LAS CINCO FIRICUSTANCIAS

lte3q17nb7v1iq

LAS CINCO FIRICUSTANCIAS

 

«Yo soy un gitano fino, fino fino filipino
que con muchas firicustancias,
pero con muchas firicustancias
que a mí me tratan como a un vecino.»

(Pedro Pubill Calaf, Peret)

Verán ustedes: No sabía yo bien como contarles este sucedido. Así que después de meditarlo un rato al relente, créanme en serio eso del relente, pienso que lo más mejor será el narrarlo por medio de estas cinco firicustancias que ahora les enumero y dicto.

Ustedes hilarán, y ya me contarán. A ver:

20140505-PUBLICIDAD-1-Icono

PRIMERA FIRICUSTANCIA:

Estoy padeciendo desde hace casi una semana un inoportuno y contumaz proceso gripal que me tiene abocado –entre dolores y desconsuelos– al camastro y/o al sillón de mi salón; eso sí, en el salón, con la insoportable e ineludible compañía de Paz Padilla y su panda de encanallados colaboradores. (No pregunten pliss)

8475330

SEGUNDA FIRICUSTANCIA:

Para esto de las enfermedades que requieren encame y/o reposo, dispongo desde hace años de un pijama (Santa me lo compró por si un día me hospitalizaban y no era plan de permanecer allí con pantalón corto pasado de puestas y camiseta costrosa que es lo que yo, habitualmente, uso para dormir) un pijama decía, que reposa desde tiempos inmemoriales, debidamente doblado y olvidado, en un cajón del armario de mi dormitorio.

c43145a0e9b4e78832087948ca201d5b

Ítem más; reposa el mismo tiempo e igualmente, una bata que me compró mi madre en Melilla hace ya cómo cuatro lustros (20 años para los que son de letras) y que no me he puesto sino en un par de ocasiones a lo sumo. Lo que se dice, más o menos, una vez por década (10 años para los que son de letras).

Sigo…

Vintage-mens-pyjamas

TERCERA FIRICUSTANCIA:

Mi hijo –Cigalowsky Gorgonzola– se ha ido esta misma tarde a un viaje de ocio con unos amigos a Ámsterdam. La broma en la familia estos días era… «Y yo que voy a hacer sin ti con ésta (con Santa) yo sooooloooo? Tu madre me la va a liaaar!!! « decíamos entre risas.

Imagen3

CUARTA FIRICUSTANCIA:

Debido al estado de resfrío y ataviado con el citado pijama y la maldita bata, me dispongo hoy sentado en el salón –una vez que se ha ido Cigalowsky – acompañado de Kiko Mataporros y de la insigne María José Campanario anunciando alcachofas; pasando la tarde cómo puedo y como Dios, en su infinita sabiduría, me da a entender.

Bueno… Y por fin, llegamos a la…

316715038_1d6ab9352c

QUINTA FIRICUSTANCIA (y la resultante de las cinco):

Santa estaba despendolada –imagino que para distraer su cabeza de la ausencia del ínclito Cigalowsky– poniendo lavadoras y tendiendo la colada al frescuelo de la azotea del edificio de vecinos donde vivimos. Un par de ellas al menos.

En la última tanda, me dice…

– Gordooo… Tú me acompañas arriba que es ya de noche y no me gustaaa?
– Claro mi amor! Respondo yo ignorando lo que se me venía encima. Toso.

Cojo la bolsa de ropa lavada. Toso. Mi mujer coge la bolsa con las pinzas y las llaves de la azotea y le digo, mientras la Campanario lanza un mensaje conciliador a la madre de Andreíta y alaba las propiedades de la alcachofa… O al revés…

– Chica… Has cogido las llaves de la casa?
– Sí! responde ella y cierra la puerta. PLAM!

Inmediatamente, ya en el descansillo de la azotea, me dice:

– Gordo, que me he equivocao! que estas son las llaves de la casa de Fernando. Bueno, no pasa nada! se las pido ahora a Mariví (la vecina).

Toso.

En ese momento oigo yo una puerta que se cierra abajo y el ascensor que desciende.

– Chica: Que me parece que Mariví se ha ido! .
– Que va!!! están en su casa. Seguro!

Entramos a la azotea. Mi mujer vestida de sport con un chándal muy casual; y yo, que me parezco al Puto Pedro, con mi bata y mi pijama vintage. Ah, y con mis Crocs, para terminar de enamorar y de arreglar la vestimenta.

Un ratito después –y yo ya con un puntito incipiente de ganas de mear– nos disponemos a bajar.

– Chica, pídele tú las llaves a Mariví que no quiero yo que me vea con esta facha!
– Vale!!! Ahora te aviso.

A los seis interminables minutos una trémula voz desde abajo me llama y dice:

– Chatooooooo…. No están!!!
– Ein?
– Quenostán!
– Ein? Toso.

Me echo a morir y se me afloja aún más la vejiga. Toso.

– Llámala por teléfono, cohoness!!!! Toso. Toso. Toso. Menos mal que ella sí tenía el móvil. Yo no. Toso.

Llama a la vecina, pensando que esta abajo en la calle, que se ofrece a volver desde el centro; pero se nos ocurre que lo mejor es llamar a nuestra hija que dispone de juego de llaves y que vive en Pedregalejo. Bastante más cerca de la casa. Y eso hacemos.

Yo, que me pongo nervioso, pues las ganar de mear ya se tornan pelín inoportunas, toso y planteo estrategia y mi mirada se posa en un macetón con una palmera que adorna el rellano (de mi propiedad todo hay que decirlo) y que llevo criando desde hace años. La palmera, que se lo huele, me mira con ojos de gatito de Shrek.

A los quince minutos, llega mi hija y puedo ya bajar (tosiendo) desde el rellano de la azotea, muy derecho y digno –por si alguien me ve–  meándome horrores y me meto en la casa corriendo por el pasillo en dirección al cuarto de baño oyendo desde arriba el suspiro de la palmera aliviada que no pasaba tanto miedo desde que tuvo un affaire con un escarabajo picudo rojo.

Y dirán ustedes… Esto es una trola del Father que todo se lo inventa. Pues no! He aquí las dos pruebas:

Una imagen en la zona Norte

IMG-20160114-WA0012

Y otra en la zona Sur.

IMG-20160114-WA0011
Lo que yo te diga!!
En Málaga. Circa 2016

***

4566795222_bdfd929e6c_b

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

ELLA

acuarelas, steve hank (50)

ELLA

Se sentía –decía ella– muy agobiada y un poco chinchosa por esa fastidiosa y mala molestia que le proporcionaba –regalo de los dioses que es– el ser tan bonita. Tan perfecta. Ella, víctima propiciatoria que se sabía, de una belleza lozana y rozagante, se quejaba además, amarga e injustamente, de que todo el mundo –pesados cómo somos hasta el hartazgo– lisonjeáramos y aplaudiéramos esa mezcla perversamente atractiva y equilibrada que poseía de Lolita cándida e ingenua y de mujer lasciva, deseada e inteligente, que nos volvía a todos sus incondicionales, rematadamente locos.

acuarelas, steve hank (25)
Ella. Con un cuerpo terso y concupiscente; con un sempiterno halo erótico rodeándola; poseedora de una mirada pérfida de pura sencillez y de ternura. Con su sonrisa. Con su inolvidable y fresca sonrisa.
Ella, y sigo, se quejaba por esos atributos que son los que le proporcionaban su más personal característica: una impenitente aureola de obscenidad y de deseo incontrolable por parte del desdichado que, inevitablemente, cae en la trampa de sus involuntarias  y bien tejidas redes. Ella, quiero creer, se quejaba por costumbre. Ella, ahora lo sé, se lamentaba por injusta y mala costumbre.

acuarelas, steve hank (51)
Pero un día en ella, empezaron –porque todo pasa y nada queda– a mostrarse algunos signos inequívocos de declive y de una cierta decadencia física. Porque todo llega. Hasta lo más indeseado. Y mientras antes, se pasaba la vida entre loas y piropos; entre aplausos y aleluyas; cuando llegó ese fatídico día de encontrarse frente al espejo franco pero chivato – ya se sabe que el tiempo es el más justo, pero también el más cruel de los vengadores– cuando llegó ese momento, cayó en la cuenta de que ya no eran tantos los que la pretendían con los ojos; de que ya no había tantas cabezas vueltas hacia ella cuando llegaba al lugar de reunión. De que ya no se la comían tanto con la mirada disimulada ni con la misma avidez controlada que antes.

las-sensuales-acuarela
Lo supo ese día en que ya la llamaban por su nombre real y no por apelativos de admiración, de arrobo o de sorpresa; ese día fue, precisamente ese día fue, cuando empezó a morir un poquito más conscientemente.
Poco a poco. Poco a poco, que es como se muere más eficaz e inevitablemente.
Y entonces, pensó en pagar una deuda no contraída; empezó a buscar a aquel que siempre le había implorado el beso. La caricia y el embeleso; y se dio cuenta, aturdida y dolida, que se había quedado hasta sin eso. Y que él, ya no le pertenecía; porque por aburrirse en la espera, ya se había aburrido de tanta que fue. Y ella, sabiéndolo en ese mismo instante, se dio cuenta también de que otra arruga más habitaba en su rostro. Una nueva arruga mucho más profunda. Muchísimo más profunda y muchísimo más triste.

acuarelas, steve hank (2)

***

Todas las acuarelas que adornan esta entradas son de Steve Hanks.

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

SEE YOU LATER TEODORO.

7189047931_3a345d3dda_b
Lo que me faltaba ya para mudarme de sitio. Después de arder (Pancho) Troya, la partida (parece que sin retorno) del periodista Teodoro León Gross, del Diario Sur ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia y de mi fidelidad periodística. El desencadenante de mi, durante mucho tiempo, contenida «espantá».
Hace ya bastante, que el Diario Sur de Málaga, me estaba invitando –con su cada vez más infumable línea editorial– a abandonar la lista, a la que estaba abonado, de fans incondicionales de dicho periódico. La cantidad de artículos «cortapegados» de Internet; la temática chusmeta de algunas noticias más propias de revistas vulgares y chocarreras; el conocimiento de que la empresa en Málaga está siendo desmantelada (ahora, tengo entendido, no hay rotativa y la subcontratan en Antequera) y la caída de lectores, producida ya no por la crisis, sino por las noticias chabacanas que se ofrecían, han mermado mi confianza y credulidad en mi otrora periódico de referencia en la ciudad de Málaga.

Teodoro
Ahora es el periodista –y articulista del Diario Sur– Teodoro León Gross el que se va. Ya no va a haber Mirador al que asomarse. Teodoro, no es que se vaya; es que ya se ha ido. Y eso, tal y cómo he dicho al principio, ha sido lo que me ha decidido a hacer pública mi decepción. Mi frustración y mi desencanto. Sólo el Maestro Alcántara, Pablo Aranda y mi querido amigo  Ángel Idígoras, me tienen todavía pillado a un periódico que ya ni me va ni me viene. Seguiré poniéndole más atención al otro; a La Opinión de Málaga. Donde articulistas amigos de un enorme bagaje profesional y literario, hacen que yo lo siga con el antaño y fiel interés que siempre le he dispensado al Diario Sur. See you later Teodoro. So long.

Este es el artículo de despedida de Teodoro León Gross: una magistral lección de caballerosidad, cortesía y elegancia.

Disfrutadlo.

***

ultimo Teo

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

HASTA SU ÚLTIMO SEGUNDO.

P1060299

HASTA SU ÚLTIMO SEGUNDO.

Estuve con él hasta su último segundo. Lo que yo os diga. Vi cómo exhalaba la bocanada final del aire que la vida –tan ingrata y desafecta cómo es a veces– le negaba con la generosidad requerida. Fernando, mi querido hermano Fernando, ha cogido el camino final y definitivo; y lo ha hecho, cómo es propio de él: La mitad a pie y la otra mitad andando, que ya tenía ganas el pobre mío de estirar las piernas.

DSCF3475

El cabeza de familia cómo a él le gustaba autodenominarse – yo para chincharlo, le decía que en realidad era el cabezón de la familia– mi queridísimo hermano mayor, ha descansado (por fin) conclusiva y determinadamente. Falta le hacía.

