ARTHUR FERISMENT Y EL BARBERO DE BOB DYLAN

Uno, es animal de costumbres. Y para corroborar esa cualidad, pensaba días atrás el cómo y el sobrequé  iba a versar, en este blog, el tema de la Semana Santa de este año. Porque, insisto, uno es animal de costumbres y cada Semana de Pasión, cada Pascua Florida, tengo a bien el elaborar un post adecuado al tiempo que nos ocupa por estos días en que la ciudad de perfuma de claveles y de azahar. De incienso y de romero.

Los pasados años fueron relatos humorísticos uno con Manolo Vicente Nazareno Penitente y la Cofradía del Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza como protagonistas. El otro con el calé de la Cruz Verde: Er Demetrio y su Cristo de los Gitanos y María de la O.

Después vino una preciosa colección de fotos semanasanteras realizadas por mi gran amigo Antonio Ruiz-Molero. Tres entradas en este blog adaptadas a la temática cofrade. Una por cada año de existencia del mismo.

Pero este año, el cuarto recién estrenado, estaba este que sus-escribe, absolutamente perdido en cuanto al asunto a tratar y relativo a la época que ahora llega. Que ya ha llegado.

En blanco estaba uno. En absoluta vigilia de inspiración

Pero como el destino -aparte de estar escrito- tiene a veces el don de la generosidad y de la oportunidad, va, y como caído del cielo, me realiza una llamada mi querido amigo el Poeta Juan Miguel González y me soluciona, sin el saberlo, el contratiempo.

Tiene Juan Miguel, una manera modestísima de ofrecer las cosas. Con un deje de humildad (absolutamente injustificada), como avergonzado. Parece que ignora que siempre estoy encantado por publicar su letra escrita. Sigo…Va y  me ofrece un romance en el que su personaje Arthur Ferisment, felicita por la Pascua Florida a Roberto González; vocalista de Tabletom y Barbero de Bob Dylan que fue. Y desde Boston, para mas señas.

Una preciosa congregación, este romance, de verso octosílabos. Por medio de ellos, nos hace un recorrido por una Málaga llena de gayombas llenas de flores amarillas y de espliego. Por un Guadalmedina, que por esta época, se transforma en mar de los hebreos. Brindamos en La Campana con vino de Moclinejo mientras -dice el poeta- suenan floreadas las plumas de los bomberos.

La ciudad se transforma en estos días en gentío impaciente. Incómodamente resignado a la espera en la tortura de las sillas de madera; apretados los malagueños de seis en seis -como espetos de sardinas- en los balcones; esperando el paso del Paso. Del Nazareno o del Cautivo. De la Paloma o de la Estrella. De la Expiración o del Rocío.

Málaga es un exceso de unicornios aterciopelados. Y es desfile de Caballeros Malteados; de militares trasnochados sin destino. Málaga son castillos de cirios y de luceros. Piedades desconsoladas y forzados cireneos. Crucificados acompañados por la ausencia del silencio.

También, de botellones que excluyen al devocionario. Ligues y magreos al amparo del cortejo. Autoridades en los palcos que venden su devoción al fotógrafo del diario. Manzanas rojas pinchadas en un palo. Chupetes de caramelo y limones cascarúos; esos del Camino del Calvario.

Málaga es Semana Santa.

Esta es la propuesta de este año: Un precioso romance –un poco bastante surrealista, según me aclara el autor- que Arthur Ferisment dedica desde Boston a su amigo Roberto. Cantante que fue de Tabletom, de Bob Dylan su Barbero.

Que lo disfrutéis.

 

ARTHUR FERISMENT Y

EL BARBERO DE BOB DYLAN

 

ARTHUR FERISMENT FELICITA, DESDE BOSTON,

LA PASCUA FLORIDA A ROBERTO GONZALEZ,

VOCALISTA DE TABLETOM Y BARBERO DE BOB DYLAN.

ROMANCE

Hoy le escribo desde Boston

y en romance, fray Roberto,

cuando allá despierta Abril

y aquí nunca duerme Enero,

escuchando el Mississippi

rimar a lo Samaniego,

como si alegres rodaran

barriles de Moclinejo

Por las mañanas transmigro

de Ceuta a Montevideo,

de medio oído teniente

y navarro el otro medio,

de tanto espantar alúas

y ahuyentar tantos mastuerzos

que de Mollina a Sidonia

no son todos macabeos.

Hábleme del Molinillo,

cuénteme del Melillero,

y dígame si Torrijos

aun se mantiene derecho,

sin que lo injurien andamios

ni infamen botelloneros,

con que doblarlo quisiera

La Alianza del Progreso.

 

Mañana es Semana Santa

en tejados y el aleros,

indiscreta en las gayombas,

retraída en el espliego;

mañana, el Guadalmedina

será el mar de los hebreos,

no un cauce con verdes malvas

y un viejo puente de hierro.

Te sueño por La Campana,

y de tu brazo yo sueño

que seguimos castigados

en un rincon del colegio,

yo, por coger gurripatos,

tú, por rezarle a Di Stéfano,

mientras suenan floreadas,

las plumas de los bomberos.

 

Lejanos los dos, tan juntos,

cercanos ambos, tan lejos,

hermanos de fiambreras,

cofrades del semiseco

requebrando a nazarenas,

camino de las Pedrizas,

silbando el himno del Tercio.

Esto escribo en Covadonga,

esperando el tren expreso,

dictándole al amanuense

los sesenta y cuatro versos,

que dicen que son columna,

y yo por calvario tengo,

cuando no suenan a tango

y no saben a bolero.

Desde Montilla le envío

saludos de Paco Gento,

recuerdos del Pocarropa

y un barril del doce y medio,

hoy que de arroz las cazuelas

tambien lo son de fideos.

Quien almorzara en Asturias,

o de gorra en Casa Pedro.

Primigeniamente, este articulo fue publicado el Martes 7 de Abril de 2009 en las páginas cultarales del Diario El Mundo.

Editado por el periodista Cristóbal G.Montilla.

Que asi se sepa y así quede escrito.

(Vale Dictum)

…///…

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