EL FESTIVAL DE CASARABERMEJA

 

A finales de los 70’s , Luis Centeno era un conocido y reputado cantautor malagueño.  

 Como se daba la circunstancia de que poseía una estupenda y particular voz y tocaba la guitarra estupendamente, tuvo a bien musicar muchos de sus poemas que de esa manera quedaron transformados en canciones

 Daba recitales en no pocas instituciones de la ciudad así como en diferentes centros de enseñanza donde cosechó muchos éxitos y, por que no decirlo, un nutrido grupo de seguidoras que babeaban con las letras románticas del bicho.

 También era cierto, que para sacarse sus buenos duros, se presentaba a diferentes festivales de Málaga y la provincia y que por mor de su buen hacer –y también por la pléyade de buenos músicos que le acompañaban- conseguía ganar muchos de ellos. Pasta gansa.

Eran algunos de sus músicos –entre los que se encontraba el que suscribe, como guitarra acústica y armónica- eran, digo, reputados músicos del momento. Yo no, aclarémoslo.

 Antonio Luis Gil –hoy guitarra y arreglista de Danza Invisible. Alberto Von Thode, José María Alonso (que nos hacia el favor), Ángel Céspedes. E incluso su afilado hermano que daba unos preciosos trinos al laúd o a la bandurria que quedaban la mar de resultones.

 Nos presentábamos a muchos y esta, es la historia de uno de ellos: El Festival de la Canción de Casarabermeja.

Corrían tiempos convulsos. Acababa de morir Don Claudio. Tiempos politizados donde la canción de denuncia política y de reivindicaciones autonómicas copaban todo el sector de la canción en España. Sobre todo la de los cantautores. Más si cabe en Andalucía.

No se podía decir que Luis fuese un cantautor comprometido- aunque tuviese, ni que decirlo tiene- sus inquietudes politicas y democráticas. Claro que si.

Pero no iban sus textos por ahí. No.

No iban sus textos, digo, reclamando libertades ni desplegando banderas. No.

El seguía arrugando tálamos y regando jardines, a golpe de poemas. Musicados o no. Diciéndole a las periquítas que sentía vacía su almohada y cosas asi.

Sigo…

Surgió la oportunidad de concursar en un festival que se desarrollaría en el pueblo de Casarabermeja.

 

Vio – con ese olfato que Dios le ha dado, -es evidente-  que podía haber tema y se puso a componer la canción a presentar al concurso de marras – en teniendo en cuenta, claro que si, lo que se cocía en esos momentos en Andalucía.

Formó un grupo de amigos músicos acompañantes que al final se transformó en élite. Compuso una aturrullada canción hablando de  tierras verdes (En Casarabermeja !!!) y de campesinos laboriosos (En Agosto!!!). Y la ensayamos hasta el hastío. Hasta el estío, mejor podríamos decir, dado el calor que hacía.

Préstame tu pueblo amigo

Préstame tu sierra verde

Que quiero vivir  tranquilo

Hasta el día de mi muerte

Y cosas así. Masssomenossss.

Llega el día del Festival de la canción de Casarabermeja.

Salimos en tropel desde Málaga en autobús. Tós juntos: Cantautor…músicos….un montón de amigos…y groupies. Ah! Y las hermanas del cereal poeta que nunca faltaban…

Llegamos al pueblo con un calor del millones de demonios. Y entramos en el recinto donde se celebraría el concurso. Justo al lado de una enorme piscina junto a la cual se celebraría un posterior ágape para las autoridades, invitados distinguidos y participantes en el evento. Un refrigerio que se llamaba antes.

BIENVENIDOS AL IV FESTIVAL DE LA CANCION DE CASARABERMEJA

Decía una enorme pancarta.

Comienza el festival.

Se van desgranado las actuaciones poco a poco. Observamos que todas las composiciones de  los participantes tienen un componente de denuncia política que tiran patrás. Y que cada vez que se aludía al campesino rebelde, a la bandera blanca y verde, al cacique explotador o a la madre que lo parió, el público estallaba en aplausos. Exaltación política! Muera el capital! Y eso de que el pueblo unido jamás sería vencido.

 

Se enciende el piloto del concursante poeta. Luis Centeno que es. Y esgrimiendo un bolígrafo azul  Bic- Cristal. Nos amenaza: Ninios…una estrofa mass! Hay que hacer una estrofa masss. Y no dice nada más.

Ansin nos quedamos ö

Y llega nuestro turno. Ha llegado el momento de la verdad.

Subimos. Nos sentamos comenzamos a tocar y… empieza la actuación…

Préstame tu pueblo amigo

Préstame tu sierra verde

Que quiero vivir  tranquilo

Hasta el día de mi muerte

Y tal…y tal… y tal…

Hasta que por fin llega la última estrofa; y sin haberla ensayado… Canta el vate:

Dicen tantas cosas tuuyassss

No se si serán verdaaaad.

Pega tres enormes rasgueos de guitarra. Nos callamos los músicos como putas… y con un impresionante vozarrón grita:

Peeerooo es que Casarabermeeeejaaaa …

Mee suenaaa a miiiii a liberrrrtaaaaaaaaá!!!!

 

Y acabamos todos tocando -con la boca abierta de la sorpresa- como si lo hubiésemos ensayado mil veces mientras  los asistentes puestos de píe vitoreaban al  joven cantautor malagueño que tan bien había retratado el espíritu andalucista del pueblo y aplaudiendo a rabiar. Viva Casarabermeja!

Primer premio nos dieron. Tal y como te lo digo, Rodrigo! Copa de plata y tres mil duros.

COLOFÓN.

Como fin de fiesta, ya he comentado antes, que habían preparado un ágape. Estábamos todos alrededor de las mesas, donde habían colocado un surtido muy variado de viandas, esperando a  que las autoridades civiles y militares, acabasen el discurso apropiado.

Entre todas las viandas habían dispuesto tres enormes bandejas de melón con jamón con una pinta exquisita.

Nada mas acabar el último discurso, el grupo de músicos, de amigos,  de groupies,  de hermanas y el propio vate, rodeamos a la velocidad de la luz las tres bandejas de melón con jamón. Para un segundo despues, dar un paso atrás y dejar las tres bandejas con el melón incólume pero sin rastro alguno de jamón a la vista de todo los demás comensales.

Una vergüenza, Opá. Una vergüenza.

Horas más tarde, el conductor del autobús tuvo que meternos uno a uno en el vehículo a golpe de descabello.

Y el día que a mi me falte el sol

Meted mi cuerpo en la sierra verde

Para que pueda sentir vida

En vez de muerte.

 

Muerte, lo que se dice muerte…la que llevabámos nosotros bajando hacia Málaga con una resaca impenitente; en una carretera imposible, y que era un mar inacabable de curvas. Zuputamadre!

Por la jerola! baby. Por la jerola! Yaa te digo.

 Casarabermeja. Circa 1976.

Anuncio publicitario

Una respuesta

  1. Y no sería Casarabonela.? Me creerías Casabermeja? He buscado Casarabermeja en la Wiki y no la veo. Misterio. Estuve? No estuve? No me acuerdoooo

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: