H.K. BROWNE Y DICKENS

Hoy se cumplen los doscientos años del nacimiento de Don Carlos Dickens. Ya sabéis ese autor que nos puso el corazón en un puño a base de hospicios, niños indefensos y maltratados con una enorme variedad de malvados que le hacían la vida imposible a esos niños o a sus familiares.

Lo se; es una pamplinada y una frivolidad definir así, de esa manera,  a Don Carlos y a su obra. Pero es que tengo una deuda de malos ratos contraída con él; porque en mi niñez  y gracias a Colección Historias de Bruguera, a Clásicos Juveniles  y a los libros que mis padres me compraban de jovencito (casi todos del Circulo de Lectores) , me di cuenta  de la cantidad de putadas que sufrían los pobreticos huerfanitos. O el avaro de turno.

Pero no solo los huerfanitos y demás, ¡ Allons nous a la pollille!  Porque en la realidad de esa época -la Victoriana-, la clase baja y pobre, era bajísima y paupérrima y las pasaban putas; y la clase alta y rica, era altísima y era riquísima y vivían como Lores. Nunca mejor dicho. La clase media, tenía que trabajar como mulos para llevar una vida digna.

Compartió Dickens época tardía con Stevenson, Wilde, Stoker, Carroll o Conan Doyle. Todos ellos, autores que  conformaron parte de la literatura juvenil de Father Gorgonzola. Así que puedo decir que fui en mi niñez y juventud muy victoriano. Mas que nada, también, porque me crié en el Barrio de la Victoria malagueño, también llamado del “chupa y tira”. Y eso, quieras o no, marca (Por lo de victoriano, digo) Posezo.

Recuerdo perfectamente las lecturas -de Dickens-  en mi niñez  por culpa de David Copperfield; pero sobre todo por Oliver Twist  y por el Cuento de Navidad. Pobretico Scrooge!

A Oliver Twist, me enganché, primero por el libro, ya te digo. Y después por una película musical magnifica dirigida por Carol Reed  y protagonizada por un extraordinario Oliver Reed como el malísimo Bill Sikes, o un fantástico Ron Moody como el inigualable y sinverguenza jefe de los niños ladronzuelos: Fagin. Unas enormes interpretaciones

La oscarizada banda sonora de esa película, compuesta por Lionel Bart, ocupó durante una buena temporada mi picú de aquellos días. Absolutamente preciosas. La película y la música.

El cuento de Navidad tenia para mi el atractivo -también  en las  posteriores  versiones  cinematográficas- de ese  deje cuasi futurista que representaba el poder viajar hacia atrás o hacia adelante en el tiempo. Todo para ver sufrir al protagonista de turno, el citado Scrooge.

A pesar de lo insustancial de estas aseveraciones, tengo que decir que Charles Dickens (el también sufrió en sus carnes el presidio de su padre, el trabajo despiadado, las deudas de la familia y el trato deshumanizado-) ha sido un autor que en mi niñez me acompañó durante no pocas noches. Aunque fuese a golpes de suspiros de alivio: por no haber vivido -aún siendo de clase media- durante el reinado de aquella Reina Victoria. Q.E.P.D.

He realizado una presentación en Power Point con las ilustraciones originales  (bastantes oscuras y desalentadoras) de los libros de Don Carlos Dickens, y creados en su mayoría por H.K. Browne. Y he puesto como banda sonora uno de los temas de la película Oliver!  Que  -como ya he dicho antes-  dirigió de una manera magistral Carol Reed. Y, vuelvo a repetirlo, una banda sonora soberbia de Lionel Bart.

Podéis bajaros este trabajo desde aquí:

https://skydrive.live.com/redir.aspx?cid=9b5ad4b7dbd9e872&resid=9B5AD4B7DBD9E872!2408&parid=root

Que lo disfrutéis.

A %d blogueros les gusta esto: