Casi siempre es muy difícil el aparcar la admiración que se siente hacia el trabajo discográfico de un artista concreto para componer una entrada (y elegir los temas adecuados) en la sección de La Buena Música de este blog.
Tampoco resulta fácil el ser ecuánime y objetivo; porque hablando de este músico, Paul Simon, que ahora viene, Father Gorgonzola -que tiene una deuda enorme contraída con él, y que le dispensa un sentimiento de empatía, de simpatía y de agradecimiento profundo- no puededejar de emitir loas, albricias y alabanzas hacia este ciudadano biennacido en Nueva Jersey.
A veces es realmente dificultoso, vuelvo a decirlo. Otras – como ocurre con esta- es tan inviable aparcar la devoción, que no hago nada para disimular mi fascinación por la música del antiguo duista. Así pues, digamos que me ha sido muy complicado el escoger unos temas (entre todos los disponibles) que configuraran la nómina a insertar en este post.
Tan sumamente complicado ha sido, que no he tenido mas remedio que incluir al menos ocho o nueve de ellos; diez al final han sido, fíjese Ud.
Ya que, si hubiese descartado alguno, me hubiese sentido traicionado por mi mismo. Porque ha creado un enorme número de espléndidas canciones que han sido fieles compañeras de mi recorrido vital. Que me han acompañado y lo siguen haciendo. Próxima y afectuosamente.
Este post no va a ir acompañado de biografía ni discografía alguna. Porque – doy por supuesto- que toda persona decente, conoce de sobra la vida y obra de Paul Simon. Aún sin su inseparable Telefunken. Ya sabéis: Simón y Telefunken!
Paul Simon, ha influido en mi trayecto musical de una manera excepcional. Su primer trabajo en solitario, “Paul Simon” ha estado -y está- entre los diez discos favoritos de toda mi discoteca. Uno de los primeros que me compré. Y esos temas- muchos me los enseñó (a la guitarra) mi querido Antonio Abril- los incluyo en una versión nueva y fantástica, de un concierto en vivo en Londres. Julio 2011
No diré más. Solo quiero dejaros a solas un rato con Paul Simon. Prestadle la atención debida. Su genial toque de guitarra acústica, su inconfundible voz, su sensibilísima forma de componer. Es absolutamente fascinante. Un lujo y un placer para los sentidos.
La Buena Música (De Father Gorgonzola) Walk off the Earth
La música nunca deja de sorprenderme. Acabo de descubrir un grupo indie canadiense–y mira que tiene un tema en youtube con mas de 61.000.000 de visitas- que me ha fascinado absolutamente. Unos musicazos. Enormes musicazos.
Ya no solo por la magistral y particular interpretación- se dedican a hacer versiones, covers se llaman- sino a la atípica forma de montar sus videos que muestran una cercanía casi “Luthierana” por el virtuosismo y el humor con que presentan sus trabajos.
Todos son multiinstrumentistas. Y todos se turnan para hacer la música tan fantástica que hacen. No voy a hablar nada mas de ellos, porque de lo que se trata es que veáis –y oigáis- a este grupo. Os lo recomiendo encarecidamente. Encarecidamente no! Encarecidisimamente!
Hay post que son fáciles de escribir y otros que no lo son tanto.
En este que ahora estáis leyendo, concurren las dos circunstancias. Me resulta fácil el empezar a escribirlo, por la devoción y la entrega que le profeso al grupo del cual voy a hablar -y recomendar- a continuación.
Y me resulta difícil, terriblemente complicado también, porque pasa que, cuando hago una entrega de “La Buena Música”, suelo insertar -como es natural- enlaces a videos de actuaciones en direto del grupo de referencia. El problema inasumible que se me presenta, es que de los seis enlaces a Youtube que había seleccionado, tenía que desechar alguno; y no sabía decidirme por cual. Así que después de someterme a la penosa tarea, a la indeseada situación de descartar alguno, decidí cortar por lo sano y los inserto todos. ¡Con dos cojones!
El que no quiera ver alguno de ellos, pues eso que se pierde.
La Buena Música
(De Father Gorgonzola)
Jethro Tull.
Hay grupos como es este el caso, que te marcan de por vida en tu trayectoria musical. Dependiendo cuales sean estos grupos, esos estilos, así se construirá, de ahí para adelante, tu esqueleto musicológico. Uno de mis preferidos es -desde mis primeros tiempos y afortunadamente lo sigue siendo- Jethro Tull.
El vinilo Aqualung fue uno de los primeros huéspedes de aquella incipiente discoteca que constituyó la banda sonora vital desde mi adolescencia hasta la actualidad.
Y dentro del grupo, el Alma Mater Ian Anderson y el guitarrista Martin Lancelot Barre, son mis máximos exponentes. My favourites.
Hay trabajos, en la extensa discografía del grupo, por los que merece la pena haber dilapidado dineros adquiriéndolos y horas y horas de tu existencia oyéndolos. El mencionado Aqualung…Thick as a Brick…Living in the Past… Benefit… Minstrel in the Gallery… Songs of the Wood y por fin Heavy Horses; y estos, solo por nombrar a los que tengo fisicamente grabados. En vinilo y en cassette; en Compact Disc y en DVD. En MP3 y en mi propia memoria. En mis recuerdos.
Porque muchos de esos discos, fueron una gratificante compañía en determinados e inolvidables momentos de mi vida.
El genio interpretativo y el estilo de Ian Anderson siempre me fascinaron; quizás por eso, me gustaba tanto como tocaba Pepillo Ramírez en sus primeros tiempos de Tabletom. Y después, claro! Porque ambos eran maestros indiscutibles de la travesera.
Ian Anderson -una ensalada mixta de Fagin dickensiano y de vagabundo- es un músico memorable. Dotado extraordinariamente para la composición y para el show en directo. Este, multiinstrumentista es -ya lo he dicho antes- el Alma Mater de los Jethro Tull. Sus solos de flauta -pero también ese magistral gusto tocando la guitarra acústica Martin & Co. O la mandolina-….son de una maestría insufriblemente inalcanzable.
El nombre de Jethro Tull le comentaba -una de estas pasadas tardes de frío siberiano- en su casa a Perico Ramírez (el otro Tabletom original) vino dado porque no poniéndose de acuerdo los componentes del grupo en el nombre, abrieron una enciclopedia y eligieron lo primero que señalaron con el dedo índice. La Wiki dice que uno de sus primeros contratantes que era muy aficionado a la agricultura, así que les puso el nombre de un “afamado” agrónomo.
Yo, que queréis que os diga.. Me quedo con la versión que leí en no se cual libro acerca del grupo. La del diccionario.
Jethro Tull, me abrió los ojos y me educó los oídos al rock progresivo que ya estaba asomando su oreja a mi querida -y hoy arrinconada- colección de vinilos.
De su mano vinieron Yes y sus magníficos Jon Anderson ( no confundir con Ian) y Steve Howe. King Crimson (Oh, Dios!! Epitaph y I Tal to the Wind!!) de Robert Fripp y Adrian Belew de los King Crimson… Pink Floyd… y muchos etcéteras. Muchísimos más etcéteras.
Me preparó Jethro Tull para el Folk Rock de Fairport Convention, de Crosby, Stills, Nash y Young; de Triangle y de mis adorados The Incredible String Band. Me preparó el cuerpo para el jazz fussion de los Weather Report, Chick Corea o Herbie Hancock. Para los coros pletóricos de entonación de Gentle Giant y la teatralidad desmesurada del Peter Gabriel de Génesis.
Por fin… El 8 de Noviembre de 1998, tuve la enorme dicha de poder asistir a un concierto de la banda en el Teatro Cervantes de Málaga, Y resultó absolutamente reconfortante.
Ian Anderson, con menos pelo y menos voz (todo hay que decirlo) pero con una vitalidad envidiable, volvía a hacerme sentir feliz . Absolutamente feliz.
Como ya he dicho antes, voy a poner una selección de sus trabajos para quien los quiera oír; y para no ser infiel a mis estructura de “La Buena Música (cuando se puede) inserto el link de la Wikipedia para que os informéis.
Billy Price es un intérprete de blues de nombre real William Pollak. Nacido en Nueva Jersey aunque ha vivido siempre en Pittsburgh donde trabaja en una empresa de software y se dedica en su tiempo libre en cantar de esta manera como lo hace. Tiene una trayectoria que incluye el haber sido el vocalista de la banda del guitarrista de Blues Roy Buchanan. Y en los States, tiene un reconocido prestigio.
Tiene a bien juntarse con un enorme guitarrista de origen francés llamado Fred Chapellier, que toca como realmente le da la gana de bien. Mi amigo, el Agente en la Sombra MAF, tiene a bien hacerme llegar estos trabajos para deleite de propios y extraños.
Espero que los disfrutéis tanto como yo! Daos cuanta que el grupo, tiene la misma estructura que los amigos Tabletom: teclas, batería, guitarra, bajo, solista y dos vientos.
Si mi queridísimo amigo Antonio Abril, tuviese el detalle de buen gusto de estar todavía entre nosotros, ejerciendo de docto y ecuánime juez en las discusiones entre amigos, -ya sabéis que hasta que Antonio no señalaba al poseedor de la verdad, no había paz en el grupo discutidor- tendría que rendirse antes estos tres italianos que hacen, como él hacía, preciosas versiones de los Beatles.
Yo, siempre le pedía que me interpretara Eleanor Rigby –una de mis favoritas de los del flequillo- y esa era mi excusa para que él ya, motu proprio, empezase un desgranar canción tras canción de los mismos. De los del flequillo, ya te digo.
Por eso, esta entrada de la buena música, no se va a llamar de otra manera que La Buena Música de Antonio Abril. Más que nada, para que se sepa, y así se escriba, que aún está imperecederamente entre todos nosotros.
Hace dos noches, tuve el siempre privilegio de hablar muy largamente con Lito Fernández, el enorme guitarrista malagueño. Entre otras muchas cosas, hablamos de que había tenido la oportunidad de felicitar, pocos días antes, a su gran amigo el músico de blues Richard Ray Farrell, a través de Facebook. Le comenté también a Lito que le había dicho a Richard que tenía intención de elaborar en breve una entrega para él, en este blog, que glosara “grosso modo” su música.
Pues bien, ese breve tiempo ya ha pasado; y es ahora lo que viene:
RICHARD RAY FARRELL. MÚSICA DEL DELTA
Cuando me lo presentaron el día 4 de Junio de 2011 (recuerdo ese día; pues fue el día de su concierto en la Sala Elementus de Málaga) me entró una envidia –absolutamente insana- al estrechar la mano del amigo de los comunes Lito y Carlos Zambrana (ellos me lo presentaron) porque – representaba este- el paradigma de lo que a mi me gustaría ser de mayor. Aunque él sea un año más joven que yo.
Esto es: Un fantástico intérprete de blues, un notable guitarrista y un impagable armonicista. Un adorador de la Blues Harp y de la Marine Band.De las guitaras Gibsons y Fenders.
Porque Richard Ray hace todo eso que os digo encima de un escenario. Con una calidad indiscutible; con una empatía hacia el público –al que se mete en bolsillo- absoluta.
Lo mismo se marca unos riffs que se baja del escenario- y a pie de público- se hace unos solos de armónica tremendos. Richard -para caerme aún mejor- es del Estado de Nueva York; de Niágara Falls concretamente. Y se ha dedicado a esto del blues, principalmente; aunque cultiva también otros géneros como son el country, el rock, el ragtime, el swing… y todo lo que a él le venga en gana.
Tiene el buen gusto de acompañarse por estas tierras con su Spanish Band, que la conforman: Un excelente bajista de la talla y el buen hacer de Javier Martín Aguilar, un teclista -al que estoy loco por conocer que se llama Jesús Durán, y el contundente baterista Quique Porras. Para los que estéis interesados os diré que tiene una numerosa discografía (Ocho trabajos editados); su penúltimo trabajo una colaboración en el disco de Raimundo Amador llamado “Medio hombre. Medio guitarra”. Su último trabajo, producido y grabado en Nueva York, se llama “I Sing the Blues Eclectic”.
Se ha codeado con las mas conocidos y con los mas desconocidos bluesmen. Ha sido telonero de Joe Cocker. Fíjate que yo siempre digo que su teclista: Jesús Durán, tendría que haber salido en la portada del “The Mad Dog and the Englishman” del citado Cocker; tiene Jesús (a mí así me lo parece) una forma de tocar entre Chris Stainton y Leon Rusell. Divinos años!!
Los temas que vienen a continuación, son en su mayoría pertenecientes a la fantástica actuación del Teatro Echegaray. Ahí podréis contemplar a la mencionada Spanish Band.
Para diversificar un poco, incluyo un informal toque en un Pub rodeado de amigos (que suerte tienen algunos!) y para terminar un tema de la actuación que yo presencié en la referida Sala Elementus; donde tiene el detalle enormemente generoso de descolgarse su guitarra y ofrecérsela a un Lito que formaba parte del público asistente, y que completó un fantástico tema.
Os recomiendo encarecidamente que oigáis a este músico, Un verdadero Bluesman del Delta del Mississippi. Y yo habiéndole estrechado la mano y hablado con él!! Anda que no!!
Cada vez que nos reunimos las amigos que en su día vestíamos el negro anaranjado, acabamos -después del condumio- con la sempiterna sobremesa músico- copera-vocal; es decir, sacando toda suerte de instrumentos musicales -para acompañando a la imprescindible libación de espirituosos- amenizarnos a nosotros mismos (y a los que se pongan a tiro) tocando los temas de siempre y, casi siempre también, con algún que otro Rockanrol y/o Blues intemporal.
Cuando se da esa circunstancia, estoy agradablemente obligado a realizar determinados solos de armónicas que, cada día me agotan más y me dejan sin respiración; aunque reconozco, que es un magnifico ejercicio pulmonar, que también se suda lo suyo y me predispone a la eliminación de toxinas.
Si yo no llevo la preceptiva diatónica en LA (para los blues en MI), Luis “Toro” Bravo, por cohoness, me lleva la suya (En Sol); lo cual nos obliga a todos, a tocar los referidos temas en RE. Todo lo que sea con tal de que no me libre del efecto “soplado” y acabe, ya te digo, sudando como un pollo. Con lo que me gusta a mi eso: el sudar y el pollo. ¡Dítasea!
Esto que digo, tiene que ver con la cosa de que, el que escribe: Father Gorgonzola, lleva algunos años en esto de sacar sonidos, muy modestamente, a la Blues Harp en la mayoría de sus tonalidades.
De esamanera, mi amigo MAF -Agente en la Sombra que es- es componente activo de dichos recitales, tiene a bien el enviarme (para que aprenda, mucho me temo) una selección de temas de un magnifico armonicista irlandés que ejecuta y conjuga -con una inmejorable maestría- la música celta con el ragtime y, por supuesto, con el blues. Este armonicista se llama: Brendan Power.
Brendan Power -en esta selección que mi amigo MAF me envía- tiene el bonito detalle de acompañarse con un estupendo guitarrista acústico llamado Andrew White. Un fantástico casorio.
Disfrutad esta selección. Otra magnífica entrega de La Buena Música De MAF:
No hace falta todo un largo periodo de amistad y compaña para darte cuenta de que alguien pertenece a ese circulo intimo de “Inevitables”. Inevitable es como llama mi compadre Luis Centeno a los amigos que son importantes en la vida: Los buenos amigos; que a pesar de los contratiempos son -afortunadamente- inevitables, Alvarito!. Dice Luis.
Ya me lo advirtió Pepis, mi hermanilla shica putativa: Te va a encantar Pakito!!! Sois los dos igualitos!!! Os vais a caer de puta madre!
Se equivocó un poco. Bueno no se equivocó, pero se quedó a medias; porque se le olvidó indicarme la delicia que era la costilla de Pakito: Eva. también me encantó. A mi y a Santa. En este tiempo que ha transcurrido -desde que nos fueron presentados esta pareja de amigos- ha dado lugar a que seamos lo más parecido a buenos amigos de siempre. Y entiéndase ese “de siempre” como el intervalo que va desde nuestro primer encuentro no hace mas de dos años hasta ahora.
Eso ha ocurrido, porque una vez más se ha cumplido la teoría que ya he mencionado alguna vez en este blog: la llamada “Teoría del Aval” que era esa que trataba de la transferencia y el otorgamiento de la amistad al nuevo con la garantía y el crédito del que presenta.
