Hoy, me he levantado por el lado más izquierdo de la cama. Como siempre, es cierto; pero hoy, ha sido más zurdo que nunca. Mucho más.
Tengo la costumbre -muy mala malísima, dice mi mujer- de consultar mi móvil nada más sonar ese estridente e inoportuno mal nacido -congregante del Santo Oficio- que es el temido despertador. Puede ser que eso sea psicodependencia o como se llame dicha malacostumbre; pero a mi, lo que me digan, me rebota -esa posible adicción- donde rebotan la pelotas de buenas familias, es decir, en el frontón. Que es tanto como decir el perineo, no precisamente aragonés.
Muchas son ya las veces que he dado las gracias al destino por haberme permitido el subirme a este carro de la informática que tantas satisfacciones me proporciona. Pues -también lo he dicho reiteradamente- muchos son los familiares y amigos, de los alrededores de mi edad, que no han aprovechado este fantástico medio de “transporte” que nos proporciona Internet y al que yo, afortunadamente ya te digo, he tenido la fortuna de tomarlo.
Decía, que mi Santa me regaña por bichear el móvil nada más oír el depresivo recordador de obligaciones; pero puedo jurar ante lo más sagrado -mi colección de Tintín con lomos de tela y mi irreverente Kindle y su Kandle- que si todas las mañanas, ese bicheo smartphoniano, me procurara el placer que me ha procurado hoy, juro, repito y tripito, que esperaré ilusionado a que cada mañana, el maldito timbre del diablo -que Alá maldiga sin huríes- me irrite el tímpano y me sodomice el ánimo.
Porque esta mañana -me he levantado, más que nunca, por el lado izquierdo de la cama- y lo primero que he leído ha sido un enorme y precioso poema de mi amigo Álex Vicios Caros, justamente apodado el Zurdo, porque en ese lado de su pecho, está ubicado el almacén de las palabras que su mente teje de manera sin igual.
Así que, sin demora y dilación, pongo aquí las palabras -enhebradas en quien sabe qué tardía madrugada- para que con su presencia, y si él me lo permite, dar lustre una vez más a este sitio; que cada vez es más suyo; que cada vez es menos mío.
Este es el poema; disfrutad como monos liberados de sus jaulas. Disfrutad. Disfrutad como vírgenes vencidas por el deseo; como anacoretas sin televisión pero con mando a distancia; como puta sin rastrojos; cómo aquel que vive sin patria, entre Santurce y Valdemoro. Porque esto que ahora viene, es una verdadera… -y se me perdone la afectación- es una preciosa maravilla.
Al catecismo pagano del carmín me aficioné a toda reelectura consagrando en el altar de tu cintura los besos de Judas que te di.
En el oscuro rito de tu pelo enredado y anclado en tu mirada saboreando el dulce caramelo aunque me cueste un cielo tu almohada
Emparedado entre los muslos del pecado oídos sordos a toda diligencia que imponga mesura a esta demencia excomunión que a pulso me he ganado
Hay diferentes formas de ponerse encima de un escenario. Yo las resumiría -generalizando mucho- en dos: el que se sube, y muy correcta y magistralmente hace su trabajo; y el que se sube, hace muy correcta y magistralmente su trabajo y, además, se mete al público en el bolsillo. Sin conmiseración ni indulgencia alguna para éste; del tirón.
Dylan y Springsteen son dos buenos ejemplos que yo he visto en directo y que representan fielmente lo que digo.
Alex Meléndez «El Zurdo» tira más hacia lo Springsteen; se sube al escenario, señoras y señores, lo llena de música, para inmediatamente -con una dialéctica diabólicamente bella y campechana- meterse, ya te digo, al publico en su bolsillo. En el izquierdo, como es natural; y lo traslada, sin éste apenas darse cuenta, a la intimidad de su cuarto de estar. Mesa de camilla y brasero con alhucema incluido.
Conozco al Zurdo, desde que me quedé encantado con su actuación e interpretación en la obra de teatro de Anita Iglesias Cumpián «El Resto de la Memoria» en cuyo texto colaboré tan somera como orgullosamente. Aunque debo de reconocer que no me gustó nada -lo sé, es ataque de celos- que abrazase en la obra a mi amiga con tal intensidad y ternura, sin tan siquiera pedirnos la venia a su legión de enamorados.
Después elaboré una entrada en este blog con las letras del mismo. Tengo que declararme fan absoluto y entregado de este poeta urbano llamado Alex Meléndez; barman de las palabras y de las consonancias, combina de manera magistral los versos y te embauca, hábil y finamente, con su verbo fluido, rápido y acertado. Como así hizo en el concierto del pasado jueves en el Teatro Echegaray. Un verdadero Maestro de Ceremonias. Bienvenidos al concierto, hijos del Rock n’ Roll
Tenía yo sacada mis entradas con un par de meses de antelación pues temía, como así sucedió, el afortunado y siempre deseado llenazo hasta la bandera. Así que acompañado de mi Santa y del pertinente y adecuado botellín de Solán de Cabras (ese que disimula el elixir con su azul en determinados salones) me dirigí al teatro esperándome, estaba convencido, lo mejor. Y no defraudó el Zurdo; no defraudó.
El público, amable y entregado. Mi compañero de fila -el padre del teclista, tan encantado como ablandado por la actuación del hijo- resultó ser grata compañía. Aunque La Faraona -madre del zocato- tuvo la imprevisión (no todo puede salir bien en un concierto) de no proveer al estimado de tapergüare con sus afamadas croquetas caseras. Malajuerte!
La salida del grupo muy efectiva con un tema absolutamente rocanrolero -no podía ser de otra forma- sonando mientras se va abriendo el telón. Sale el Zurdo y empieza el espectáculo.
Muy Orquesta Mondragón, me comenta Santa. Y si, es verdad. Esa guitarra sonaba a la primera de Jaime Stinus. No fue sólo esa referencia musical. Algún toque Steve Ray Vaughan, alguna dentellada Hendrix y también a un Stephen Stills de la mano de Adolfo Caimán.
La palabra zurda es de un ingenio insuperable; cuando le pedí desde el publico la púa (es costumbre inveterada de este coleccionista de afectos) me contestó con una rapidez inimaginable que la estaba vendiendo por fascículos, el muy cab… Ingenio al poder!
En el momento en que la mesa de camilla se atiborra de invitados eminentes – Pepe Navas, Adolfo Caimán, Los Fabrizzios, o mi querido amigo Lito- el cuarto de estar del teatro se llena de un confortable y cálido ambiente familiar. Los músicos todos excelentes. Hago especial hincapié en mi cada vez más cercano Jorge Blanco con el bajo y a un teclista tan entregado como amable Manolo Moles. Sin dejar de mencionar a Pepe Blanca a la guitarra compinche y al preciso baterista Víctor Alcalá.
Después del concierto, ya en el Toulouse, y tras la entrega de la púa por parte del amigo, brindé con él por la perdurabilidad de una bonita amistad. Una amistad que se adivina larga y fructífera. Let’s play Zurdo! Let’s play, cohoness!
No puedo evitar sustraerme a la tentación de insertar las preciosas palabras que dedicó el frontman a sus músicos e invitados como presentación. ¿He dicho que me cae muy bien este tipo? Muy requetebién!
“Argenta con ruina Demerol con aspirina A las seis de la mañana Todo rima con ina”
En los años setenta, definíamos con sólo dos palabras -y después del primer vistazo- la empatía y la cordialidad presentida entre dos personas; la simpatía que se adivinaba. La avenencia y la afinidad. Las dos palabras eran simplemente estas: Buena Vibraciones. Good Vibrations que decían los Chicos de la Playa con voces de pito (¡Un horror por cierto!).
Si alguien en aquella época te daba buenas vibraciones, tenía la puerta abierta para que formara parte, sin discusión, de tu grupo de amigos. Hoy en día, ese sentimiento, esa sensación, se ha maltransformado en un politizado “Buen rollito”.
Y mirusté, hoy por hoy -y después de los años de mamoneo que llevamos-, eso del buen rollito no suena como tendría que sonar. Porque está privado de la intención generosa que se le supone y, además, se ha quedado tan sólo en mierda de palabrería. Un enorme putadón.
Pero bueno… ¡Vamos a lo que vamos, que me enervo!
Se pueden tener buenas vibraciones al primer vistazo, si señor. Se pueden tener. Al primer encuentro visual. Y eso es lo que me ha pasado con el carismático líder del grupo Vicios Caros: el buen Alex Meléndez, zocato guitarrista de toda la vida. Por cierto… precioso nombre donde los haya, ese de Vicios Caros; que supongo, habrá sido sacado de un tema del Tequilero y ex Rodríguez Ariel Rot. Supongo, digo yo.
Sigo… Tuve mi primer encuentro con Alex Meléndez “El Zurdo” en la representación teatral llamada “El Resto de la Memoria” de mi querida Anita Iglesias Cumpián. El precioso primer tema (compuesto por Alex) ya me predispuso para encarar la obra con la mejor de las disposiciones. ¿Veis lo que decía de las buenas vibraciones?
Pero -centrándonos un poco en “El Zurdo”- me di cuenta de inmediato de la polivalencia de este artista en cuanto a su participación en dicha obra. Dije de él:
“No se puede dejar de citar el magnifico trabajo de Alex “Zurdo” Meléndez. Porque, además, toca todos los palos muy resuelta y dignamente. Toca las guitarras, canta, recita, actúa, tramoyea, y por fin…se echa un baile descarnado con Anita que a todos nos toca el corazón.
Magnífica esa parte. Solventando con humor situaciones imprevistas como el desafine de la guitarra flamenca o la rotura de una cuerda de ese mismo instrumento.”
Esto, lo escribí no hace mucho sobre él en referencia a su participación en la citada obra de teatro. Y ahora, me reafirmo. Absolutamente me reafirmo.
Ahora, Alex, ha tenido el gesto desinteresado de -a petición mía- remitirme una serie de letras de sus canciones porque me parecían magníficas. Y me lo siguen pareciendo. Canciones con una enorme carga y descarga de pasión y sentimientos. Denotando en ellas, retazos del día día del autor; sus cuitas personales, el “homesick” que, a veces, le embarga. El amor, ese amor apasionado con quebrantos de camareras y bailarinas a las que nunca dejó sin su dosis de R&R (sic)…
Lo hacemos en el suelo o contra la pared. Ve llamando a tu amigo. Miraflores 110.
Como tengo por costumbre, inserto en esta entrada, seis poemas, seis. Apropiados poemas para estas buenas malastardes de frío a las que estamos poco acostumbrados. Para unas buenas malastardes -mejor que mejor- si son acompañadas de varios tequilas y sal. Como le gustan a Alex que es zurdo. Como me gustan a mí que soy diestro.
Ahora, viendo los que he elegido, observo sorprendido que son siete los temas que he elegido. Y me pregunto…Cual de ellos he de quitar? Ninguno!!! Siete son y siete estarán!!
Antes de nada, y para poneros en situación, voy a mostraros un video con uno de sus creaciones; y después de este trabajo, la recopilación de sus letras que yo, tan gustosamente he seleccionado.
Estas son. Que las disfrutéis.
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#01 EL ÚLTIMO TESTIGO
Tu nuca era el lienzo donde nunca pinte nada
No te quise solo aprendí a vivir contigo
La voz de la conciencia se quebró por un segundo
Y acabamos como dos desconocidos
Sembramos el silencio de ironías
Y de suspiros los abrazos del olvido
Tenías la manía de la victima elegante
El fino martilleo de la duda
Creímos que el sudor cicatrizaba el cardenal del corazón
Ahí tienes tu error y mi razón
Tuvimos entre manos un futuro
Que se quedó presente en el pasado
Y quíen pudo ser el último testigo
De un amor condenado al mal vivir
Sin sentir que el orgullo es enemigo de todo
Lo que no sea subsistir contigo
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# 02 NO TENEMOS SOLUCIÓN
Tengo acostumbrado el corazón
A empeñarlo por un rato dentro de una habitación
Luego llegan los quebrantos los acordes y el papel
Es vivir con el alma del revés
No deje a una camarera sin referencia torera
Ni a ninguna bailarina le faltó su Rock&Roll
Escribir para vivir o vivir para escribir
Masoquismo musical que hay que asumir
No tenemos solución solo emoción
Seguiré perdiendo el tiempo robándote el corazón
Y después cuando lo pierda te dedico una canción
Sin más rencor que agradecer la inspiración
Me muevo por impulsos y es normal que pierda el pulsó
Con la primera sonrisa que me dan
Las cabecitas locas y el andar de boca en boca
Bendita compañia en soledad!!
