y si sale, no va a quedar mú católico. Aunque eso de católico, ya lo dábamos por hecho.

 Pero, inesperadamente, salió. A los dos días me dijeron que estaba ya fuera del hospital y que ya volvía a las andadas con todo lo que le habían prohibido. Ni fumar ni beber. Expresamente.

Somos duros…Somos tipos duros

 

Ayer domingo estaba yo con amigos comunes  en Bolonia (Cádiz) y un afecto me envió un escueto mensaje acompañado de un link: Rockberto nos ha dejado, decía este mensaje.

 Me estremecí y mientras se bajaba en mi móvil el articulo de la Opinión de Málaga -creo recordar que era, no me hagáis mucho caso- ya estaba comunicando a los colegas la mala nueva. Desde ese momento no pararon los mensajes y las llamadas de cantidad de amigos que, sabiendo que estábamos lejos, pensaban que no sabíamos la noticia.

 Pero, ya sabéis… estas,  -y si son malas más- vuelan;  y esa mañana un  viento de Levante inclemente, se había propuesto ayudar a transportarla a toda velocidad desde Málaga. Un viento agorero que nos amargó el fin de fiesta.

 

No voy hacer ningún panegírico sobre Rockberto, pues hay gente con mas don para esto del plasmar letras en un papel que yo. Pero si quiero decir, que sentí una punzada de dolor al conocer la noticia de su muerte. Porque tenía conciencia de que Málaga acababa de perder alguien que detentaba, sin habérselo propuesto siquiera, el poder de convocatoria, el cariño y la admiración de alguna que otra generación de Malagueños.

 Rockberto se paseaba por su ciudad sabiéndose querido por lo suyos, que éramos legión; sabiéndose admirado y respetado. Y esa admiración y cariño, y respeto, es directamente proporcional al dolor que produce su lejano y apresurado viaje.

 Tómate un cateto enLa Campana a nuestra salud, Rockberto !! Aunque sea a 7.000 kilos de distancia, que no es poco.

 

 

Y es que Dios no es la espiga ni el minuto,

ni la azarosa Historia y sus abismos.

Dios es la copa, el chute y el canuto :

Los martes trece de nosotros mismos

 

ELEMENTUS

 ELEMENTUS.

 LLENA TU CABEZA DE LO QUE SEA.

 Uno, había perdido la afición y la buena costumbre de salir de noche por los locales de moda de esta ciudad. Porque uno, había dejado de salir por culpa, entre otras circunstancias, de la música altísima y atronadora y por los gritos de los asistentes;  por culpa de las apreturas;  de los calores asfixiantes y las atmósferas irrespirables por la  humanidad condensada en muy pocos metros cuadrados de sala de tortura. Y, sobretodo, por la  absoluta imposibilidad de entablar una conversación medianamente inteligible y sosegada. Tampoco necesariamente coherente, ya se sabe.

 Así que, resignado quedé, a las reuniones en domicilios particulares y salidas esporádicas -que no es poco, aclarémoslo-  y tenía asumido, chispa más o menos, que eso de salir de copas para oír a un buen grupo de música tocando lo que a mi me gusta, se había acabado para siempre. Porque no entraba en mis planes lo que hoy por hoy tenía a mi alcance, que era todo el horror que acabo de describir más arriba.

 No encontraba sitios de mi gusto que fuesen  recoletos y tranquilitos, mayfrén, que ya peinamos canas y nos sentimos en determinados lugares un poco fuera de lugar entre tanto tiñalpa chillón, chundachunda y refresquero.

 Pero, gracias a Mr. Natural, todo vuelve en esta vida.

 Y ahora, mira tu por donde y cuando llega el fin de semana, espero con ilusión que me lleguen los mensajes -vía Caralibro- con la programación mensual (o semanal) dela Sala Elementus para bichear qué  amigos (o no) tendrán el detalle de volver a llenar mi cabeza de rock, o de blues, o de flamenquito, o de pop. O de rhythm’ blues…o de teatro y de poesía; que pa tós hay.

 

Fíjate si hay pa tós, que si quieres rizar el rizo, puedes llenarte la cabeza  de sonidos secos a golpe de goles contundentes en el  futbolín de la casa;  de lo que sea. Llena tu cabeza de lo que sea.

Así que estoy feliz con haberme encontrado en este recodo de la vida con la Sala Elementus.