103_0547
A diferencia de algún otro que no merece salir en esta entrada, Fernando, siempre estuvo a nuestro lado. Siempre al lado de mi familia. Y en aquellos momentos, los más dolorosos de mi vida, me acompaño y me consoló. Perennemente. A todo mi núcleo familiar. Fue un bálsamo reconfortante y reparador; un incansable dador de frases de aliento, de esperanza y de tranquilidad. Puede, que de aquellos días desgarradores y desesperanzadores, venga ese amor inquebrantable y firme que le han dispensado siempre mis hijos y mi mujer; y que aún –y por voluntad propia, por siempre jamás–  le otorgarán.

Samsung

Acabo de decir que la vida es ingrata y desafecta; pero también, es puta y es malvada. Porque para rizar el rizo del dolor, ha otorgado a la más fiel valedora de mi hermano, la indeseada, constante e insaciable compañía de ese padecimiento que, obligadamente, impone la ausencia de la razón, del discernimiento y de la memoria. Aunque –y me corrijo a mí mismo– pensándolo bien, pensándolo mucho más tranquilamente, quizás la vida no sea tan mala al fin y al cabo; porque puede que, apiadándose de los dos, haya obligado al destino –cómo el Dios de los cristianos–a escribir derecho con los renglones torcidos.

DSCF3099
Se fue Fernando, acompañado por el dolor inconsolable de sus predilectos. Con las manos estrechadas y con el sonido del silencio roto, por algún débil gemido incontrolado y escapado de la boca de sus hijos y de algunos otros inquebrantables seres queridos.

Doy gracias a la muerte porque al final, fíjense Uds. fue más generosa que la vida y le proporcionó un tránsito apacible y tranquilo hacia su domicilio final. Allí pondrá derechos los cuadros colgados en las paredes. A ordenar todo lo ordenable. Descansa en paz querido hermano. Descansa en paz. Te lo mereces. Te querré siempre hasta mi último segundo.

scan0002 (2)

***
Esto que viene ahora (HERMANO MAYOR) es una presentación que le hice en su día y que está musicada con una de sus canciones preferidas: Waltzing Matilda. Cómo la madre que nos parió.

Pinchad aquí:

HERMANO MAYOR

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

¡QUÉ MAL SUEÑO, COÑO!

¡QUÉ MAL SUEÑO, COÑO!

4PDxYzyx
Indico, lo primero de todo, que las imágenes que ilustran este escrito son trabajos que, en algún momento entre los años 1603 y 1868, un artista japonés desconocido, pintó en un lienzo de 10 metros de longitud donde se describe la (imaginaria) batalla de “Los gases intestinales”.

5aq7c5cH

La universidad Waseda de Tokio, ha escaneado esas piezas de tela y las ha publicado para compartirlas con el mundo.

Habitualmente, estamos viendo muchas imágenes de situaciones bastante extrañas que normalmente ocurre en Japón. A juzgar por estas pinturas que datan de varios siglos atrás, lo que nos queda claro es que el arte del cuesco, de la flatulencia plena de ardor guerrero, si no es una invención japonesa, por lo menos es una tradición muy arraigada.

6aS76TTT
Empecemos…
Tiene a bien mi muy querido amigo Javier López Navidad –Paco para sus más íntimos colaboradores en la logia del Centro de Estudios del Talento– el permitirme publicar dos escritos suyos.
El primero es un romance a un notable maharón malagueño –reminiscencia de aquella Málaga pródiga en personajes callejeros y mentecatos ilustrados– llamado «El Pocarropa»
Una delicia que dice así:
A mi amigo Antonio Ayuso, Mester de Geometría

Romance a «El Pocarropa»
Con su camiseta Ferrys
y blandiendo gallardía
saca pecho el Pocarropa
por calle Carretería.

***
Sandalias de pie quebrado
de monje de santería,
que son monjes que se guardan
de pompas y sastrería.

***
Sube cantando la calle
y con tanta algarabía
que un tropel de treinta mozos
le acosaban a porfía.

***
La que le dieron, me callo,
– sensato de bizarría –.
Mas recibió tantos palos
que acabó de enfermería.

***
Obstinado por el vicio,
como pertinaz sequía,
al claro de Puerta Oscura
iba a cagar cada día.

***
Daba de cuerpo de lado
rezando un Avemaría,
para guardarse de guardias
que le guardaban manía.

***
Aparenta a buena vista
modelo de asimetría:
que adonde habita la pena
ya no se da la alegría.

***
Ya no canta el Pocarropa
coplas de marinería.
Salva las horas rezando
y en laudes de siquiatría.

***
Javier López Navidad

70BDBSav

El segundo escrito, ignorando yo el estilo literario apropiado en donde encuadrarlo, pido al autor que me lo defina él mismo y así lo hace. Prologándolo tan somera cómo perspicazmente. Una delicia titulada ¡Qué mal sueño, coño!
Dice de lo que viene:

Lírico–jocoso postmoderno o de juglaría urbanista.

Te adjunto los previos: Las cabezas juegan malas pasadas. A veces, fray Dióxido de Amberes, conocido alquimista ucraniano que guarda amistad con mi compadre, el celebrado poeta Juan Miguel González, se rebela y llena de bicarbonato muy sódico las mentes de los profetas, plenas de frugal empatía con el sarraceno y arma la que no está escrita en un inentendible lirismo jocoso, propio de un mentecato miembro de la urbana juglaría. ¡Vaya noche que me ha dado! Fin de la conversación (O de la cita, que diría el maltrecho y vapuleado Rajoy)

iWb2dRLq

¡Qué mal sueño, coño!
Cuando pase ese Duero por Pizarra,
y Castejón fusile a sus pupilos,
pediré a los reyes un tranvía
donde montarnos a solas cada tarde.

***
Iglesias marchará con añafiles
silbando dos canciones de albañiles:
un Reprietas las filas comunistas
y un Montañas Nevadas si podemos. (Si se dejan)

***
Cada martes se irá a Campanillas,
con las claras y brillantes fiambreras
plagadas de tortillas de cebolla
con algún higo chumbo de estandarte.

***
Ya muy tarde, con la noche en banda,
por barlovento y desdén zascandil,
entre las duras sombras de la noche,
dos nubes: ¡Alto!, la Guardia Civil.

***
Se acabará como siempre en Natera,
sin uñas en los dedos que contarnos.
Y por bajini dirá el falangista:
ya te lo avisé, querido hermano.

***
Javier López Navidad

K1JE3ATx

Ya para terminar, quiero volver a decir –ya lo he dicho antes muchas veces– que tener alojado, en régimen de medio pensionista, en este blog a Javier López Navidad (Christmas), no sólo es un privilegio; es todo una regalía que el destino –generoso que ha sido conmigo– me ha proporcionado.

KUEKE16t
***

RfDxKQHo
***

SW4EiiWf
***

TKJkSW4T
***

UeR3HGPQ
***

uxM621kQ
***

uzdP4s83
***

WVtM3CWp
***

81

BARCOS

BARCOS

IMG-20151217-WA0007 - copia
Uno de mis lugares favoritos para pasear –ahora que estoy en el tránsito hacia esa ansiada vida de ocio y desocupación; libre por fin de miserables– es el Puerto de Málaga. Aparco justo al final del Muelle de Levante –y atravesando a buen paso todo el Muelle Uno– llego hasta la Virgen del Rocío (La Noria de Málaga) y vuelvo sobre mis propios pasos para recupera mi coche y mi resuello. Un largo paseo; vivificador y estimulante. Saludable y reconfortador.

Tengo que confesarles que cuando paseo por esos lares, recupero parcelas de mi memoria que estaban dormidas. Hoy, ha sido eso de que cuando niño me atemorizaban sobremanera las grandes máquinas. Pongo ejemplos: El Tren Verde (La Cochinita) me producía espanto. No sé porqué; pero me echaba a llorar nada más verlo. Aquellos preciosos ascensores al aire libre en los huecos de escaleras (cuando los había, los huecos y los preciosos ascensores) también me daban mucho miedo. Quizás fuera porque a mi tío Guillermo le aplastó la cara uno de ellos cuando, irresponsablemente, asomó la cabeza por donde no debía y el bicho le aplastó el careto. Pero lo que más miedo me producía, sin duda alguna, eran las enormes salas de máquinas de los barcos –que por aquella época atracaban en el Puerto por donde paseo hoy– y que mi hermano Fernando me llevaba a visitar.

a1919a1c4dcc4fab06d8e7d61a3f947f
No entiendo pues, porque la fascinación que siento ahora por los barcos. Debe de ser, pienso yo, que me he acostumbrado a fuerza de viajar en el Pequod con el Capitán Ahab buscando a Moby Dick. Debe de ser porque he bajado con Robert Ballard, un par de docenas de docenas de veces, hasta el Titanic que duerme el sueño de los malaventurados en el fondo del Atlántico. Será que en La Hispaniola he bebido ron sobre el cofre del hombre muerto; o que a bordo del Nautilus –acompañando a Nemo (nunca entendí como el arponero Ned Land tenía tanto interés en abandonar esa maravilla de submarino)– he pasado no poca parte de mi juventud aventurera de sofá y brasero de cisco y picón. El Almirante Nelson, por esos días, me invitó también a disfrutar panorámicas únicas a bordo del Seaview y también, he de confesarlo, me rebelé en la fragata Bounty –solidarizándome con Marlon– contra el capitán más severo y malapipa que el océano haya dado navegando. Con Luiso, también viajé en el María. Matrícula de Bilbao.

LA_SULTANA
Pero, si de viajes en barco literarios se trata, continúo, si de atravesar mares y tormentas de letras e imágenes fascinantes estamos hablando, nunca he disfrutado más (ni más veces mil) que en El Unicornio buscando el Tesoro de Rackman el Rojo, o en Karaboudjan donde descubro a mi eterno amigo Haddock. En el Sirius, en el Aurora. En el yate Sheherezade de mi alter ego tintinesco: el otro alter ego de Rastatapóulos: El Marqués de Gorgonzola que me dio nombre.
Todo esto viene porque en esos paseos portuarios, ya tengo nuevos y buenos amigos entre las embarcaciones atracada en los distintos muelles. El principal, entre todos, mi favorito; mi predilecto, el barco que más fascinado me tiene: La Sultana.
Ya he hablado de este barco en este blog. Pero debo de confesarles algo que me falta cada vez que lo veo, precioso como es, atracado y reluciente al pie de La Farola. Busco (y me falta) ver a mi querido y admirado amigo Luis Ruiz Padrón, sentado en un banco de madera que hay frente a La Sureña, dibujando a la Sultana que flota, entre mástiles, con el fondo único del Castillo de Gibralfaro y La Alcazaba. Espero, ilusionadamente, que pronto le ponga remedio. Porque nunca se lo perdonaría. Nunca jamás.

***

Aurora

El Aurora

***

Bounty popa

La fragata Bounty

***

Karaboudjan

El Karaboudjan

***

Hispaniola

La Hispaniola

***

María

María. Matrícula de Bilbao

***

nautiluswallpaper

El Nautilus

***

pequod

El Pequod

***

tintin_unicornio_barco

El Unicornio

***

TITANIC-660x317

El Titanic hundido

***

voyage-bot5_dale

El submarino Seaview

***

81

 

ARROYO DE LAS CAMPANILLAS

ARROYO DE LAS CAMPANILLAS 2-page-001

***

 

***

ARROYO DE LAS CAMPANILLAS-page-001

retro-floral-decorative-text-divider-design_23-2147486735

 

La Casa Consistorial de Málaga. Retrato de un edificio.

fgfg

La Casa Consistorial de Málaga.
–Retrato de un edificio–

A punto como está de empezar le época navideña, mis amigos artistas han tenido a bien –miren Uds. que precioso detalle– el agruparse en manojito de a tres –como los boqueroncitos victorianos– y me regalan, para que yo a su vez lo regale a todos aquellos que leen este blog, un pellizco de su espléndida producción artística.

fronton
Les cuento: No hace muchos días fueron unos poemas de uno de los mejores poetas que haya dado esta tierra: Juan Miguel González del Pino. Tres días más tarde, tres –se me perdone la recurrencia con el cardinal– es Ángel Idígoras el que me lleva andando a desayunar por los barrios de Málaga. Y fíjense Uds. ahora, lo que ya no es recurrencia sino redundancia en el dato, que tres días más tarde del segundo regalo, viene a visitar este blog alguien que apareció en ese artículo de los paseos. Alguien, que es una indiscutible referencia de buen gusto y maestría entre los dibujantes urbanos in situ llamados Urban Sketchers: Luis Ruiz Padrón.