Sin embargo, hay otras consideraciones que hacen que sintamos -mi mujer y yo, ya te digo- un especial cariño hacia estos ambos dos. Una de ellas es esa empatía animal que compartimos y que se acrecienta con las visitas a los respectivos domicilios donde solemos perder la cabeza. Otra, es ese enorme espíritu de sacrificio que ellos demuestran manteniendo los botellines Carlsberg absolutamente helados en las playas de Bolonia mientras hacemos brindis a un Sol que se nos pasea, a un tiro de piedra, por encima de Tánger entre Punta Paloma y la duna cambiante.
Pakito es un hombre fuerte, enérgico y vigoroso. Si yo soy hombre de tapa y media ración, el es hombre de carrera y media Marathon. Nadador incansable. Percusionista incipiente y dueño de sus actos; casi siempre. Y digo casi siempre, porque como todos los fuertes tiene su imperceptible Talón de Aquiles.
Ese Talón de Aquiles que -por si quieres desarmarlo- consiste en buscarle en el Spotify la “Chica Ye-Ye» de Conchita Velasco y cual Sansón rapado, inexplicablemente, sucumbe ante el ritmo frenético de la canción de marras. Insisto: Una cosa absolutamente inexplicable y verdaderamente inquietante. I Want to be free.
Lo se; no está bien descubrir los puntos flacos de cada cual públicamente, pero no he podido evitarlo.
Pakito y Eva, han sido un hallazgo afortunado. Y ya forman parte del universo particular de amistades de esta familia Gorgonzola. Ya los queremos. De ahí estas palabras laudatorias.
Hace muy poco, estuvieron en mi casa; y Pakito, me hizo una recomendación musical. Pocos días después, me di cuenta de que esa recomendación – que ya se había desleído en los pantanos de mi memoria- estaba referenciada en una nota, escrita por el, en el escritorio de mi cubil; el mismo cubil donde se encuentra mi Muro de los Afectos, cada día dichosamente, mas repleto.
Alela Diane; de eso se trata. Alela Diane es una californiana con una preciosa voz. Una voz “engorgoritada” un poco al estilo de la Cranberries Dolores O’Riordan.
Su música podría ser encuadrada en el termino “Acid Folk” cuyos máximos exponentes fueron -en tiempos- mis adorados Incredible String Band, Fairport Convention, Melanie o Pentagle (Que tiempos aquellos, los londinenses de finales de los 70!!) Alela Diane es intimista y cálida. Acompaña su voz con unos arpegios a la guitarra, que si bien la gama no es demasiado extensa, si que se ajustan perfectamente a la música que hace y canta.
Suelen escoltarla músicos tocando mandolinas y guitarras, bajos acústicos, cellos y banjos. Estoy seguro de que a mi amiga Blancuzca le va a encantar.
Una música para oír tranquila, sosegadamente. Dejándote seducir por la melodía suave, acompasada y cadente de esta interprete. Es música de Otoño; del color de las hojas. Sensible, delicada y adorable.
Va incluido también, una versión de un tema mítico “Matty Groves” acompañada de Alina Hardin.
Antes de la era del Mp3, de la Mula y congéneres, ser coleccionista de música consistía en gastarte todo el dinero disponible en la adquisición de vinilos en las tiendas especializadas de dentro y fuera del país. Recuerdo mis viajes a Londres, en los cuales, me alimentaba solo a base de Kebab’s, porque todo el dinero que poseía -y ganaba por allí- me lo gastaba en la compra compulsiva de discos. Así, me hice con las colecciones completas de la Van DerGraaf Generator… Steve Hillage… Peter Gabriel… Magma… Gentle Giant…Y muchos mas. En fin…
Una vez en Málaga, los amigos se pasaban por mi casa y a golpe de pletina se grababan todo el tesoro traído desde la Pérfida Albión.Y al revés! Yo grababa sus cosas y así, de esa manera, poseíamos -una élite de amigos aficionados- una más que respetable y considerable colección de música.
Los tiempos pasaron y los formatos (vinilo, casette, CD…) también pasaron (los vinilos aún colean para coleccionistas y los CD’s duermen el sueño de los justos en las repletas estanterías) hoy, y para desdicha de los fetichistas musicales como yo, tenemos toda la ingente colección de música en el citado formato Mp3 dentro de una tableta de turrón pletórica de gigas. Una lástima. Efectivo y cómodo; pero una lástima al fin y al cabo.
