«¡Qué jambre tengo María! ¡Qué jambre es la que tengo! Tengo una canina, ía Que apenas me sostengo.«
(F.G.)
Esta es una letra para una canción que narra la llegada a su casa de un malagueño de pro –por la mañana temprano, tras una noche de jarana– con una gazuza incontrolable y le pide a María , su mujer, que por favor le prepare un tentempié para reanimarse.
Cada llamada telefónica que recibo de mi admirado y querido amigo el Poeta Juan Miguel González, empieza de la siguiente y susurrante manera: Álvarooo…Soy Juan Migueeel… Así, arrastrando las vocales últimas de los dos nombres propios; lo que le confiere un tono de cordialidad, una calidez y una familiaridad especial, que a mí, probo e irredento bloguero, llena del orgullo y satisfacción que diría el Real suegro del inefable cuatrero Urdangarín.
Y siempre -y cuando digo siempre, es siempre- esa llamada lleva aparejada el obsequio por parte del insigne. Regocijo y complacencia sin limite que representan para este que os escribe.
Nos tiramos un buen rato cada vez que nos llamamos. Yo, sorprendido y satisfecho por la atención y amistad inesperada que éste me dispensa hablando de mil y una cosas. Él, invariablemente, con referencias a autores -recitándome de memoria otras tantas mil y una citas- y proporcionándome clases magistrales de todo lo que refiere. Sobretodo del complicado mundo (para mí) de las métricas y reglas poéticas que conforman – con su aplicación- parte de la belleza de sus escritos. Pero, no vayáis a creer, que no todo es teoría, “munsho ciudiao” que el magín y el ingenio no vienen de serie. Tan solo los disponen unos pocos elegidos por el azar o la genética.
Estuvimos hablando de la inspiración, del estro, del numen, de la musa. Yo pienso que todo eso surge de una chispa primera. El diez por ciento. El otro noventa es trabajo y disciplina. Es oficio. Pero, Ay, queridos míos! Os lo aseguro, es la chispa primera que prende y se extiende, la verdaderamente importante.
Juan Miguel, sólo se reúne someramente con Baco, una noche a la semana; y esa noche, a medida que transcurre, se transforma en madrugada a base de lances poéticos y palabras domesticadas que los demás disfrutamos posteriormente.
Por esa amistad y confianza que los dos compartimos, me permití sugerirle dos chispas. Pues estas también se regalan. Le repetí que siguiera bajando al mundo de esos mortales que entendemos la poesía llana, simple y sencilla, y sobretodo, cercana y familiar. Y, me atreví, imprudente e insensatamente, a regalarle dos chispas: Los personajes de los tebeos antiguos; los productos de los antiguos carrillos de chucherías y similares.
Que el no instruido en materia poética, Juanmi -seguí diciéndole- se identifica con tus Tortas Ramos y tus Catetos en La Campana. Con los motocarros de la Plaza de la Merced y con los carteles de Terry y de Norit. Con Percheles y con Chaparros. Con el Pasillo de Nateras y los “Lucky Triki” de calle Cotrina.
Así, de esa manera, le sugerí le diese vueltas al Loco Carioco y a Carpanta. A Gordito Relleno y a Don Pío. Y seguí refiriéndole a La Familia Ulises. Y a Eustaquio Morcillón y Babalí; a Melitón Pérez, a las Hermanas Gilda y a Doña Urraca. Al Doctor Cataplasma y a la familia Trapisonda, ya sabéis: un grupito que es la monda. Al abuelo Cebolleta y a Don Berrinche. Capitán Trueno y Jabato; Roberto Alcazar y Pedrin. El Guerrero del Antifaz y El Coyote. Pumby, TBO, Tiovivo, DDT y Pulgarcito. Hazañas Bélicas. Al Corsario de Hierro y al Cachorro…Tantos y tantos, que muchos se me escaparon por el sumidero de la mala memoria.
Pero también, le hablé de chufas y altramuces, garbanzos y pipas de girasol; castañas pilongas y sobres sorpresa. Mistos cachondeo y chicles Bazooka; globos de colores y canicas de cristal y de barro; Pasta Sara y Pictolines. Pistolas de agua y trompos con su cuerda. Cigarrillo sueltos Bisonte, Tres Carabelas y Mencey Capote. Papel de fumar Smoking, Bambú y Abadie. Canutos, chorlitos y su prima rica la Almencina. El paloduz y la cañadú.
Ahí queda eso, Maestro. Ahí queda eso!
Ahora lo que viene:
Una nueva receta gastropoética que será próximamente presentada en sociedad en -cómo es costumbre- la Cosmopolita (José Denis Belgrano,3) y que mi querido amigo, tiene a bien el adelantarme. Yo cuando llegue el momento del evento, lo publicaré debidamente.
Esta vez degustaremos: Patatas a la Importancia. Así que, como es costumbre también, paso a insertar el poema, para después, indicaros la receta original para fruición y deleite. Y ya por último, también, un consejo musical.
Disfrutadlo todo y que os aproveche! Ricas, ricas, ricas.
El Poema:
PATATAS A LA IMPORTANCIA:
¿No es acaso petulancia,
aunque prestigio les sobre,
que siendo de origen pobre
gocen de tanta importancia?
Huelen y saben a infancia
de cretonas y boleros,
a tebeos y a braseros
y a barrio de casas matas,
estas míticas patatas,
señoras y caballeros.
Si Alvarito Souvirón
fue quien me dio la receta,
merece ración completa
amigo tan gigantón.
Aunque su buen corazón
dará parte a algún Cumpián,
aún más se prodigarán
su buen humor y constancia,
y aunque se quite importancia
patatas se la darán.
Juan Miguel González
Málaga mayo de 2013
Y ahora…
LA RECETA:
La receta de las patatas a la importancia es un clásico en las elaboraciones que se enseñan en las Escuela de Hostelerías. Por un lado es una receta fácil de preparar, por otro lado aprendemos varias técnicas a la vez. Rebozado, fritura, cocción, etc. Lo importante de la receta, para mí, es la parte sentimental por un lado. Y por otro lado es una forma de comer patatas convirtiéndolas en plato principal en lugar de guarnición.
Los ingredientes para 4 personas son 800 gr de patata, huevos, harina, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajo, 3 cucharadas de aceite de oliva, perejil, hebras de azafrán, agua o caldo y sal. Si se quiere se puede añadir un poco de vino blanco al gusto.
La preparación, como dije al principio, es sencilla. Pelar, lavar y cortar las patatas en rodajas de 1 cm. aproximadamente; sazonarlas. Poner harina en un plato, y batir los huevos en otro. Pasar las patatas por harina y a continuación por los huevos batidos. Freir en abundante aceite caliente.
Hacer un majado con el ajo, el azafrán, perejil y sal. Calentar unas 3 cucharadas de aceite y rehogar la cebolla, pelada y picada, hasta que comience a dorarse. Agregar 1 cucharada de harina, dar unas vueltas rápidas y añadir el majado, sin dejar de mover. Colocar las patatas en una cazuela, regar con el preparado anterior y añadir 2 tazas de agua o caldo.
Acercar al fuego y cuando comience a hervir, rectificar la sazón y cocer a fuego suave durante 20 minutos, moviendo con cuidado de vez en cuando. Las pincharemos para probar que estén tiernas, ese será el momento de apartarlas del fuego y llevarlas a la mesa. Seguro que nuestros comensales están hambrientos con los aromas que les llegan desde la cocina.
En esta receta las patatas se han preparado rebozadas, incrementado de este modo el aporte de energía y grasa del plato. Por lo que se pueden acompañar de una ensalada sencilla, y así evitaremos demasiadas calorías en la comida.
Para los que gustéis guardar estas recetas gastropoéticas, aquí teneis este documento en pdf, para o lo imprimáis o lo incluyáis en carpeta adecuada.
Cocinero, cocinero, enciende bien la candela
y prepara con esmero un arroz con habichuelas
cocinero, cocinero, aprovecha la ocasión
que el futuro es muy oscuro que el futuro es muy oscuro
trabajando en el carbón.”
“Cocinero. Antonio Molina”
Segunda jornada gastronómica dedicada a los platos típicos malagueños en el Guiso-Bar “La Cosmopolita”. En Calle Denis Belgrano, 3.
Entrañable fue la reunión de rapsodas con su público, y fantásticas las dos lecturas que realizaron los poetas Paco Cumpián y Juan Miguel González de los dos poemas (obra ambos de éste último) acerca de los Garbanzos con Bacalao (la anterior edición) y de la Sopa Perota de Álora que ayer tuvimos el placer de degustar.
Al desamparo de la viola da gamba ( apareció el músico –ya se sabe como son- a eso de las tres y media de la tarde, arguyendo que no le había sonado el despertador a las catorce horas, tal y como él había previsto) pero arropado por amigos y clientela, Juan Miguel González del Pino, una vez más, dispuso su genio creativo y lírico al servicio de los asistentes.
Yo, sinceramente, espero con ilusión que esta iniciativa no se quede en agua de borrajas; porque para mi, ya es cita mensual de obligado cumplimiento.
Quedan por llegar las sopas cachorreñas y el gazpachuelo. Las berzas y las migas. Porra antequerana y ensalada de bacalao con naranjas. El ajoblanco y la sopa de tomate, el lomo en manteca colorá y las papas a lo pobre; el potaje de habas y chícharos y la pipirrana… Muchas más que desde ahora, conmino a Juan Miguel González del Pino que, fructifique o no esta iniciativa, dedique su talento a elaborar poemas referentes a cada una de estas recetas, para que estas dos entradas se transformen en serie y sección fija en este blog. Este blog que es tan suyo como mío.
Temíase el insigne, me dijo, que al grito de ¡Viva la Sopa Perota!, algún zascandil presente -en un arranque de poca originalidad e incontinencia ordinaria- alzase la voz respondiendo con rima inadecuada. El llamado Premio, para que se me entienda. No obstante todo quedó en una obligada contención verbal y algunas sonrisas socarronas.
Agradezco al poeta, escritor y profesor Curro Fortuny (y al propio Juanmiguel) la aclaración y docta explicación a este pobre ignorante, del uso (en patrïota) de la diéresis a la Gongorina manera -para evitar la sinalefa; esa especie de francesa “liaison” entre vocales- y que cuadren las silabas pretendidas en numero adecuado
Agradezco también a mi muy querido amigo Rafael Pérez Peña – Doctor en Derecho, Economista y Cónsul de Portugal- el rato dispensado y su disertación ayer acerca de la palabra “Madrevieja” que se aplica a las alcantarillas en Málaga; también, sus siempre estupendas recomendaciones literarias. Sólo le falta aprender a silbar algún bolero en portugués -al estilo González del Pino- para ser perfecto.
Aquí:
EL POEMA…
SOPA PEROTA
“Álora la bien cercada”,
cantaba el viejo romance,
más desde ahora, en mi lance,
serás la bien ensopada.
De sopa y vino almorzada,
entone con gentil nota
el ánima patrïota
su amor por lo popular,
y que se arranque a cantar:
¡Viva la Sopa Perota!
…
Otro Abril mas. Cómo huye
el tiempo, y de qué manera,
cómo en su hambrienta carrera
todo lo traga y engulle.
Avaro, no restituye
cuanto codicia y derrota
mas el alma manirrota
y sedienta de bondad
beber quiere eternidad
con vino y sopa perota
Juan Miguel González
Ahora:
LA RECETA…
(Fuente: Málaga en la mesa.com)
En la receta que figura en el libro «Comer y callar» de María Pepa Estrada, se recomienda que el pan se «pique» a cuadraditos, aunque en el pueblo de Álora se suelen comer con el pan cortado en rebanadas.
En un artículo publicado en el diario SUR hace más de veinte años, se decía: «Pero… ¿qué son las sopas perotas? Como su nombre indica, es un plato propio de Álora y, sobre todo, de las gentes de su campo, de su Valle del Sol y de sus montes inmediatos.
Pero cómo las condimentan, ya es algo que hay que ir diciendo despacio, y además, apostamos algo a que nos equivocamos y tendrán que rectificarnos, pero bienvenida sea esa rectificación si de esa forma, quien quiera y desee, aprende a realizar tal condumio».
El articulista Rafael Montilla decía que los «perotes» las comían con un pepino bien pelado o con uvas. Calderón, un ilustre vecino de Álora, aconseja que, para comerlas, debe armarse la mano diestra de una buena cuchara y la siniestra de un pepino tierno, mediano y jugoso, de una aceituna aliñada, cebolla, naranja o rábano, según sean las disponibilidades de la estación. Sabemos que en algunos lugares también se acompañan con higos frescos.
Las sopas perotas constituyen, pese a su simplicidad, un ejemplo de la sabiduría de un pueblo a la hora de cocinar, que con tan sencillos ingredientes es capaz de elaborar un buen plato.
Ingredientes
1/2 Kg. de pan, 3 tomates, 4 huevos, 1 cebolla, 1 pimiento, 1 ajo, hierbabuena, azafrán, pimienta molida, aceite, sal
Preparación:
– Se hace un refrito con los tomates, cebolla, pimiento, ajo, pimienta y azafrán.
– En un recipiente aparte, se hierve agua con un poco de sal, a la que se añade el sofrito y se deja cocer un rato.
– En una cacerola amplia, de mucha base, o en un lebrillo de barro, se colocan las rebanadas de pan asentado, juntas unas con otras, procurando que queden unidas, lo que puede conseguirse aplastándolas con la mano. Encima de ellas se disponen unas ramas de hierbabuena.
– Se vierte el caldo sobre el pan, de forma que quede completamente empapado y se sirve muy caliente.
Temporada:
Otoño-invierno
Nota Bene: El amable Jefe de Cocina de La Cosmopolita, trata de mojar el pan adecuadamente; de manera que no quede demasiado empapado ni tampoco seco. Fríe los huevos tratando de que quede la clara con encajes y la yema liquido-cremosa (que es como Dios manda) y después, los dispone encima de la Perota. Al servir las escudillas (buenas son a falta de lebrillos), rompe el huevo con la espumadera que usa para servir, y sirve una ración con la yema derramada sobre la sopa logrando el objetivo de que el comerlas sea “Placer de Dioses”.
Acompaña el Plato de Álora con rabanitos, naranja y guindillas verdes picantes.
Como acostumbro, también adjunto este artículo en pdf para -el que así lo quiera- pueda guardarlo y coleccionarlo.