Luis Centeno. Poemario I.
No es difícil hacer una glosa o un panegírico acerca del trabajo de una persona cercana. De su obra. Vaya si es fácil según que casos.
Sobre todo si esa persona sobre la que escribes, no es otra que tu mejor amigo. Desde la adolescencia. De pocas personas, puedo decir la fecha desde la cual nos conocemos. De Luis si: nos conocemos desde el mes de Agosto de 1.974. Alhama de Granada.
Hace ya 36 años.
Luis Centeno es un hombre polifacético en esto de las artes. Es actor de teatro y televisión. Me encanta ir por la calle con el y hacerme pasar por su representante. ¿Te acuerdas Luis?
Es un gran guitarrista y compositor. Es un enorme y sensibilísimo cantante con una magnifica y personal voz. Y también, y lo mejor… es un entrañable poeta. Sobretodo, es un entrañable poeta.
Llevo muchísimo tiempo detrás de que Luis, mi irrepetible e inevitable amigo, (Como el dice: Tu y yo somos inevitables el uno para el otro Alvarito)) para que me deje echarle un vistazo a su obra poética que yacía en una tumba de cartón y polvo soportando varios cambios de domicilio.
No significa esto, que no haya seguido escribiendo –que lo ha hecho- significa que su obra mas antigua estaba olvidada en el ángulo oscuro del salón. Como el jodido arpa del Gustavo Adolfo.
Una de las características con que mi amigo Luis adorna y describe mi existencia es con la inmediatibilidad (sic). Si algo, creo yo que debiera de hacerse, ha de hacerse de inmediato. No vayan a pasarse las ganas o la ilusión. Inmediatibilidad, ya te digo.
Así que cuando me dije de hacer una selección de poemas de Luis, con la ayuda de mi compinche José María Centeno- hermano del poeta que es- logramos convencer a este para que exhumara los viejos escritos, los pusiese junto a otros de nueva creación y que, pasando del pudor que le intervenía, me hiciese entrega del legajo de marras.
No sin el recelo y la mirada aviesa de sus hermanas que llevaban años tratando de recopilar su obra para ordenarla, encuadernarla- y si fuese oportuno- editarla.
¡Pero que se jodan! Fueran tenío cuidiao.
Luis me dice….No pueden estar en mejores manos que la tuyas, Alvarito. Y nos tomamos otro chupito; brindando. Le prometo también que toda publicación por mi parte, le será remitida previamente para su visado y su conformidad.
Empezamos bien, ya esta primera no se la mando. Aunque también, es verdad, que le arranqué en el ultimo momento de la noche, la potestad del escriba.
No pueden estar en mejores manos que las tuyas, Alvarito, repite. Esperemos que no se arrepienta de sus palabras.
Tengo por costumbre, efectuar entregas literarias en tramos de 12 poemas. Esta vez no lo hago así. Esta vez lo haré sin ninguna estructura preconcebida ni jerarquía temporal.
Lo haré –como dice otro amigo poeta- como me salga de los cojones. Y así se hará.
Leed atentamente estas letras. Con el corazón. Leed atentamente estas letras, pues a veces, son tristes y a veces apasionadas. Siempre bellas y salidas de los despojos del amor. De la soledad, del desengaño.
Leed atentamente, pero con cuidado. Corréis el peligro de caer a mil besos de profundidad. A Thousand kisses deep.
04.04.10
01.30. A.M. (con Pedro Fajardo)
Vuelvo al bar,
De las putas, el silencio y el aluminio
A derramar mi lascivia en una copa
Porque hacer el amor, ya no me toca.
Creo que puede rimar, que para mi es nimio
Intentar reanimar lo que he perdido.
No me apetece hacer un boca a boca
No subo nada aquí, no me apetece.
Simplemente, me siento tan tranquilo,
Que cuando, para mi, la luna se adormece,
Deja de estar mi corazón en un vilo.
Ya no echo de menos nuestro roce,
Y no creas, tampoco lo lamento.
Sólo si un día te digo: Que mal me siento,
Procura llamar al 112
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