DENTRO DEL LABERINTO AZUL

DENTRO DEL LABERINTO AZUL

 


El significado del color azul


“El azul es un color fresco, tranquilizante  y se le asocia con la mente, a la parte más intelectual de la mente.  El azul representa la noche. El azul marino, nos hace sentir relajados y tranquilos, como el inmenso y oscuro mar durante la noche

 

El azul claro y el azul cielo, nos hacen sentir tranquilos y protegidos de todo el alboroto y las actividades del día; también es aconsejable contra el insomnio. El oscuro azul de medianoche, ejerce como un fuerte sedante sobre la mente, permitiéndonos conectar con nuestra parte femenina e intuitiva. Demasiado azul oscuro, puede producirnos depresión.

El azul ayuda a controlar la mente, a tener claridad de ideas y a ser creativos. .

Palabras claves del color azul: estabilidad, profundidad, lealtad, confianza, sabiduría, inteligencia, fe, verdad, eternidad. Azul marino: conocimiento, lo mental, integridad, poder, seriedad., salud, curación, frescor, entendimiento, tranquilidad.”(sic)

 …

 

Es mi querido patrón literario -y sin embargo amigo- Miguel Ángel Cumpián, muy recurrente con el color azul. Le encanta, para que vamos a negarlo

 Lo afirmo contundentemente porque de color azul es su pueblo de cabecera Chefchaouen. De color azul, son las cuartillas donde escribe para disgusto del escriba, empleado fiel y nada oneroso que es; de color azul es su Teletubby favorito: Tinky Winky; si, el moña. Es más, sabiendo como es dialécticamente de apretao, si tuviese un gato, este sería invariablemente, triste y azul.

 

Ahora por fin, y para procurarme confort y comodidad (eso se cree él) en cuanto a orden y concierto, ha decidido escribir sus dimes y diretes en un cuaderno, por supuesto también azul. Cartapacio que me ha sido entregado con esa determinación que solo dispensan, en ocasiones, los autores a su escriba de confianza«Generalmente ganamos la confianza de aquellos en quienes ponemos la nuestra». Dijo Tito Livio; que por cierto, todavía no me he enterado quien era su sobrino.

 Es muy recurrente mi amigo Miguel Ángel Cumpián, con el color azul, repito. Tanto, tanto que daría algo por tener junto a su ojo marrón, otro azu lado.

 Figuran dentro de este laberinto azul -en un tropel anárquico y caótico- una serie de escritos que yo debo de ordenar, traducir y transcribir, con un pellizco de mi propia cosecha. Porque, al fin y al cabo, es la tarea que me tiene asignada. Porque forma parte de mi cometido en este empleo  -por ahora, que ya hablaremos- no remunerado.

 

 

¡Porque vive Dios! Que no es tarea fácil y si ciertamente enojosa; pero que realizo -es verdad- con sumo agrado, entrega y complacencia.

 

Azul…Todo en este articulo es azul. La letra …es azul, las imágenes…azules son……incluso la música -que, a modo de despedida y refresco, inserto al final de este articulo- también dispone de la misma tonalidad.

 

Disfrutad con la palabra del Vate Cumpián; dicho esto (lo de Vate) sin ánimo de pulla o retintín. Y no me refiero con lo de retintín, al perro del Cabo Rusty.

 

CRÓNICAS CUMPIANAS

 DENTRO DEL LABERINTO AZUL

 

# 01 VACACIONES EN FRANTZIA. Daban vueltas y vueltas los buitres buscando la carroña. Pero sólo era frontera en Nafarroa. La frontera que divide  a los vivos y a los muertos; la delgada línea roja. Bidarray, preciosa. Mis gracias a Patricia que nos acogió en su casa de verano para huir ella de sus cosas y yo de las mias. Y en esa huida, la huida nos unió. Yo espero que esa unión no la perdamos nunca y que sea, hasta que la muerte nos separe.

 

 

 #02 LAS OVEJAS VECINAS. Sin previo aviso para nosotros, las ovejas invadieron los pastos. A una señal de baja frecuencia ovejuna, nos miraron y delimitaron su lugar con una altivez tan admirable como nuestra perplejidad. Nosotros, las mirábamos y ellas a nosotros. Ellas no dejaban de comer y nosotros de beber. En perfecta armonía. Parecía que todas las cosas estaban en su sitio; compartíamos el calor y la música. A veces, parecía que ellas bebían y nosotros pastábamos.

 

 

#03 EL RECREO. Ansioso espero la hora del recreo para salir al patio del colegio y comerme el bocadillo de pan con chocolate que mi madre me había preparado y darle bocados mirando a mis compañeros. Yo, aún, no sabía del amargor del chocolate negro ni de los compañeros que iban desapareciendo; y con una avidez recreativa, daba bocado tras bocado. Aún espero la hora del recreo para mirar a mis compañeros y para comerme, el bocadillo de chocolate amargo que me había preparado mi madre con todo el amor del mundo.

 

 

 # 04 LA HUÍDA – EL INTENTO (A Mikel) Diez minutos en silencio en la parada del tranvía, diez. Un pitido… nueve; otro… ocho; otro… Mirando a la pared de enfrente -Atxuri- sin decir nada; tal vez porque  había nada que decir o porque no había que decir nada. Diez minutos en silencio dicen muchas cosas; es un tiempo perdido o quizás, un tiempo ganado. Ahora ya no recuerdo que pensamos durante esos diez minutos. Pero me acuerdo de que fueron diez minutos justos. Cualquiera sabe lo que estaríamos pensando en ese tiempo tan justo. En silencio.

 

 

 # 05 LOS ALEGRES RIOS. Los contrafuertes aguantaron miles de años las iglesias románicas.¿Cuanto aguantarán los contrafuertes que nos mantienen vivos antes de rodar colina abajo, y convertirnos en arena de riberas de los alegres ríos?

 

 

 

 

 Hala!!!

 

 

A %d blogueros les gusta esto: