EL DR. HOUSE Y EL BLUES.
Normalmente pienso siempre eso de “Zapatero (no confundir con nuestro electo presidente) a tus zapatos”
Quiero decir con esto que, muchas veces, la intromisión de gente famosa en determinado campo que no es el suyo, suele acabar en fiasco.
Por eso me ha sorprendido el nuevo disco – ¿se llaman así todavía? – de Hugh Laurie – el inefable Dr. House de la pequeña pantalla. Si, me ha sorprendido muy gratamente.
La serie House me cae muy bien. Me gusta. Puede que sea porque es casi lo único que veo en televisión con cierto interés. Lo demás, salvo las Noticias y -por supuestisimo – los Documentales de la 2 que todo el que se precie de intelectual jamás se pierde uno, los demás programas de la tele los veo /oigo en una suerte de zapping-reojo-soslayo-refilón.
A lo que vamos. Hugh Laurie es un tío que me cae bien. Su personaje también. Entre otras cosas por una que voy a comentar:
Odio profundamente cuando un actor coge una guitarra en una secuencia de una película o un film y cantando -por exigencias del guión- pone los dedos retorcidos sin ninguna lógica encima del mástil de la guitarra haciendo un remedo de nota musical. Casi todos ponen la peseta y los cuernos. Queda fatal, por muy poco que tu cultura guitarrera no salga del La-Re-Mi. Todos mayores para mas INRI.
Pero no es el caso de Hugh Laurie; de House, que de vez en cuando, suele tocar alguna pieza al piano o a la guitarra en su serie y lo hace francamente bien para dedicarse a esto del actuar y no a lo musical.
Vamos a lo que vamos:
Ha sacado, Hugh Laurie- un trabajo llamado “Let Them Talk” un excelente -para un actor- trabajo en clave de blues que tendríais que prestarle la debida atención.
Para ilustrar este post, que mejor que sus propias palabras: y al final de ellas una relación de los temas que componen su álbum. Y por fin -entre medio- alguna demostración de cómo lo hace el maléfico Dr. House.
Estas son sus palabras:
«No nací en Alabama en 1890s. Puede que ya se hayan dado cuenta. No me he
alimentado a base de granos, cosechado para un patrón, o montado en un vagón de
tren. Ninguna gitana le vaticinó algo alguna vez a mi madre cuando nací, y no
hay ningún perro demoniaco en mi camino… hasta donde sé.
Dejen que este disco muestre lo que en realidad soy: un ingles de clase media,
transgrediendo abiertamente las melodías y la música del mítico sur americano.
Como si eso no fuera suficiente, encima soy un actor!!!: uno de esos bobos
mimados que no ha ido ni siquiera a la panadería en mas de una década y es
incapaz de encontrar el camino al aeropuerto sin un asistente niñera. No me
sorprendería encontrar que tengo tatuado algún carácter chino en mis nalgas. O
en el hombro, da lo mismo.
Y para peor de todo, acabo de romper la regla de oro del arte, de la música y de
mi carrera: los actores se supone que deben actuar y los músicos deben ocuparse
de la música. Así es como funciona. No compras pescado en el dentista o le pedís
al plomero consejo financiero, entonces por que escuchar a un actor que canta?
La respuesta es: No hay respuesta. Si te importan el origen, la procedencia y la
genealogía, entonces deberías buscar en otro lado, no tengo nada para ofrecerte,
nada que te interese.
Empecé mis clases de piano a los 6 años conla Sra Hare.Ella debe haber sido
una buena mujer, probablemente; pero en mis retorcidas memorias la recuerdo como
una bruja verrugosa que me intimidaba con brasas ardientes llamadas Do-Re-Mi. Lo
resistí por alrededor de 3 meses, machacando las teclas a través del «Libro
Elemental del Piano Vol. 1″, hasta que llegamos a «Swanee River» de Stephen
Foster.
(Ah, al pasar les cuento que Foster también fue un transgresor: nació en
Pennsylvania y nunca en realidad estuvo en Swanee River, ni puso un solo pie en
Florida, que adoptó la canción como su himno en 1935)
Ahora, difícilmente puedan decir que «Swanee River» es un blues tradicional, en
una de sus primeras ediciones fue calificada como una «melodía etíope», pero
está mucho mas cercano al genero que las cancioncitas francesas y las danzas
polacas que componían el resto del maldito libro.
Bueno, el día llego, yla Sra Haredio vuelta la pagina: «Swanee River» leyó,
mirando a través de los anteojos que imagino para ella, 45 años después. Y
luego, con una mueca en sus labios peludos continuó «‘Negro Spiritual – Slightly
Syncopated. Oh Dios no!…..» Con eso ella dio vuelta la página rápidamente y
pasó a «Le Tigre Et L’Elephant» o a alguna otra infernal pesadilla, y con eso mi
relación con la instrucción formal de la música terminó.
Y entonces, un día, una canción surgió en la radio, estoy convencido que fue «I
Can’t Quit You Baby» por Willie Dixon, y toda mi vida cambió. Un pequeño agujero
de gusano se abrió para mi y caí en el País de Las Maravillas. Desde entonces,
el blues me ha hecho reír, llorar, bailar, co….bueh, este es un proyecto ATP,
por lo que no puedo decir exactamente TODO lo que el blues me ha hecho hacer.
