ALMUECÍN DE LAS NUBES

ALMUECÍN DE LAS NUBES

Unas fechas explicativas:

Rockberto González se fue para siempre un Domingo de Junio doce. Nos enteramos allí donde los vientos vuelan despiadados:  En el sur del sur; mientras rehacíamos el equipaje huyendo de esos levantes inhóspitos y desapacibles que nos anticipaban la vuelta.

Aunque eso, que es otro contar, sucedió ya a 7.000 kilos de distancia.

Otro Domingo… Esta vez de Julio; veinticuatro. Una llamada del Poeta Juan Miguel González propicia el arranque de una amistad en una primera reunión en la Plaza del Obispo. La entrega, firmada y dedicada a este que suscribe, del documento que ahora viene, no es otra cosa que el leitmotiv de este escrito: Un poema, un precioso poema, que Juan Miguel -entre otras muchas cosas, Letrista de Tabletom- le escribe y dedica, poco después de su muerte, al carismático amigo y cantante de este grupo: Rockberto: El compadre de los gatos, el consuegro de los grillos.

Almuecín de la nubes, se llama.

No sé –aunque yo lo intuyo- la recurrencia que tiene el poeta con las nubes. Cosa que por otro lado a mi me encanta; porque no hay mejor sitio donde estar, según están las cosas en este Mundo de Iniquidad como bien dice el otro Poeta Paco Cumpián. En la Nubes. Mejor estar en las nubes.

Y ahora la historia:

Juan Miguel González me entregó este “Poema a la memoria de Rockberto González. Cantante de Tabletom” (sic) en aquella reunión en la Plaza del Obispo. Con el comentario añadido de que Perico “Tabletom” Ramírez ya lo tenía en su poder y le estaba componiendo la música que se merecía.

¿Quien mejor que él? Nos dijimos.

Otra Fecha; que no es otra que la del Miércoles siete del mes de Septiembre.

Recibo una llamada de Juan Miguel para -amablemente- invitarme a otra reunión, acompañados esta vez, de sus secuaces literarios. Acepté encantado y a la espera me hallo de concretar el día.

También me comentó el que Perico tenía ya compuesta la música del poema y que debían de verse para ajustar texto y melodía. Así que -como tiene que ser- decidí que era ya el momento adecuado para obtener la anuencia del músico –pues ya tenía la del letrista-  e insertar este bellísimo poema en este Ateneo’s Alas con Secuencias.

Así se lo dije al poeta. Y así lo hice…Llamé al músico.

Perico, siempre tan cariñoso, amable y generoso conmigo, estuvo encantado con la idea que yo tenía en mente. Con la propuesta. Este tema -que formará parte del nuevo trabajo discográfico de los Ramírez Brothers- tendría su presentación en este blog. No puedo estar más contento. No puedo, estar más orgulloso.

Sopesé la idea de escanear el texto para que, así, figurase la firma del poeta . Pero la impaciencia- esa enemiga invencible que siempre me acompaña- no me lo permitió.

Y también, porque ese texto firmado, destaca ya enmarcado y orgullosamente situado en mi “Muro de los Afectos” y me dice, cada vez que lo veo y releo, todo lo que me tiene que decir.

Disfrutad -a la espera de la música- de la letra del Poeta Juan Miguel González. Alguien que ya –por derecho adquirido- conforma una parte muy importante, como inquilino perpetuo, de este trozo de ciberespacio.

A la memoria de Roberto González

Cantante de TABLETOM

ALMUECÍN DE LAS NUBES

Tu machaco decente y tu sombra harapienta

tu voz estrangulada, que ladraba y mordía,

soledad que a la sola libertad daba cuenta,

cigarra de la noche, que calcinaba el día.

Compadre de los gatos, pariente de las cabras,

libertador del blues a lo Pepe Marchena,

si al mundo te cerraste, tu leyenda no abras

a quienes no entendieron tu impaciencia y tu pena.

Pocos saben por qué en tus manos ardía

la bala de Van Gogh y el pájaro de absenta.

Sentado en el abismo llorabas tu alegría,

almuecín de las nubes que amenazan tormenta.

Muerto estás. Distraído. Libre ya del verano,

de los cumplidos lutos y las tediosas loas.

Apenas te traté, pero te quise, hermano,

consuegro de los grillos y el blanco con anchoas.

Juan Miguel González.

Málaga, Julio de 2011

TABLETOM EN CONCIERTO. 30 AÑOS DE ROCK.

La idea de realizar este post sobre el concierto 30 años de Rock de Tabletom, me vino -como muchas cosas pasan- por casualidad. A través de un enlace en el Caralibro del reencontrado émulo Carlos López Linares.

Un enlace, que me lleva, irreprimiblemente, a otro, y a otro y a otro… Y así a los temas que conforman el citado concierto. Pero no queda la cosa ahí:  El DVD grabado en la Sala Vivero de Málaga y magníficamente realizado por Mario Delgado, se complementa con un Extra donde una entrañable Señora madre de Perico y Pepillo narra con profusión de datos los comienzos artísticos de los hermanos, el historial de música clásica de la familia Ramírez y multitud de detalles que yo desconocía  (o conocía poco y de oídas) de los comienzos de Tabletom. Del propio Rockberto.

Impagables la anécdotas del gitano enviado por Camarón de la Isla al domicilio familiar preguntando por “El del pito” a la madre de Pepillo y la otra que yo ya conocía -por el propio Salvi, coautor del estribillo- de cómo se gestó el tema “Me estoy quitando”. (Sólo me meto de vez en cuando)

Este Extra es un paseo por la historia del grupo Tabletom. Un paseo acompañado de Camarón, de Kiko Veneno, de Raimundo Amador, de Los delincuentes…

Como quiera que siempre me da por pensar si no será intromisión el -en este caso- agrupar los videos que conforman el concierto y colgados uno a uno por Hizem en Youtube, dudaba yo si realizar este post. Pero como quiera que, no es esto, sino una relación de enlaces directos al trabajo tanto del que lo ha subido (Hizem) como del productor del fantástico DVD (Mario Delgado), Artquimia y  -por supuesto- al propio grupo Tabletom… y, además, como decía Rockberto:

«La piratería es legal porque la música, el arte, es gratis, al menos el auténtico, porque se hace para que todo el mundo disfrute con él. Todo lo que se vende se corrompe. La industria es la primera pirata. Ellos crean la ley y la trampa».
«A mí me encanta que me pirateen, me gustan los piratas aunque no tengan barco, aunque lo perdieran en Trafalgar»

 

…Me decido a elaborar este post, aunque -por supuesto- no constituye este, acto alguno de piratería. Sí de homenaje. De agradecido homenaje.

Viva Porups!!! Vivas Hermanos!!! Viva Polula!!! … Balambambúm (Rockberto dixit)

Que Viva Tabletom para siempre. Eso lo digo yo.

Que lo disfrutéis:

DIAS DE AMASQUILLOS

Contadas veces un post se sostiene solo como le pasa a este.  Sobran las palabras introductorias de este humilde escriba, pues toda la atención debe de recaer sobre el poema que ahora, viene a continuación. Un poema de una belleza extraordinaria.

Sonará, a mas de uno, algún retazo que se incluye en el “Blues de Rockberto” de los amigos Tabletom. Algún retazo solo, pues los textos de los temas del grupo amigo, rara vez  siguen al pie de la letra los poemas del autor por mor del encuadre musical.

Este es el texto integro que está dedicado a su amigo el filósofo Julio Quesada, tío que es del común Jose Antonio.

Leed lo que a continuación viene; no una, ni dos, sino tres veces -yo lo he hecho muchas más-  y veréis hasta donde podéis llegar a través de la palabra de Juan Miguel González. Ya lo veréis.

Lo dicho ni una sola palabra más. Me cuesta, pero lo hago…Y me callo.

DIAS DE  AMASQUILLOS

 

 

Porque ya no hay agüilis ni siquiera en Periana,

ni desde calle Ancha se escucha “El Melillero”,

porque nunca podré citarte en “La Campana”,

en portugués te silbo, Julito, este bolero.

 

Porque te recolgabas del coche de caballos,

y un canequi en el trole te dabas del tranvía,

por aquellas rabonas llegando el mes de mayo

(Venid y vamos todos con flores a María)

 

Por la Sigrid con trenzas -Colegio de Gamarra-

de noche atravesabas, sin luz, La Pellejera,

con zapatos Gorila de Calzados Segarra,

miopemente armado de espada de madera.

 

Eres lo que quisiste: un hombre a palo seco,

un mojado asteroide en Anís Machaquito.

Los pájaros buscaban el Sur de tu chaleco,

y el mar te coronó de boquerones fritos.

 

Robín de las canicas, Don Juan de Mortadela,

el Jabato con Dugan de aquellos futbolines.

En el pikú del barrio sonaba Maruzzella,

Y el Moderno otra de Eddie Constantine.

 

Silba la floreada del Cuerpo de Bomberos,

y dinos cuantas mónadas contiene el berberecho.

Contra “El fin de la Historia”, Armando Manzanero,

y por cada utopía dos pollos para el pecho.

 

Perenne en “Casa el Guardia”, una orla mereces,

cuya leyenda diga, en oro y tinta china:

“Las roscas que en Campillo no se comió, con creces,

Venus recompensó, aquí, con conchas finas”.

 

Que por igual te quieran las liebres y los gatos,

y tanto las mujeres, que parezca mentira.

Que retorne aquel niño de los viejos retratos,

que al puerto, de la mano, llevaba Doña Elvira.

 

Retorna siempre, Julio. Que no sepa Caronte

que por óbolo llevas Caramelos Quesada,

que estarás aspaíto por fumarte un Bisonte,

y el en Duque echarán “ La Túnica Sagrada”

 

 

ROCKBERTO. A 7.000 KILOS DE DISTANCIA

  

 

ROCKBERTO. A 7.000 KILOS DE DISTANCIA.

 “Pues si! Hay gente que piensa que nosotros somos  made in Hong Kong y lo que pasa es que no se enteran lo que es Tabletom”

Yo estoy completamente seguro que tenemos implantado, en nuestra memoria, una especie de contador de situaciones que nos sirve de referencia para posicionar nuestros episodios vitales. Nuestros recuerdos.

 Si hicimos, por ejemplo,la Mili en el año tal, de ahí partimos para hacer según que cuentas.

 En ese contador figura que mi primer disco de Tabletom me lo compré en 1980. Si me apuras en el 79. Mezclalina se llamaba. Disco, por otra parte, que presté y no me ha sido devuelto, y que- aún sabiendo quien lo tiene- no lo pienso pedir. Pues nadie mejor que el puede tenerlo, verdad cateto?

 Pero sigo; también estoy seguro de que tenemos otro contador, este de ausencias, que no solo -en determinados caso- nos sitúa temporalmente, sino que además, cuando ya la lista se alarga demasiado, nos da el timbre de alarma y nos señala de que no solo pesan los años y los kilos, sino que también nos indica el irremediable peso de lo cercano de nuestro destino en esta vida, que no es otro sino el cese de lo que ahora nos pasa.

 

Cuando esto sucede -la aceptación de que gente mayor que nosotros que nos acompañaba en nuestra niñez, incluso me atrevería a decir en nuestra adolescencia, pasan a peor vida- te lo tomas con resignación porque es el orden lógico de la naturaleza. Que con lo que Dios da y el Rey ofrece, no hay mas remedio que joerse.

 Pero cuando te das cuentas de que los que se van son,los que  han frecuentado tu vida mas cercana, la cosa te da que pensar. Ya sabes, eso de las barbas de tu vecino…

 Ahora le ha tocado a las barbas de Rockberto; el gran Rockberto de Tabletom, que por cierto pasaba mogollón de lo que le pudiera dar Dios o de lo que pudiera ofrecerle el Rey. Una persona que- sabiéndolo él- me acompañó en algunos momentos importantes de mi vida,  y que  – ignorándolo- me acompañó, en formato vinilo o en directo, muchísimos más de las que el podría imaginarse.

  Ahora se ha ido el incombustible Rockberto. Ese alguien que, yo sabía a ciencia cierta,  no era Made in Hong Kong. Y que por supuesto, ninguno de los suyos, estaban hechos en Japón.

 Le decía el otro día a sus “Hermanos” Perico y Gloria: Tu verás como sale, Perico! Que este ha salido de muchas y gordas. Pero Álvaro…es que esta es muy gorda -me contestó-  y si sale, no va a quedar mú católico. Aunque eso de católico, ya lo dábamos por hecho.

 Pero, inesperadamente, salió. A los dos días me dijeron que estaba ya fuera del hospital y que ya volvía a las andadas con todo lo que le habían prohibido. Ni fumar ni beber. Expresamente.

Somos duros…Somos tipos duros

 

Ayer domingo estaba yo con amigos comunes  en Bolonia (Cádiz) y un afecto me envió un escueto mensaje acompañado de un link: Rockberto nos ha dejado, decía este mensaje.

 Me estremecí y mientras se bajaba en mi móvil el articulo de la Opinión de Málaga -creo recordar que era, no me hagáis mucho caso- ya estaba comunicando a los colegas la mala nueva. Desde ese momento no pararon los mensajes y las llamadas de cantidad de amigos que, sabiendo que estábamos lejos, pensaban que no sabíamos la noticia.

 Pero, ya sabéis… estas,  -y si son malas más- vuelan;  y esa mañana un  viento de Levante inclemente, se había propuesto ayudar a transportarla a toda velocidad desde Málaga. Un viento agorero que nos amargó el fin de fiesta.

 

No voy hacer ningún panegírico sobre Rockberto, pues hay gente con mas don para esto del plasmar letras en un papel que yo. Pero si quiero decir, que sentí una punzada de dolor al conocer la noticia de su muerte. Porque tenía conciencia de que Málaga acababa de perder alguien que detentaba, sin habérselo propuesto siquiera, el poder de convocatoria, el cariño y la admiración de alguna que otra generación de Malagueños.

 Rockberto se paseaba por su ciudad sabiéndose querido por lo suyos, que éramos legión; sabiéndose admirado y respetado. Y esa admiración y cariño, y respeto, es directamente proporcional al dolor que produce su lejano y apresurado viaje.

 Tómate un cateto enLa Campana a nuestra salud, Rockberto !! Aunque sea a 7.000 kilos de distancia, que no es poco.

 

 

Y es que Dios no es la espiga ni el minuto,

ni la azarosa Historia y sus abismos.

Dios es la copa, el chute y el canuto :

Los martes trece de nosotros mismos

 

EL BLUES DE ROCKBERTO

Ayer me comunicaron que Rockberto habia fallecido. Reedito este post que elaboré el 14 de Julio de 2010 como primer homenaje a este enorme personaje.

Descansa en Paz, Rockberto.

Decía así:

No sé que me toca más el corazón: 

 Si la foto del maestro, o el poema del insigne.

 Ambos dos.

 
 

Siempre metío en «Casa el Guardia»

y una orla te mereces en oro y tinta china

Porque nadie en verano vende

polos de pana

 

Por eso en portugués te silbo,

te silbo maestro este bolero.

 

Y eres lo que quisistes:

un hombre a palo seco,

mojado asteroide en anís Machaquito

los pájaros buscaban el sur de tu chaleco

y el mar te coronó

con una corona de boquerones fritos. 

 

 
 
 
 
 
*En la foto: Rockberto de Tabletom
Poema de Juan Miguel González
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