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# 03 PRINCESITA
Reinventando el sálvese quien quiera
Tire por la ventana del olvido
La vajilla donde se sirvió fría
La sopa boba que comí contigo
Cambia ya el papel de muñequita rota
Que tira besos y esconde la mano
De jugar a la ruleta rusa con la excusa
De que tu alma la carga el diablo
Princesita lo que se da no quita
El príncipe azul ya no te necesita
En el palacio del asiento de atrás
Ahora resuena
No, no, no, nena no,no,no, te quiero!
Los daños colaterales son pecados veniales
Solución a golpe de llantina
Tan claro lo tienes que no sabes lo que quieres
No escarmiento de musas a medida
Quien tenga un corazón que se lo cuide
De amores de kilometro cero
Caricias de reestreno y besos por acordes
En las camas no hay seguros a terceros
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# 04 PERDER O GANAR
Sabias tonterías después de un mal día
En que las ganas de soñarte me flaquean
Pierdo la cordura sin perder la compostura
Eso de llamarte es mala idea
Y surgen pensamientos de arrepentimiento
Castigado sin postre en la escalera
Otra vez pidiendo explicaciones al destino
De las que duelen de verdad, de las que no regresaran
Total ganar o perder
Es provocar al destino cruel de una forma singular
Total perder o ganar
Es una forma de ver particular
Pague los platos rotos del oficio
De abrigarme cada noche en las aceras
Tú esperabas más de lo que era
No se hicieron para mí los sacrificios
Y surgen pensamientos de arrepentimiento
Castigado sin postre en la escalera
Otra vez pidiendo explicaciones al destino
De las que duelen de verdad
De las que no regresaran
***
# 05 MIRAFLORES 110
Subimos las escaleras como enredaderas
Y en el descansillo me bajo a tu altar
Bajamos las persianas contra las pupilas
Paladares amargos, visa y minibar.
Lo hacemos en el suelo o contra la pared
Ve llamando a tu amigo
Miraflores 110
Me encanta despertar con sabor a cerveza y muerto el corazón
Y un chupito de sonrisa, cómplice y sumisa
Con una señorita tan loca como yo
Disfrutando del Sexo, droga y Rock&Roll
Narices a la máxima potencia. con urgencia llama
Miraflores 110, Miraflores 110
Espejito, espejito, ¿ Quién es el más maldito?
Mordiendo la manzana con mi femme fatale
Tacones de aguja que remiendan penas,
Madrugar es no dormir pensando en despertar
Lo hacemos en la cama del que paga las facturas
Que locura!
Miraflores 110, Miraflores 110
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# 06 SI TE DIGO LA VERDAD
( Bolero Lechal)
Ahora que vuelvo al mercado
Después de habernos dejado
Yo por ti y tu por mi
El sentimiento dorado
Resultó ser un pasado
Siempre teñido de gris
Aunque tuve buena esgrima
Para defender mi esquina
A golpes de honestidad
Salvados por la campanas
Ni yo pierdo , ni tu ganas
Si te digo la verdad
Ahora que en cada maleta
Que el recibidor recibe
Amontonando el rencor
Solo me queda un mensaje
Que me grita buen viaje
Dentro del contestador
Ni doy mi brazo a torcer
Ni voy a perder la fé
Ni dejaré el rock and roll
Si no lo digo reviento
Por no sentir es que ni siento
Que te vayas corazón
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# 07 HE PECADO DE PENSAMIENTO.
He pecado de pensamiento,obra y emoción
Por besar, he besado hasta la lona,
El saludo hace tiempo que ya me retiró
El tipo del espejo no perdona.
Esperando en capilla, abandoné a la cuadrilla,
A la muerte la he engañado en mas de una extrema unción
No conozco la rutina pues me falta sacrificio
Y de Fabrizzio presumo cuando tengo la ocasión
Nunca de vuelta he venido, eso es para los viejos,
Yo me juego mi pellejo en cada paso que doy,
Ahora tengo la experiencia y me sobran los consuelos,
tengo alma de tanguero pero canto rock and roll
No tengo un pelo de tonto y no me paso de listo
Tengo fe en ciertos principios, y me creo la mitad
Soy libre cuando yo quiero, pero nunca me resisto
A la que sude conmigo, conjugando el verbo amar
Adictos al La mayor, al callejón y a nuestro oficio
En 4×4 nos late el corazón y a pie de barra nos encontraras
SOMOS TUS VICIOS
Adictos al La mayor, al callejón y algunos vicios (caros)
Somos lo mas granado de todo lo peor.
***
* Las imagenes que ilustran esta entrada, son obra del artista Stanislav Plutenko.