EL MURO DE LOS AFECTOS
Aquel que siga este blog, habrá alguna vez leído algo acerca de mi “Muro de los Afectos” ¿Y que es eso del Muro de los afectos? Se preguntará la mayoría.
Pues es -nada más y nada menos- que un muestrario de cariño; un repertorio de amistad y fidelidad. Un lugar privilegiado en mi guarida personal donde colgadas de las paredes -que ya son dos- están eternizadas las muestras de afecto que, en los últimos y no tan últimos tiempos, he estado recibiendo de mis buenos amigos, que son -felizmente- muy muchos.
Una sala de trofeos incruenta donde la palabra afectuosa se codea con los dibujos; la tinta con la pintura. El grabado con la fotografía. Y la prosa… con la poesía. Hasta la música, si nos ponemos.
Firmas y dedicatorias en sus trabajos que no son sino ofrendas generosas que me hacen los incondicionales y que me llenan de orgullo. De satisfacción y de honra.
De esa manera, cohabitan -todos los afectos- en una especie de comunidad de vecinos bien avenida que tienen como vínculo la amistad que a mí me pertenece.
Una reunión mágica donde Luis Centeno vecindonea con Miguel Ángel Cumpián a causa de dos preciosos poemas. También lo hacen -mientras les reprende por eso de la métrica- con el mismísimo Juan Miguel González que recuerda a Álvaro Souvirón, en la parada del 15 preparándole su menú para la cena de cumpleaños a base de Basiliscos Tritones y Pegasos. Un Chicharro-perdiz y un boquerón indómito anchoado.
Asiste a la cena Antonio Abril. No solo con caricaturas y otros dibujos, sino, además, con la única foto íntima y personal, que he colgado y colgaré en este Muro. Si él no estuviese ”En presencia física” no estaría plenamente justificado en este Muro, el calificativo “Afecto”
Jose Luis “Tato” Zambrano tiene también un sitio en el muro de enfrente con su trabajo. Y no para de hablar con un Noni Gaviño: “Para mi especial amigo Álvaro, por lo que de especial tiene”. Otro cantamañanas que tuvo la poca delicadeza de abandonar este mundo sin pedirle permiso a nadie. Ni tan siquiera a sus amigos. ¡Y ya van dos!
Una foto de Brooklyn dedicada por el fotógrafo barcelonés Josep Marin -mi Azafata`s Brother- va sumándose a estas muestras de cariño. Sin olvidar una mención especial y cariñosísima de mi Directora de la Escuela Oficial de Idiomas y un dibujo a lápiz y ceniza de Andrés Mérida que no es sino el representado de su íntimo Juan Rambla. Él, sobrino putativo que es, que es el que se lleva la parte de mi afecto y que sabe que, todavía mantiene conmigo un compromiso adquirido..
El precioso grabado de mi querido Eduardo Guille, el 9/50. Que pronto estará junto al Taillefer otoñal neoyorquino. Y un “Con cariño para mi amigo Álvaro, de Perico”. Del Tabletom Ramírez
Una pared llena de aprecio y de estima; de ternura y de consideración. Unas paredes -porque ya son dos en el mismo cuarto- y que van perdiendo el blanco porque están, poco a poco, siendo conquistadas por los agasajos que acompañan a tantos años de amistad. Muchos años de ternura que ocupan el lugar debido no solo en mi memoria para siempre, sino también, el lugar de honor que les corresponde: En mi Muro de los afectos. Una guarida muy acogedora y entrañable para compartirla con viejos amigos.
Filed under: MISCELANEA | Tagged: Alvaro Souviron, Andres MMérida, Antonio Abril, Antonio Gaviño, Beatriz Taillefer, Eduardo Guille, Josep Marin, Juan Miguel Gonzalez, Luis Centeno, Perico Ramirez, Tato Zambrano |
Querido Tito Alvaro, no puedo sino agradecer que me hayas incluido en tu muro de afectos, honor al que viendo sus componentes, no me creo merecedor, pero efectivamente no he olvidado el compromiso que tengo adquirido contigo y que espero cumplir pronto.
Por otro lado he de felicitarte por tu ultima entrada mashup, me parece espectacular y chulisima, todo un descubrimiento gracias al Tito.
Un abrazo de tu putativo.
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