En el centro de este nuevo Reino Mágico, allá bien alto en la montana (lo que
muestra que tan poco sabía yo en ese entonces) se encontraba la ciudad de New
Orleans. En mi imaginación repleta de balbuceantes melodías llenas de música,
romance, alegría, desesperación; su ritmo penetraba en mi torpe mentalidad
inglesa y me hacia sentir tan feliz… y tan triste, yo simplemente no sabia que
hacer conmigo mismo.
New Orleans fue mi Jerusalen.
Ahora, la pregunta de por qué un inglés adolescente blandito fue tan
profundamente tocado por la música que nació de la esclavitud y la opresión en
otra ciudad, en otro continente, en otro siglo, es para que una docena de
especialistas la contesten antes que yo: desde Korner a Clapton, desde los
Stones hasta Jools Hollands. Digamos mas fácil que simplemente sucede.
Durante la siguiente década, me devoré a todos los guitarristas que encontré:
Charley Patton y Lead Belly, que fue un genio, como lo fueron también Skip
James, Stripper Blackwell, todos los Blinds (Lemon Jefferson, Blake, Willie
Johnson, Willie McTell), Son House, Lightnin’ Hopkins, Bo Diddley, Muddy Waters,
y tantos más que estaríamos acá toda la noche nombrándolos.
Y luego vinieron los monumentales pianistas: Pete Johnson, Albert Ammons, Meade
Lux Lewis, Roosevelt Sykes, Leroy Carr, Jelly Roll Morton, Champion Jack Dupree,
Tuts Washington, Willie «The Lion» Smith, Otis Spann, Memphis Slim, Pinetop
Perkins, Professor Longhair, James Booker, Allen Toussaint y el increíble Dr
John.
Me inclino más al piano que a la guitarra porque se queda en un solo lugar, que
es lo que más me gusta hacer. Las guitarras llevan a los pies a desplazarse
incansablemente de un punto a otro. Me gusta estar sentado.
Y en cuanto a los cantantes, la lista es enorme, pero cito solo 2 nombres en
ella: Ray Charles y Bessie Smith.
Estos tremendos artistas vivieron al día, todos ellos conociendo el precio de la
hogaza de pan, y la mayoría pasaron momentos de gran escasez en su vida. Es
decir, ellos tienen las verdaderas credenciales, y por ello los respeto tanto
como a cualquier otro, posiblemente más.
Pero a la vez, no podria nunca soportar ver esta música confinada en una jaula
de cristal, bajo el honorable nombre dela Cultura: «Solo Para Ser Manejada Por
Respetables Ancianos De Color». Así se cava la tumba, para el blues y para todo
lo demas, para cualquier cosa. Shakespeare sólo siendo interpretado en el The
Globe, Bach siendo solo tocado por alemanes circunspectos. Es una tremenda
formalidad, y rezo para que Lead Belly nunca esté lo suficientemente muerto para
garantizar que esto suceda.
Asique esta es mi única credencial, mi tarjeta de presentacion, que espero que
me lleve desde las cuerdas de terciopelo del escenario a sus corazones. Amo esta
música, tan auténticamente como se que se siente, y quisiera que ustedes la amen
también. Y si ustedes sienten una centésima parte del placer que he obtenido de
ella, estamos todos mas alla de cualquier juego». HUGH LAURIE -MARZO 2011
«LET THEM TALK»
«St. James Infirmary» (Louis Armstrong / Snooks Eaglin)
«You Don’t Know My Mind» (Lead Belly)
«Buddy Bolden’s Blues» (Jelly Roll Morton)
«The Whale Has Swallowed Me» (J.B.Lenoir)
«John Henry» (Memphis Slim / Snooks Eaglin)
«They’re Red Hot» (Robert Johnson)
«Six Cold Feet» (Leroy Carr)
«Joshua Fit The Battle Of Jericho» (Sister Rosetta Tharp)
«After You’ve Gone» (Bessie Smith /Fats Waller)
«Swanee River» (Ray Charles / Dr. John)
«Police Dog Blues» (Blind Blake)
«Tipitina» (Professor Longhair)
«Whining Boy Blues» (Jelly Roll Morton)
«Baby, Please Make A Change»(Mississippi Sheiks)
«Let Them Talk» (James Booker)
BONUS TRACKS
«Guess I’m A Fool» (Memphis Slim)
«It Ain’t Necessarily So» (Louis Armstrong)
«Low Down, Worried and Blue» (Dr. John)
LA BANDA
Jay Bellerose (drums)
David Piltch (bass)
Greg Leisz (guitar, dobro, mandolin)
Patrick Warren (keys)
Kevin Breit (guitar, tenor, mandolin)
With horns arranged by Allen Toussaint
GUEST VOCALS
Dr. John
Irma Thomas
Sir Tom Jones
Filed under: MISCELANEA | Tagged: Dr. House, House, Hugh Laurie, Let them talk |
Ni idea de ques este típo era músico. Es verdad que queda horripilante ver a un actor poner los dedos de cualquier manera como si interpretara la gutarra. Al menos al piano no se le ven los dedos
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No es este el caso, el borde del doctor es un consumado guitarrista y pianista.
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