LA MIRADA ESPECIAL DE EDUARDO GUILLE.

(Cincuenta años no son nada)

“La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría,

una dimensión que desemboca en la soledad”

 (Pablo Neruda)

 

Hace un par de días, tuve el placer de asistir a la presentación del libro de mi Brother in Arms Eduardo Guille. “Málaga, dibujo a dibujo” se llama dicha obra. El placer primigenio se transformó en privilegio cuando los intervinientes en dicha presentación, además del autor, fueron los dibujantes Luis Ruiz Padrón y Ángel Idígoras, también queridos y admirados amigos. Ambos “padrinos” coincidieron en una apreciación sobre las capacidades creativas que todo artista plástico debe acomodar a su obra para hacerla singular y representativa de su estilo personal.

En este caso –como pintor y dibujante que es Eduardo–  hablaron sobre la mirada especial que aplica este a los edificios de Málaga que él dibuja; en cómo se fija en los rincones especiales, en las perspectivas adecuadas, en la óptica oportuna que su experiencia como fotógrafo profesional  le dicta para sacar el mejor rédito a cada uno de sus dibujos. Un libro este, añado yo, que está llamado a formar parte de la sección más exclusiva y personal de la biblioteca de todo amante de la arquitectura, del dibujo y de la información rigurosa y detallista de cada edificación de nuestra ciudad. Un catálogo que es de ilustraciones bellísimas llamado a ser cuando se complemente (espero yo entusiásticamente) con futuras entregas, un inventario de la nómina de edificios peculiares que pueblan nuestras calles.

CINCUENTA AÑOS NO SON NADA.

Ahora, vamos a lo nuestro.

Manejo una amistad veraz y sincera desde hace ya medio siglo con Eduardo Guille y desde el principio, compartimos aficiones y características comunes. Es por eso, que la camaradería y el aprecio –a pesar de los años transcurridos– permanece firme e inapelable. Al principio nos unió la pertenencia a la Pandilla del Escalón de Conde Ureña, la admiración sin límite hacia Bob Dylan; después llegó más música y formamos un grupo de música folk y tradicional americana llamado “Half Dólar” y por fin, la amistad que yo mantenía –cuando nuestros destinos se separaron– con su mujer mi querida Bea Taillefer que volvió a reunirnos.

Pero hay otra cosa que nos une. En la presentación de su libro, indicó al público que llenábamos la tercera planta de la Librería Proteo, que su comienzo artístico con el dibujo fue debido a la necesidad de expresarse. Decía, que las cartas de los Reyes Magos más que letras contenían dibujos que representaban los deseos del niño que era entonces.

 Era, y sigue siendo, nos dijo un gran tímido. Al igual que yo, que soy otro gran tímido. Ese retraimiento y cortedad nos generaba un esfuerzo extra para comunicarnos fluidamente para, como decía Neruda, “no desembocar en la soledad” pero ese afán –al esfuerzo extra me refiero– nos hizo más fuertes y decididos y nos obligó, me meto yo también, a suplir esa carencia de decisión y determinación usando otras armas: las técnicas artísticas, el ingenio, el sentido del humor y la perspicacia. Nos propusimos, y lo así lo hicimos, el subirnos a los escenarios con lo que eso conlleva de exposición pública. El refugiarnos en esas prácticas artísticas, nos llevó a relacionarnos  con el ambientillo  musical y del teatro de aquella época y aún, en otro sentido quizás, seguimos en ello.

Qué queréis que os diga, al final mereció la pena apechugar con esa circunstancia, aunque yo –como le pasaba al Dr. Rajesh Ramayan «Raj» Koothrappali, de la serie The Big Bang Theory– siempre haya tenido que tomarme algún que otro chupito para atreverme a dirigirme a las mujeres sin sonrojo ni sofoco.

Todo esto,  y mucho más, es lo que me une a Eduardo  Guille desde hace más de cincuenta años. Pero ya se sabe: dicen que cincuenta años no son nada… O muchísimo, si lo consideramos medio siglo. Vaya usted a saber.

EDUARDO GUILLE. TRES PELDAÑOS PERO UN SOLO ESCALÓN

 

¿Quien no ha tenido en su pandilla de la niñez y adolescencia un lugar de reunión, fijo y especial, situado en algún tramo de escalera? No puedo imaginar, para los chiquillos, mejor sitio que sirva de atalaya, de  grada y atarazana que una porción escalonada que procure altura, confort y sombra en la calle. Unos escalones estratégicamente situados a tiro de vistazo de alguna casa que les provea de suministro e instrumentos musicales en los momentos más necesarios de la jornada.

Mi hijo, por poner algún ejemplo, tenía su «Escalerilla». Mi mujer pasaba las tardes  de verano en una «Escalera» y yo, tenía una pandilla, cuyo ágora era el llamado «Escalón». Tan importante era que la panda, no se llamaba por el nombre de la calle sino como «El Escalón». Aunque este constase de tres peldaños.

Un grupo de amigos que constituíamos una cuadrilla experta en disfrutar una edad -la adolescencia- llena de descubrimientos y de experiencias vitales que conformarían una parte importantísima de nuestro carácter y comportamiento vital futuro. Mi pandilla de Conde Ureña: «El Escalón».

Se preguntará el lector de este escrito… ¿Y a qué viene el rollo que nos ha lanzado el Father Gorgonzola acerca de escalinatas, peldaños y escalones?

Eduardo Guille lleva teniendo, desde hace un cierto tiempo, una prolija actividad en cuanto a su faceta de Urban Sketcher ( ya saben esa técnica del dibujo «boceteado» realizado a pie de calle) y cada día, su técnica en esta disciplina (es opinión generalizada entre los grandes de este método) va progresando y desarrollándose positivamente de una manera manifiesta e incontestable.

Eduardo Guille, mi gran amigo desde los tiempos del Reino de Conde Ureña, ha tenido a bien el regalarme un precioso dibujo donde, con la técnica Urban Sketcher, me devuelve a la memoria las preciosas  e inolvidables situaciones que viví, hace más de cuarenta años, en aquellos tres imperecederos peldaños. Aunque nosotros, injustamente, bajáramos de rango al tramo y le llamáramos simple y llanamente «EL ESCALÓN»

Una injusticia como otra cualquiera.

Esta es una selección de los últimos trabajos de Eduardo. Me encanta ser su heraldo en esto de las redes sociales. Me encanta y me enorgullece notablemente.

 

 

MALAGACUARELA. SUMA Y SIGUE…

(Eduardo Guille por Beatriz Taillefer)

Ayer, me volví a encontrar con mi viejo amigo Eduardo Guille en los pasillos del feudo de las ancianas flemáticas y cachazudas que es el Mercadona de la Avenida Juan Sebastián Elcano. Lo digo, porque como te toque en suerte una de esas provectas compradoras -que piensan que el pasillo es suyo y de nadie más- echas la mañana detrás de una de ellas en penosa procesión. Pues bien, en esa situación doméstica nos hallamos de vez en cuando  mi querido amigo y yo,  pues los dos somos diligentes amos de casa y apañados marmitones.

Ayer, no se dio el caso; pues sólo rubicundas y pizpiretas guiris, estudiantes de español, transitaban por las dependencias del súper aprovisionándose de brócolis, ensaladas de soja texturizada, queso tofu y alguna que otra botella de licor de detestable sabor y fatales consecuencias en forma de resaca. Que lo Cortés no quita lo Pizarro.

Le comenté a Edu la enorme aceptación que tenía su ultima hornada de dibujos Urban Sketchers.  La admiración que levantaba en extraños y conocidos. La enorme dificultad de elegir uno de ellos como favorito porque todos poseen la virtud del paisaje vivo y su  perfecta interpretación pictórica.

Cuando llegué a casa, volví a echarle un vistazo al último artículo que sobre sus trabajos callejeros hice a finales del año pasado en este blog. Y me di cuenta, que la técnica de Edu había mejorado notabilísimamente. Sus dibujos eran ahora -siendo excelentes los anteriores- muchísimo mas prolijos en detalles y también más precisos. Mucho más detallistas y delicados; dotados de un color y un manejo de la acuarela que realmente fascina al que se para tranquila y detenidamente a observar cada uno de estos rincones de Málaga.