Y os preguntaréis…a que coño viene esto? Pues viene a que – afortunadamente- el espíritu de compartir hallazgos musicales no ha muerto con el dichoso formato, sino que -además- con el formato vídeo y con el alojamiento de estos en Youtube-, los amigos nos seguimos haciendo recomendaciones musicales. Muchas más si cabe que antes, y seguimos no solo aconsejándonos, sino compartiendo. Y aprendiendo.
Eso es lo que hace, con un buen gusto exquisito y una enorme generosidad, mi Agente en la Sombra. El Agente en la Sombra MAF.
Ahora me sorprende y me lleva al paroxismo, al deleite máximo, cuando me envía para mi blog una selección de temas de un músico que yo -fuera ya de la actualidad del circuito musical- desconocía: Jon Gomm.
Jon Gomm es el paradigma del músico hombre – orquesta al estilo “Yo me lo guiso, yo me lo como”. Un extraordinario y virtuosísimo músico que con tan solo una estropeada guitarra acústica, y a base de armónicos y de aporrear -es un eufemismo- el citado instrumento, saca sonidos de bajos y percusión; y además, en el colmo del dominio imposible para otros, usa el tensar y destensar las cuerdas para sacar otros efectos; me ha dejado absolutamente perplejo. Y también entusiasmado.
Un músico con una voz personalísima que, parece ser, solo tiene dos álbumes grabados -tengo que ir a visitar a mi Mula- y que se dedica a realizar pequeñas actuaciones en teatros, centros de arte, pubs y salas de zonas rurales. Nada mercantilizado el muchacho!
Con dos años tocaba el ukelele, con cuatro guitarra clásica y con seis acompañaba a su padre -crítico musical- interpretando temas de blues. Un músico muy precoz, como podéis ver.
El primer tema que MAF nos muestra es uno llamado Passionflower, si no os estremecéis con él, es que no tenéis sentimientos.
Mi Agente en la Sombra –y sabiendo de mis inclinaciones musicales- tiene a bien el suministrarme el germen de otra entrega de La Buena Música.
Tiene la generosidad, también, de facilitarme mucho el trabajo en la búsqueda de temas de los autores que él referencia. Afinidad en los gustos musicales que tenemos ambos dos, que se dice.
Con Tom Waits ha acertado de pleno.
Comparto con Waits, muchas cosas: pero sobre todo su amor por el burlesque y por la obra de Don Carlos Bukowsky; Y compartimos, como no podía ser de otro modo, ídolo en la persona de Bob Dylan. El cine de Jarmush y la poesía de Cohen. Jack Kerouac y de todo lo beatnik. Marianne Faithfull (ex de Jagger) y Louis Armstrong.
Por cierto, la Faithfull ,estuvo por estas tierras –en el Teatro Cervantes (Julio 2010)- y yo, con esa indolencia que a veces me interviene con los calores estivales, pasé de ir a verla. Después los comunes que sí la habían visto, se encargaron de ponerme los dientes largos durante una temporada.
Cito textualmente: ”Creador y espejo de outsiders dados al alcohol y a la bohemia que pueblan ambientes tan sórdidos como románticos, tan míseros como fascinantes, tan teatrales como reales, Tom Waits es uno de los grandes personajes de la historia del rock, un crooner noctívago del lumpen, de los clubes de barrios bajos llenos de alcohol y humo.”
Podéis ver la selección que mi Agente en la Sombra ha hecho para mi…Para vosotros.
No obstante, como siempre os doy referencias del músico. Esta vez no acudo a la socorrida Wiki, sino a una biografía (de la cual he sacado la magnifica definición que antes me ha servido como cita, y que me parece mucho mas enriquecedora -la info, digo- que la proporcionada por la Pedia.
Recomiendo además encarecidamente, visitar esa página que no es sino esta:
Aquí tenéis la música de Waits. Su versión de Waltzing Matilda todavia me sigue poniendo los pelos como escarpias. Lo mismo que me sucede con su Chocolate Jesus. En fin….Aquí lo teneís: