LOS NUEVOS

GOLFOS APANDADORES

“Miedo… Tengo miedo.”

 Marifé de Triana

Antes estaba alarmado e intranquilo..bastante  preocupado. Pero ahora, con las cosas que estoy viendo, ahora estoy atemorizado. Lo que se dice acojonado porque no sé a donde vamos a llegar.

Tengo miedo…Mucho miedo. No voy a citar todo el sinvergonzonerío -porque sería inacabable- instaurado en la sociedad de este país de miserables ambiciosos y arribistas.  Esos mismos que nos han llevado al mas absoluto y deprimente desencanto. A la más desesperanzada decepción. A la ruina.

Citar que la mujer del Ministro  Margallo (por poner un último ejemplo) se va a la empresa que la emplea, con un suculento contrato de la Comunidad de Madrid de casi cinco millones de Euros, debajo del sobaco, es deplorable. Los sobres de dinero negro para la cúpula del Partido Popular, es  lamentable… Los escándalos de los ERE… casi imposible de creer. Pero todo pasa en este mundo carente de dignidad y de honra.  En este país de Cacos Bonifacios. En este mundo de nuevos Golfos Apandadores.

Son demasiados los ejemplos de fraudes los que continuamente se suceden. Demasiados para que una sociedad los soporte sin ponerles freno ni cortapisa. ¿Y que le vamos a hacer, si los que debieran de hacerlo, son los compadres, compinches, o peor aún, los beneficiados de aquellos que los realizan?

Tengo miedo de lo que se pueda liar. De que el pueblo lo dé todo por perdido (ya sabéis, la esperanza, la ilusión…) y se eche a la calle a cortar gaznates. A  los banqueros inmisericordes, codiciosos y cicateros. A los políticos indolentes e indiferentes con la situación de un  pueblo al que, supuestamente, representan. A esos indeseables, sin clase ni categoría, que a golpe de comisión y recalificaciones, han montado su imperio de los sinsentidos exclusivo y  tremendamente ordinario.

Tengo miedo y mucho, insisto, de que  el ciudadano de a pie -que se queda sin salario- emplee su ultimo dinero en comprarse una navaja y se eche al monte de la ilegalidad. Tengo miedo, también, de que las fuerzas del orden -hartas igualmente- no pongan coto a los desmanes que se adivinan van a suceder. Y como empiece esto, no va a haber quien lo pare! ¡¡ Que pena de democracia, tan maltratada y ninguneada!! Que pena!!!

!Tanto trabajo, para nada!

Por muy poco listo que se sea, cualquiera puede oler en el ambiente lo putrefacto que está este sistema donde no cesan, continuamente, de cometerse bochornosos casos de injusticias; de casos de favoritismo inaceptables.

Porque -fíjate que tragedia- todos ellos quedan  impunes: Casos de estafa, de robos, timos, desfalcos, farsas, tramas, engaños…Sigo? Esto es un corral de íodelagranputas que quedan indemnes, sin castigo. Protegidos los unos a los otros. Porque todo – y cuando digo todos, digo todos-  se preservan y resguardan entre ellos.

Después la chica que se encuentra una tarjeta en la calle y compra 200 € de pañales y comida para sus hijos… Dos años de cárcel!!!

Tengo miedo, sí!  Mucho miedo! A una revolución en puertas provocada por esta caterva infinita de mal nacidos sinvergüenzas.

¡¡¡¡YA ESTAMOS HARTOS!!!!

Con la que está cayendo, y con lo que queda por venir, que esta panda de granujas desvergonzados se estén enriqueciendo de manera tan incontrolable cómo ilícita, es inadmisible y peligrosísimo. Porque no se crean que se van a ir de rositas. No, que no se lo crean.

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