Ya lo sabéis e insisto: No son trabajos para verlos apresuradamente.  Son para gozarlos .Disfrutando pausadamente de cada detalle y de cómo, con unos trazos aparentemente fáciles, se dota de vida y movimiento a la ciudad dibujada.

Nos dimos un abrazo, nos despedimos y quedamos a la espera de otra ocasión para vernos mientras deambulamos, diligentemente, por los dominios de las señoras insolentes y las vivarachas mocitas sonrosadas.

Estos son:

 

 

LUIS RUIZ PADRÓN. TODO ES PONERSE

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Luis Ruiz PADRÓN.

Todo es ponerse.

-“No es tan difícil dibujar como yo lo hago, Álvaro, Todo es ponerse.

-Hay que joderse, Luis. Hay que joderse”

(Extracto de una conversación entre Luis Ruiz Padrón y Álvaro Souvirón)

 

Mantener una Reunión en las Nubes con uno de los más considerados y alabados Urban Sketchers del panorama mundial -como es el arquitecto Luis Ruiz Padrón- es, cuando menos, un placer y un honor inesperado. Que Luis Ruiz Padrón me ofrezca -a mí que soy un absoluto negado para el dibujo-  la oportunidad de asistir a una de sus reuniones pictóricas y proveerte de lápiz y papel con el peregrino argumento de “Todo es ponerse” es, también cuando menos, un inequívoco e inapelable disparate. No obstante, agradezco su inmensa generosidad. Y disculpo, por supuesto, su irresponsable candor.

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La cosa surgió así:

 Hace algún tiempo, elaboré una entrada en este blog acerca del magnífico trabajo de Luis. Ese primer encuentro, supuso mi entrada  -como fan y admirador, claro está- en el mundo de estos dibujantes errantes; que, apartados de los círculos  establecidos, realizan su trabajo a pie de calle al amparo que le proporcionan su grupo de afines y la misma ciudad que dibujan.

 Artistas son; retratistas urbanos que -como notarios sin despacho, y certificadores de momentos- dan fe y fijan en el tiempo, la ciudad que plasman en el papel. “Todo es ponerse!” dirá el distinguido y brillante amigo. Hay que joderse! contesto yo sin recato.

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Había quedado pues desde aquellas fechas, este que suscribe, cautivado por la frescura de ese estilo de pintura. Si a esa frescura, le sumas detalles como los fragmentos de escritura en el papel -que son como manchas explicativas que complementan la visión- y, además, el uso de una acuarela que da la impresión  (sólo la impresión) de que el trabajo está inacabado, el resultado es de lo más gratificante. Así que, desde aquel  momento, me aficioné a utilizar  estos dibujos en numerosas entradas de este blog. Para ilustrar, debidamente, los textos que contenían cada una de ellas.

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Se me ocurrió -con esa cercana desconfianza y aprensión que depara el no conocer personalmente a tu interlocutor- el pedir permiso primero, y nuevo material después, con la idea de  elaborar otro trabajo con su obra reciente. Para que -el resultado- fuese susceptible de ser incluido en mi “Ateneo Alas con Secuencias”. Luis Ruiz Padrón. “The Urban Sketcher ( 2)” Así se llamaría.

 De esa manera lo hice; le pedí la venia y le pedí el material. Y, con esa boca chica, falsa, mendaz y embustera -que ocultaba un deseo anhelante por la posesión de una obra del artista- le sugerí e insinué (como el egipcio), me donase a tiempo indefinido y sin derecho a vuelta, uno de sus trabajos para que así enriqueciera- si es que se puede aún más- la página de inicio de este blog. Página que está abanderada -orgullosamente- por el trabajo de otro grande: Ángel Idígoras.

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Luis Ruiz, me contestó afirmativamente. Y con esas virtudes -que sólo poseen algunos de  los dotados por el destino con el gen de lo artístico- : la sencillez, la naturalidad y la humildad, me dijo que quería conocerme “in personam” y que me llamaría. Me dio su teléfono. Yo le dí el mío. Y al cabo de unos días, nos reunimos.

 Siempre que debo de encontrarme con un desconocido al que admiro profundamente, me entra lo que los afrancesados llaman “Le telelé” es decir, los nervios desajustados e incontrolables ante lo inesperado y lo ignoto. Lo que yo no puedo sujetar a base de conversación, verborrea y desparpajo, me descompone y lo paso fatal. La primera hora; dado que no parto de base sólida de amistad ni de conocimiento mutuo.

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Así pues, recurrí  a la figura literaria que nunca falla: La Celestina. ¿Y quien mejor, que otro notable Urban sketcher como es el común amigo Javier Rico?. Amigo muy querido y apreciado desde nuestros principios.

 Concerté la cita en el irlandés Irish Time’s de la Malagueta. Llegó primero Javier, que , con su sola presencia, ya me tranquilizó antes de la llegada del artista.

 Y llegó Luis! Precedido por una sonrisa que mantuvo durante las casi cuatros horas que duró esa Reunión en la Nubes. Se pretendía al principio tan sólo un somero café con leche. Acabamos, ya te digo, casi cuatro horas después.

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Los nervios desaparecieron diluidos en una conversación que iba desde los “Tornavoces” de los púlpitos de la Catedral de Málaga, hasta las firmas personalizadas con que  los Urban Sketchers bautizan sus trabajos. Desde las habilidades adquiridas, y las innatas, hasta las metopas y otros elementos arquitectónicos. Desde los tiempos en que Javier y yo vestíamos el negroanaranjado, hasta ese lejano parentesco que compartíamos Luis y yo con al Maestro Picasso. Desde lo mucho que le admiro, hasta lo mucho que lo admiro. Lo sé, es reiteración aposta.

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Luis, me había prometido surtirme de una parte de su ultima cosecha artística para la elaboración de la presentacion que complementa esta entrada, y así lo ha hecho. Ha cumplido su palabra como caballero que es.

 Pero también yo -lo sospechaba al ver que portaba una carpeta en sus manos- presuponía ilusionadamente, que me haría entrega de uno de sus dibujos -para que una vez dedicado y firmado- figurara no sólo en mi pagina de inicio, sino también, en un lugar destacado de mi “Muro de los Afectos”.

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Tengo que darle las efusivas gracias -como así hago en este momento- a Luis por su generosidad, por su esplendidez y largueza. Por ese detalle tan precioso de haberme regalado no sólo el dibujo, sino el germen de una amistad que empieza y que yo, orgullosa y honrosamente, acepto.

 Gracias también a Javier Rico, ya no tan sólo por haber propiciado este encuentro, sino  por haber sido -y seguir siendo- compañero fiel, amigo noble y leal durante casi cuarenta años, que no es tarea fácil. No señor! No es, para nada, tarea fácil.

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Esta es pues, la presentación que estáis a punto de contemplar. Aquí tenéis el trabajo de Luis Ruiz Padrón. Ya sabéis, como es costumbre, dadle a Acciones de Carpeta > Descargar Carpeta.

 Luis Ruiz Padrón. The Urban Sketcher (2)

Disfrutadlo, porque ya sabéis: “Todo es ponerse”. Una verdadera gozada, Un  tremendo y desmesurado deleite,

URBAN SKETCHERS EN NUEVA YORK

URBAN SKETCHERS 

EN NUEVA YORK

***

Lo reconozco, estoy absolutamente prendado de los trabajos realizados a pie de calle por esta fantástica tribu de dibujantes “callejeros” llamada Urban Sketchers. Era esta una técnica, un tipo de dibujo, que siempre me había fascinado;  pero ahora por fin, le he puesto -gracias a los dibujantes Javier Rico y  Luis  Ruiz- nombre y apellido.

Por cierto hablando de Luis Ruiz, mi admiración se acrecienta cuando alguien me comenta que dibuja directamente a rotulador; sin lápiz previo que abra camino al resultado, sin posibilidad de borrar con goma. ¡¡Completamente alucinante!!

Continúo con los Urban Sketchers… Me encanta ese dibujo fresco copiado de la realidad y pasado por el tamiz de la retina, el cerebro y la habilidad.

Me gusta ese aspecto de trabajo inacabado que le proporcionan los espacios en blanco. Preciosos. La incidencia en el punto principal de lo reflejado en el Sketchbook, para resaltarlo, mediante colores. Otorgándole la importancia debida, pero sin menospreciar el cortejo de líneas y trazos que le acompaña.

Me encanta el texto manuscrito que define, explica y complementa el lugar. Me agrada, sobremanera, ese espíritu de camaradería que los Urban Sketchers comparten y disfrutan. Esa generosidad, que comparten con todos, al insertarlos en las redes sociales.

Si, estoy prendado de este estilo de dibujo; pero si a eso le sumas la pasión que siento hacia la ciudad de Nueva York, cuando los dos se juntan, esa simbiosis –pues ambos se aprovechan el uno del otro – ya me resulta cuando menos sublime y apreciada.

He realizado una presentación en Power Point con imágenes de la ciudad de Nueva York realizadas por Urban Sketchers de todas partes. Ya se sabe que todo el mundo pasa alguna vez en su vida por Nueva York Y si quieres ver a alguien  paseando, debes de esperar a que pase por Times Square. Porque, sin ninguna duda, lo hará.

Hablaba antes de Javier Rico y de Luis Ruiz, les imploro, les ruego -por favor- que si algún día viajan a la ciudad de mis sueños, a Nueva York, realicen un dibujo especialmente para mi (o para este blog) y me lo dediquen. Por favor os lo pido. Por favor os lo pido.

Si queréis bajaros esta presentación (a la cual le he puesto música del neoyorquino Billy Joel) podéis hacerlo desde aquí:

https://skydrive.live.com/redir?resid=9B5AD4B7DBD9E872!2463

Pinchad en Acciones de Carpeta> Descargar Carpeta.

Disfrutadla!!

LUIS RUIZ. THE URBAN SKETCHER

LUIS RUIZ. 

THE URBAN SKETCHER.

“Dibujando Malaguistán y otros rincones”

Tengo que reconocerme un cierto componente envidioso en lo que se refiere a las capacidades de mis amigos los artistas plásticos. Lo sé, lo sé… no está bonito! Pero no lo puedo evitar. Pura envidia de la mala malísima.

Veréis el porqué: porque yo soy absolutamente incapaz de realizar, medianamente decente, el más mínimo trazo. Ni medianamente ni no medianamente, para que engañarnos. De ahí esa envidia indisimulada y recalcitrante.

Hace un cierto tiempo, a través del trabajo de mi muy querido amigo Javier Rico (sobre el cual realicé entrega en este blog) me enteré lo que era un Urban Sketcher. Yo había deducido –traduciéndolo literalmente- que sería una especie de “boceteador” urbano. Es decir, alguien con las suficientes aptitudes pictóricas como para esbozar paisajes cuando y donde le viniera en gana. Siempre -parece ser- al aire libre.

Más o menos es eso; pero estaba yo lejos de suponer que estos artistas forman una especie de elitista “tribu urbana” con un precioso trabajo a sus espaldas y con un innegable valor documental.

Así que me dije…voy a ver de que va esto. Insisto: El querido amigo Javier Rico tuvo la culpa.

De lo primero que me dí cuenta es de la cantidad de verdaderos artistas que disponen su tiempo libre para rellenar su sketchbook (su cuaderno de bocetos) con los rincones que le entran por los ojos en sus viajes o de la propia ciudad donde viven. Que ese es el caso de los dibujos que ahora vais a ver.

Me enteré también, de que hay unas ciertas regla no escritas (o sí, no lo sé) que dictaminan por donde van los tiros. Estas son las que he fusilado de Internet:

El término anglosajón nos puede despistar: Urban sketcher. ¿qué es eso?… Alguien que dibuja en las calles. Y, si forma parte de esa comunidad, alguien que sigue una definida filosofía:

 Dibujamos “in situ”, a cubierto o al aire libre, capturando directamente lo que observamos.