 Porque Elementus se ha transformado en una opción más que excelente para hacer eso que yo hacía antes – y que dejé de hacer, porque ya no lo aguantaba- , que no es otra cosa que salir a tomar unas copas con esos amigos directos y encontrarme, otra vez, con los inhabituales que siempre pululan por allí- y casi siempre-  para oír buenísima música en directo tocada por ellos mismos.

 Parque Jurásico que dice mi colega el cateto.

 Volver a oír a los músicosaurios de Málaga que yo creía estaban durmiendo en el Rincón de la  (v) Historia, o  hacerlo con los mitos aún en activo, eso es, cuando menos… es cuando menos un placer. Y una suerte.

 

Y eso es lo que me pasa ahora todas las semanas en Elementus – en la Avenida Juan Sebastian Elcano (frente al Opencor del Balneario del Carmen) está, para quien no lo sepa- que puedes cenar y tomar copas mientras te reencuentras con los viejos amigos. O haces nuevos.

 Porque hay noches que entre el humo de fuera y la música de dentro, se puede percibir -si tienes suerte y sabes mirar- deambular a Fali Villalba recién llegado de La Axarquía, o a Javier Espinosa con su violín y su cara triste y resignada.  A veces tienes que esperar a que el Pingüi se baje de la mesa -como hacía en la Buena Sombra, después de haber lanzado su discurso- para sentarte tú al lado.

 Porque hay noches que entre el humo de fuera y la música de dentro, te llegan sabores como aquellos tés con absenta de la tetería de Pepito el Anarca o los olores a cerveza derramada el la barra de madera del a Valdepeñense. O las birras con espuma de mar de la Paca del Vietnam…tantos recuerdos…tantas vivencias… Que ahora, y gracias al poder de convocatoria de mi querido Salvi, mi querido cateto, se recuperan desde el pleistoceno de nuestra vida en este local.

 Que es mucho más que un restaurante, que es mucho más que un local de copas;  que es  mucho más que una sala de conciertos.

 Elementus es el empujón definitivo hacia el rememorar –no he dicho nostalgia todavía- de tiempos vividos que fueron y que se hacen actuales  a base de anécdotas. Y que te encanta poder volver a vivirlas. Aquellos tiempos, si no mejores, si que fueron muy importantes. Pasaros por allí, está frente a los Baños del Carmen. No tiene pérdida, ¿Verdad? No tiene pérdida.

DESTINO: NORUEGA! (II)

DESTINO: NORUEGA! (II)

Llegamos, por fin, a la terminal de vuelos internacionales del Aeropuerto de Málaga. Descargamos el imponente equipaje y el autobús, agradecido y aliviado, se alejó mientra se tiraba, a modo de despedida, tres sonoros pedos de humo negro asfixiante por el tubo de escape debido el esfuerzo extra que le habíamos inflingido con nuestro mastodontico bagaje.

Podría pensarse que incido mucho en el tema del volumen del equipaje; incluso que exagero. Pues bien para abundar mas en el tema de lo desproporcionado de la impedimenta, comentaré que -además de todo lo anteriormente expuesto- se me ha olvidado decir que nuestro amigo Inuit, portaba un enorme acordeón que haría las delicias de nuestros potenciales espectadores nórdicos, y que además, porsi, llevábamos una importante selección de alimentos imperecederos (a la par que pesados) para prevenir indeseados episodios de hambruna.

Consistía este en una caja de avituallamiento que contenía un variado abanico de latas de conservas en su mas amplio espectro: Atún, anchoas, mejillones en escabeche, calamares en su tinta y a la americana, sardinas en aceite y en tomate, un innumerable surtido de latitas de foie grass marca La Piara…y para completar el elenco dos enormes salchichones y otros dos chorizos de igual calado. Otrosí: Un queso. Más que nada – a los chorizos me refiero- para que los salchichones no se sintieran capitidisminuidos  en comparación con los enlatados productos.

Acompañaba a los alimentos un afiladísimo cuchillo para cortar los embutidos, el queso y alguna otra cosa más, como  ya se verá más adelante. Mezepone la canne de gallina.

Llegamos por fin a los mostradores de embarque, con tan mala suerte que, por problemas de los que no llego a acordarme, dispusieron que viajásemos en primera clase. Esto empieza a arreglarse piensa, inopinadamente, El Varisto.

Así pues entran en el avión – vuelo IB 6253- con destino Londón. Se aposentan en unos amplios y cómodos asientos y durante las dos horas aproximadamente que dura el vuelo, no dejan de dar por culo a la zufáta exigiéndole  cervezas, medias botellas de vino, y  numerosísimas botellitas de espirituosos para acompañar el almuerzo y  que liban creyéndose los amos del mundo mundial. Ahiesná! Señorita! Un cafetito, si pué ser.

Llegamos a Heathrow. Salimos del avión medio melopeos y cargados con nueve  mantas de viaje, seis almohadas y un sinfín de material diverso que se componía esencialmente de pantuflas, antifaces y cositas de aseo personal; todo ello debidamente robado del avión que, parecía alegrarse  también de nuestra ida. Con lo que se produce otro incremento notable de peso en el equipaje a transportar.

Las amabilísimas zufátas nos despiden alegremente haciendo gestos de adiós con el brazo derecho. Aunque observamos, con desconcierto, que apoyan su mano izquierda en la parte anterior del codo derecho. A modo de corte de manga. Que zusdén peasos de merdellones! Nos dicen en un perfecto inglés. Que amables!  Nos decimos, y nos dirigimos a la sala de recogida de equipajes con la intención de hacernos cargo nuestro contenedor.

LONDRESSS !

Londres está dispuesto de una manera especial. Esta es: Los bancos…están tós juntos (enla City). Los restaurantes… están tós juntos (en la zona de Picadilly). Los monumentos mas importantes…  están tós juntos (Enla Zonade Houses of Parliament).  Las  tiendas de electrónica… están tós juntas (en la zona de Totteham Court Road). Los Hoteles… también. Mass o menosss claro.

El autobús de línea que tomamos en el aeropuerto londinense -no sé porqué- nos deja a las tantas de la noche en una desierta City, es decir en la zona de los bancos. En teniendo en cuenta de que esa aventura tuvo lugar en Octubre de 1977 – en plena eclosión del movimiento Punk en Londres, íbamos literalmente cagaos por la noche -cargados hasta las cejas-  temiendo que Johnny Rotten y sus secuaces nos atracaran, palicearan y por fin, nos sodomizaran. Mas que nada para darnos por el culo. Aunque lo que más nos temíamos era que Syd Vicious, nos escupiera y tirara tomates mientras nos hacían el acto. God Save the Queen.

Milagrosamente esa noche estaban de concierto por la parte de Chelsea y nosotros, no sabemos como, llegamos a la zona de la estación de St. Pancras y nos alojamos en un muy, muy coqueto hotelito de putas.

La dueña del hotelito, resulto ser una entrañable señora inglesa que nos trató de maravilla -rara avis en ese país-  y que nos deleitó a la mañana siguiente con un suculento desayuno continental (porque se llamara así?)  a base de tostadas, huevos con bacón y salchichas, café, mantequilla y mermelada. Ahí me hubiese quedado yo un par de semanitas. Nos dirigimos, pues, mediada la mañana, a St. Pancrass Station con la idea de tomar un tren que nos llevaría a la ciudad de Harwich. Puerto internacional en el condado de Essex y que es la puerta hacia el continente europeo. Llegamos a Harwich para tomar el barco Dana Regina (gemelo del Dana Corona) que nos llevaría a tierras Danesas. A Esbierj, concretamente; cada vez nos íbamos alejando más del nido protector.

Nos instalamos en el barco. Nos proporcionan camarotes en la parte económica del buque, y una vez aposentados, nos dedicamos a explorar el barco. Lo primero que hacemos es – como es norma- contactar con la tripulación y el staff de camarería del buque. Si quieres en un barco triunfar, con las camareras has de contactar. Así que a los cinco minutos ya teníamos una invitación formal para una fiesta en los bajos más bajos que se pueda uno imaginar en un barco. Actuación musical incluida.

Tratamos de comer algo del bufé libre, pero en esos tiempos, nuestros delicados estómagos españoles patrios, no estaban acostumbrados al enorme surtido de pescados ahumados que era en lo que consistía el repugnante bufé. Y pan negro, pá más INRI.

Así que nos dispusimos a engullir – con todo el dolor de nuestro corazón, y más por necesidad que por placer- un poco de arenque ahumado y frío como una culebra;  dos huevas momificadas de nosequé y un surtido de pescados lánguidos y pálidos en sus variedades de salmueras, ahumados, y marinados. Acompañados de un pan negro de centeno  inclemente que no ayudaba mucho a la vista. En defensa del bufé, diré que eran otros tiempos y que si nos sacaban de los platos de nuestras madres y abuelas, nos quedábamos absolutamente desconcertados.

Estábamos en plena travesía. En medio del Mar del Norte. No sé si se declaró una tormenta o que el susodicho mar está en permanente estado de cabreo. Salimos fuera a cubierta. El frío te calaba los huesos, la humedad, ni te digo. La noche era tan oscura como el sieso de Olav V (al que conocimos mas tarde) y el mar…el mar era de un negro cruel y azabache. Nunca, en mi vida había y he visto un mar tan negro. Tan desesperanzador e inquietante. Ni una luz en los horizontes de babor o de estribor. Y además caía fuerte y racheada la lluvia;  las olas empezaban a tomar una altura más que considerable. Decidimos pues, ponernos a cobijo y acudir a la fiesta de la tripulación que se estaba celebrando en las entrañas de la nave. En las profundidades del Dana Regina.

 Sacamos los instrumentos y empezamos una muy aclamada actuación por la beoda tripulación, mientras, la tormenta estallaba fuera fuera de sí; valga la repugnancia. (Producida por la ingesta de cadáver de pez).

Las camareras despendoladas, nos descubrían una forma muy peculiar de tomar la cerveza. Esta era: Pedías una jarra de Carlsberg y un chupito de Aqvavit que metías entero dentro de ella. A la media hora teníamos un mareo y un embuche mas que considerable.

La tormenta fuera se tornaba imposible. Fuerza 7 según Inuit que sabía -ya por entonces- de todo y sin necesidad de Wikipedia alguna.  No sabíamos si el mareo era producido por el estado del mar o por las innumerables libaciones del maldito Aqvavit. A través de los ojos de buey del barco, observábamos horrorizados como el barco subía hasta el infinito en el cielo de la noche muerta, para después, hundirse -en un interminable descenso en las gélidas aguas del mar del Norte. Inmediatamente volvía a subir para, otra vez inmediatamente, sumergirse de nuevo. Pensábamos que cada una de esas inmersiones sería la última. Sólo nos consolaba el estado pletórico y eufórico de la tripulación. Aunque no sabíamos a ciencia cierta si bebían porque estaban acostumbrados a esta situación o si bebían para despedirse adecuadamente de esta vida.

El Varisto se retiraba  a sus aposentos, dejando para los que siguieran detrás  – y para que sus compañeros no se perdiesen- un rastro pestilente de arenques ahumados, smørrebrød  y Akvavit por los pasillos de camarotes del Dana Regina que Alá confunda.

Llegamos por la mañana a la península de Jutlandia, a Esjberj, con un mar como una balsa y una resaca de mil pares de cojones. Pero contentos de estar vivos. Nos quitamos los salvavidas.

Pero aún teníamos que bajar del barco, coger un tren y meternos –tren incluido- en otro barco… así que…

Continuará…

La Buena Música (De Juan Gámez) Pink Turtle.

La Buena Música (De Juan Gámez)

Pink Turtle.

En cada entrega de Juan Gámez se observan dos circunstancias: La primera es la sensación cierta de estar asistiendo a una “Lección Magistral” Y ya sabes, ilusionado lo que te espera.

La segunda es, de nuevo otra sensación, que es la que –como maestro- te sugiere una tarea. Los deberes que se llaman; que no es otra cosa que ponerte a trabajar como una “Mula” Literalmente. Ya me entendéis.

Así que la “Mula” ya está trabajando para acercar a mi discoteca privada los trabajos de este descubrimiento -gracias Juan!- que ha supuesto para mi Pink Turtle.

Lo primero las sabias palabras introductorias de Juan Gámez. Lo segundo, una somera información sacada de la <Red por el autor de este blog y arrebatadas al blog de Nacho Valenciaga; y por último – y como siempre- una selección de vídeos del artista en cuestión: Pink Turtle en esta ocasión.

La introducción de Juan:

Hola Álvaro:

Aquí te entrego mi pequeña aportación de esta semana.

PINK TURTLE: EL ARTE DE LA RE-CREACIÓN

 Hay canciones que, a pesar de su inestimable calidad, las tienes un poco entre paréntesis; es decir, te gustaron en su momento, pero debido a una sobre-exposición en determinadas emisoras de radio o por un exceso de escuchas, las tienes como un poco “sobadas” y por supuesto desprovistas de la emoción que te produjeron en su descubrimiento.

Pero, amigo mío, eso tiene remedio cuando vuelves a oír esas mismas canciones en otras versiones y más que versiones, recreaciones, cuando el artista en cuestión que se atreve a grabar tal o cual tema, consigue, cambiándolas de ritmo, añadiéndole gotas de su propia personalidad o sorprendiéndote con arreglos sublimes.

Este es el caso que nos ocupa ahora con un grupo parisino llamado Pink Turtle, que ha grabado un par de CD’S en 2008 y 2010, llevando al terreno del jazz o el swing temas tan conocidos y sobaos como “Hotel California”, “Walk on the wild side”, o “Hey Jude” pongamos por caso.

Por lo que cuentan en su biografía es un grupo que procede nada menos que de finales de los 60, (fecha en la que se retiraron) para reaparecer convenientemente actualizados y renovados hará como 3 años.

En estos últimos tiempos han dado más de 200 conciertos, nos visitaron el pasado año en el Festival de Jazz de Vitoria y han actuado en Suiza, Bélgica, Holanda, Suecia, Marruecos, Túnez o Brasil, casi siempre dentro del circuito de Festivales de Jazz.

Si quieres volver a disfrutar de grandes composiciones de la música moderna pero reinventadas “de otro modo” escucha a PINK TURTLE.

Si estás interesado un poco más en ellos vé a su página     www.pinkturtle.fr

La Información de Nacho Valenciaga:

1969: Los Pink Turtle se retiran de la música, víctimas de su propio éxito, tras una multitudinaria gira que les llevó a actuar sobre algunos de los mejores escenarios del mundo…»

 

Así de escueta, y como si de una broma se tratase, reza su biografía oficial. El caso es que si hacemos caso a ésta sucinta anotación, 40 años después de su separación los parisinos «Pink Turtle» vuelven a reunirse en 2008. Con las pertinentes reformas, convenientemente actualizados y renovados, aunque eso sí, con la misma calidad inherente a su trabajo, y que es capaz de aunar en un mismo proyecto a siete magníficos y virtuosos músicos, con sus siete magníficas y bien templadas voces, y sus correspondientes dispares instrumentos.

Patrick Backqueville (trombón y voz); Michel Bonnet (trompeta y coros); Pierre-Louis Cas (flauta, clarinete, y coros); Christophe Davot (guitarra y voz); Jean-Marc Montaut (piano, triángulo, y coros); Stéphane Roger (batería, tabla de lavar, y coros); y Laurent Vanhée (contrabajo y coros), nos ofrecen todo un simposio estilístico de jazz-pop-swing, en el que abandonando el estricto y serio ademán jazzístico, persiguen el tono humorístico y desenfadado de «Les Luthiers», mezclado con la grandiosidad armónica, orquestal, virtuosísta y sonora de la «Glenn Miller Orchestra».

«Pop in swing» es el álbum que nos presentaron en 2008, en el que revisan con clave de swing algunas de las más importantes composiciones de la historia de la música. Pero no esperéis encontrar versiones al uso. Más bien podríamos decir, que nuestros siete protagonistas de hoy pretenden emular al fantástico «Rat pack» de Frank Sinatra, Sammy Davis, y Dean Martin, realizando unas geniales y «golfas» interpretaciones, que consiguen no dejar a nadie indiferente.

Y es que viendo el «track listing» del disco, uno comprende que éstos franceses se atreven absolutamente con todo, y tamaña osadía les lleva a diseccionar y reinventar canciones como: «Smoke on the water» de «Deep Purple»; «How deep is you love» de los «Bee Gees»; «Walk on the wild side» de «Lou Reed»; «The logical song» de «Supertramp»; «Money» de «Pink Floyd»; «Every breath you take» de «Police»; «I love rock ‘n’ roll» de «Joan Jett»; ¡o incluso en mismísimo «Higway to hell» de «AC/DC»…! No os lo perdáis, es una auténtica genialidad…

Y ahora, los vídeos. Que Los disfrutéis.

DESTINO: NORUEGA! (I)

DESTINO: NORUEGA! (I)


EL PRIMER VIAJE DE PARCHE (I)

Nunca se olvidan las primeras veces de cualquier cosa. De hecho, ocurre que las últimas si se olvidan rápidamente. Cosas de la edad supongo. Pero las primeras… las primeras permanecen, indeleblemente, en nuestra memoria. El primer beso. La primera pelea seria. El primer coche. El primer viaje a donde fuese. El primer amor. El primer desengaño. El primer cigarro después del primer kiki y, por consiguiente, la primera cara de atontao.

Puedo recordar con profusión de detalles, la primera vez que visité Londres- pongamos de ejemplo- de las diez o más veces que he estado. De la última vez, apenas recuerdo algunos detalles sueltos; y si estos acuden a mi mente, no sé discernir si eso que recuerdo ocurrió en el último viaje o en uno anterior. Pero del primero, me acuerdo mucho.

Las primeras veces, tienen un rango especial en la memoria. Grabadas a fuego en ella. Por eso, nunca jamás se me olvidará…

MI PRIMER VIAJE DE TUNA: DESTINO NORUEGA.

Sería por la bisoñez propia que te da la edad, esa que va desde el pavo hasta la salida de la adolescencia. Poco más de 20 muescas en la culata de la vida; pero este viaje –al fin y al cabo- lo recuerdo con un cariño especial. Por lo didáctico.

Pertenecía el futuro Father Gorgonzola a la Excelentísima y muy Venerable Tuna de la Facultad de Económicas de Málaga (esto ya lo he dicho muuchas veces) y aparte de rondas… actuaciones  benéficas (en beneficio propio casi siempre)… contratos… y parches, había otra actividad que fascinaba a todo componente de esta (y de todas) egregia Tuna de Económicas: Los viajes.

Los viajes, podían ser financiados por una entidad (casi siempre -en este caso- por el Patronato de Turismo de la Costa del Sol) o podían ser organizados por algún componente avezado en los temas organizativos de la propia Tuna. Estos eran los llamados Viajes de Parche, pues tirábamos kilómetros por la borda a fuerza de trueque. Yo pongo la música, tú pones la manteca. Colorá a ser posible; y así hasta el infinito y más allá.

Así que, de esa manera, mi querido amigo Rafalito –futuro diplomático que ya se adivinaba-  se encargó de la organización y de apalabrar las actuaciones previamente concertadas con los incautos Cuerpos Consulares de allá por donde pasáramos y que habrían de sufrir nuestros elaborados números musicales. Tour Europeo.

Así pues, se organizó un viaje que tendría como comienzo en nuestra ciudad: Málaga! Después vendrían….Londres… Harwich… Esbjerg… Copenhagen… Oslo… y vuelta pa casita con el mismo itinerario. Nada del otro mundo -como se puede observar- para unos avezados viajeros que NO éramos nosotros.

Como quiera que este era nuestro primer viaje de “parche” incurrimos involuntariamente en una serie de novatadas y errores técnicos que no solo nos hicieron el viaje inolvidable a la par que dificultoso, sino que también, nos sirvió de referencia para establecer una guía del “Que no hacer” en los sucesivos periplos que fueron, afortunadamente, muchos.

Con lo único que debíamos de correr cada uno de nosotros, de una forma particular y onerosa, era con los gastos de traslado en avión a Londres. Ida y vuelta. Una vez desembarcados en Heathrow, dependeríamos de nuestros propios recursos musicales y de los contratos (Más bien rondas a hijas casaderas de embajadores) que había conseguido nuestro ínclito organizador: El llamado Rafalito. Contratos que -hay que indicar, para no distraernos en menudencias aclaratorias-, no salió ninguno. Aunque eso aún no lo sabíamos. Tour Euro Pedo.

Así que unas semanas antes del inicio, dedicamos la recaudación de los parches autóctonos para la adquisición de los billetes de Iberia que nos aseguraba no solo la ida, sino lo más importante… la vuelta.

Como novatos que éramos, aún desconocíamos, desgraciadamente, la impedimenta adecuada para ese viaje.

O para cualquier otro. Así que cada uno llevaba – sin pararse a pensar que era un recorrido con múltiples etapas, y sin medio de transporte propio alguno- tal cantidad de cosas inservibles, que cuando nos juntamos –para salir hacia el aeropuerto de Málaga- llevamos tal cantidad de bultos y equipajes que hubiésemos necesitado una partida de porteadores africanos para realizar nuestra inexperta y pipiola aventura a quien sabe donde. Porque en realidad, no teníamos ni la más remota idea de adonde nos llevaba el destino. Ni Rafalito.

Pongamos ejemplo ilustrativo:

Father Gorgonzola  -en adelante El Varisto- llevaba en una maleta proporcionada a su tamaño y dejada en depósito -con advertencias sumarísimas en cuanto al trato a infligirle-  por su hermana La Urdes. Una maleta enorme de piel clara (Que le habían regalado por boda) con unos preciosos correajes (Dos de ellos) que reforzaban el cierre de la susodicha. Lo único descuidado en la puta y carísima maleta, eran las bisagras de cierre; pero de eso ya hablaremos más adelante. Zuputamadre, la de la maleta digo, claro; no la de mi hermana)

Bien, tras suponer los fríos que nos esperaban en las heladas tierras del Norte, El Varisto iba provisto de: dos pantalones vaqueros, uno de pana para el impenitente frío que se nos avecinaba, uno de “Tergal” para las recepciones en las embajadas quel íolagranputa organizador, nos había preparado.

Llevaba asimismo camisas idóneas que complementasen los pantalones… ropa interior suficiente para 15 días sin posibilidad de lavado- Tres pares de zapatos y sus pertinentes pantuflas. Negros de vestir para el Traje de Grillo y para asistir a las inexistentes recepciones en las embajadas…botas de ante para el tránsito cómodo por las tres capitales europeas y unas informales zapatillas de deporte “Keds” para cuando la indumentaria “Casual”, así lo requiriese. Una buena chamarreta impermeable y una cazadora de ante completaban el ciclópeo equipaje. No olvidemos el traje de Tuno completo, capa incluida. Ni el pijama!!!!!

Portaba también un considerable neceser y un botiquín de primeros auxilios que, a la postre, fue usado muy oportunamente. Muy oportunamente, repito.

Adornaba ese mundo inabarcable de kilos con una guitarra metida en su flamante estuche. Y dos cajas de discos (Lp’s de vinilo)  que pesaban lo indecible y que era su parte correspondiente y pretendían vender a todos los majarones guiris vikingos que se pusiesen a tiro y, suponían optimistamente, harían cola para arrebatárselo de las manos a golpe de billetes de 10 Coronas.

Los demás… chispa más o menos. Bueno…menos. Pero algún que otro incauto portaba además bandurria y laúd, para según que escala tocar en tal o cual interpretación musical… Todos, no lo olvidemos, con el complemento inexcusable de sus dos pesadísimas cajas de vinilos correspondiente. Un puto dislate.

Esperábamos en la Plaza del Obispo (Bishop Square) a que dos reconocidos tunos bajasen desde su casa a la plaza a la hora que ellos acostumbraban. Es decir –tal y como dicen los expertos avícolas- a la hora que a ellos les salía de los huevos. No horarios. Quéspere el avión!

Baja el primero, llamémosle Afilado, con su inconmensurable carga de maleta, vinilos, bandurria y laúd. Baja el segundo componente y hermano de este –al que llamaremos LuisC. – con una carga similar que no era sino una maleta  enorrrrmeeee… los vinilos…la guitarra en su estuche adecuado, y poco más. Este, parecía que se lo iba a montar mejor que las otras desgraciadas mulas de carga.

No obstante, en cuanto pone el pie en el suelo de la calle, a golpe de chasquido ¡¡¡Tchak!!!Se le rompe el asa de la maleta. Así, nada más pisar la calle. Y ante la imposibilidad de cambiarla debido al retraso –Ya sabéis a la hora avícola que habían bajado- Trinca la maleta como si de un bebé se tratase y nos hace cargo (nunca mejor dicho) de su guitarra y de su parte correspondiente de cajas de discos. Porlacara.

Una verdadera locura!!!

Salimos en tropel los arriesgados viajeros : Urelio, Afilado, Inuit, LuisC, Rafalito, y un servidor: El Varisto; que ya empezaba, a este último, a olerle a chamusquina este proyecto que distaba mucho, mucho, mucho, de lo que el se imaginaba y de haber empezado.

Así que nos vamos al cercano Postigo de los Abades con la intención de coger el autobús de Iberia que nos debía trasladar al Aeropuerto de Málaga para tomar el avión con destino a Londres.

Pedimos a la agradable azafata nos abra el maletero del autobús para meter el quintal métrico de equipaje; una vez escorado el vehiculo- debido al peso de este- iniciamos el camino traqueteando a pos de la aventura. See  you later Málaga. Ahítequéas!

Ya íbamos terriblemente agotados.

Continuará…