  Nuestros dibujos cuentan la historia de nuestro entorno, de los lugares donde vivimos y donde viajamos.

Al dibujar documentamos un lugar y un momento determinado

Somos fieles a las escenas que presenciamos.

Celebramos la diversidad de estilos de dibujo y utilizamos cualquier tipo de herramientas y soporte.

 Nos ayudamos mutuamente y dibujamos en grupo

 Compartimos nuestros dibujos en Internet

 Mostramos el mundo, dibujo a dibujo.

 

 

Es esta, una técnica que me encanta. Aunque -en cierto modo- doy gracias al Señor de los Anillos, por no haberme dotado para esa forma de dibujo (ni para ninguna otra) pues sabiendo de  mi incontenible ansiedad e impaciencia, tendría mi casa llena de sketchbooks repletos de rincones de cada uno de los sitios que hubiera visitado. Aunque, me imagino, que eso irá contra la filosofía de todo Urban Sketcher que se precie. Je ne sais pas.

A lo que vamos.

Danzando por los suburbios del ciberespacio, he descubierto un magnifico artista que se llama Luis Ruiz. Arquitecto; lo digo porque se le nota la profesión en esa maestría  que demuestra plasmando líneas, escalas y perspectivas. Sean caballeras o no.

Tanto tanto me gustó su trabajo, que no tuve mas remedio que solicitarle la venia para insertar una entrada en mi Ateneo’s Alas con Secuencias de este blog, para que residiera de facto junto a los colegas artistas que componen este grupo de tocados por la mano divina.

Me dio el permiso; y muy agradecido e ilusionado, me puse a elaborar esta entrada que ahora estáis leyendo.

Lo primero que decidí, fue que solo insertaría imágenes de nuestra ciudad: Málaga. Aunque eso, también supuso un problema; porque el espacio disponible que te permite la duración de la música elegida, te obliga a desechar cantidad de imágenes que -créanlo Uds.- cuesta mucho trabajo exiliarlas a la papelera del olvido. O relegadas a la segunda oportunidad en el mejor de los casos.

A pesar de eso, con Luis Ruiz he podido redescubrir una Málaga trazada a lápiz y coloreada con acuarela.

He visto el Palacio de la Aduana escoltado por su guardia washingtoniana, la Plaza de la Constitución poniéndose el arnés de la tribuna para poder ver mejor, si cabe, la bendición del Nazareno del Paso. He observado con tristeza, la sinrazón y el disparate que supone el cierre de la Librería Cervantes. Malos tiempos de lectores digitales para el papel impreso.

He visto un Ayuntamiento tricolor detrás de coches sin vida y una perspectiva inusual del antiguo edificio de Correos reencarnado ahora en rectorado universitario. Las dos Puertas: La Nueva y la del Mar.  Los palacetes de Casapalma y Alameda Principal.  He tomado vinos en Casa Guardia y en Las Garrafas.

He visto también, una desacostumbrada perspectiva de la Catedral desde el Postigo de los Abades. Por ver, en los dibujos de Luis Ruiz, he visto el Mercado de Atarazanas y un Muelle Uno atiborrado de embarcaciones. Cortijos encantados y tardes de desfiles procesionales. Thyssen Bornemisza. Casas deprimidas en el Malaguistán lagunillero; otras señoriales en la zona de Conde Ureña, a los pies de ese Monte de las Tres Letras, que me tanto viví en mi juventud y adolescencia.

Todo eso he visto con los dibujos de Luis Ruiz. Todo eso… Pero además, adornado con letras y apuntes. Notas y comentarios, acotaciones y explicaciones que le reportan una viveza extraordinaria y un aspecto que solo los Urban Sketchers le pueden proporcionar. Un verdadero hallazgo.

Si queréis podéis visitar el blog de este nuevo amigo en:

http://luisrpadron.blogspot.com.es/

Y si queréis bajaros la presentación con su precioso trabajo, podéis hacerlo desde aquí:

https://skydrive.live.com/redir?resid=9B5AD4B7DBD9E872!2460

Pinchad en Acciones de Carpeta > Descargar Carpeta.

Una gozada, de verdad os lo digo…Una fantástica gozada.

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