12278897_743880515756052_5975828376631388981_n
Si yo les dijera que ahora, hace algo así como un año, la editorial Loving Books publicó un libro de mi amigo Luis; un libro que fue el más vendido en Málaga durante la campaña navideña del 2014, no les mentiría. Tampoco mentiría si les recordara que este, una muestra de buen gusto y de delicadeza llamada “Málaga. Cuaderno de Viaje – Sketchbook”, era un dechado de exquisitez y distinción en cuanto a edición, diseño, planteamiento y elección de los materiales.

espejossalon
Nadie, y menos yo, puede evitar la comparación (de este libro y del que ahora voy a comentar) con las antiguas ediciones que tengo en mi poder del maestro Hergé de la colección de álbumes de Tintín en la España los años sesenta por la editoriales Casterman y Juventud. También, con alguna que otra publicación de formato similar de Norma Editorial en la posterior década de los noventa.
El libro de este año, lleva el mismo camino de volver a ser el regalo perfecto elegido por el público malagueño. Una apuesta segura, dado que está dedicado a uno de los edificios más carismáticos, personales y atractivos de la ciudad en la que vivo: La Casa Consistorial. La Casona del Parque. El Ayuntamiento de Málaga.

***
La Casa Consistorial de Málaga. retrato de un edificio. Así se llama el regalo perfecto.

12241468_10207150780661427_8317780238536417028_n
Un paseo por un edificio, para mí, absolutamente familiar. Y digo eso, porque una parte de mi niñez –y mientras acompañaba a mi padre– transcurrió entre sus dependencias; y recorrí muchos de sus rincones escapando furtivamente de la mirada de los vigilantes que –acostumbrados a mi sempiterna presencia por el edificio– me dejaban campar a mis anchas por los vericuetos más importantes y reservados de La Casona del Parque.

yttygh
Dicen de este edificio:
«Hubo un tiempo en que Málaga enfiló con decisión el camino del progreso. Hace 150 años, los visitantes anglosajones veían más parecido entre Málaga y Glasgow o Liverpool que entre Málaga y otras capitales andaluzas, a la vista de las chimeneas humeantes de las industrias metalúrgicas y textiles que flanqueaban la ciudad en todas direcciones. En tal sociedad, que esos mismos viajeros definieron como la más abierta y tolerante del país, nació el genio de la modernidad, Picasso, y estudios recientes reivindican el papel que ese ambiente tuvo en su formación. Sin embargo, el sueño resultó ser un espejismo, pero de la ilusión quedan testimonios abundantes en las creaciones de la época. La Casa Consistorial es uno de ellas. Aunque se construyó cuando el sueño se desvanecía, los anhelos quedaron plasmados en sus muros: las delicadas musas del Parnaso sostienen aquí locomotoras de vapor, navíos mercantes y engranajes industriales.»

Estos son los datos del libro:

La Casa Consistorial de Málaga. retrato de un edificio
48 páginas 19,5×19,5 cm.
Autor: Luis Ruiz Padrón
Prólogo: Alfonso Vázquez
Editorial: Loving books
1ª edición: mayo 2015
ISBN: 978–84–940672–4–2
DL: MA–750–2015

Más info:
http://www.lovingbooks.es
info@lovingbooks.es

bnf

Un libro, en resumen, que enaltecerá y distinguirá vuestras bibliotecas. Regaláoslo a vosotros mismos. Regaladlo, también, a vuestros seres queridos. Regaladlo y acertaréis plenamente.

(Las imágenes que acompañan estas líneas están incluidas en el libro !La Casa Consistorial de Málaga», retrato de un edificio, que recoge las impresiones dibujadas en vivo de la arquitectura, detalles y actividad diaria del Ayuntamiento a lo largo de varias semanas de la primavera de 2015.)

Y estas otras que ahora vienen, son, algunas de las fotos de la presentación de este en mi Librería de cabecera: Mapas y Compañía (C/ Compañía 33, 29008 Málaga) .Exclusivista que es del merchandising de mi adorada Ediciones Moulinsart y Sede de la Sociedad Geográfica de España.

***

12294628_741629899314447_5356858363545634915_n

***

11222582_743880719089365_213006388929370921_n

***

12289509_743880805756023_5583235319098193362_n

***

12308621_743880575756046_2855476229002782584_n

***

12311263_10207150779741404_7659086907748746154_n

***

12316064_743880632422707_2798500485245712930_n

***

retro-floral-decorative-text-divider-design_23-2147486735

 

 

 

PEPITOS GRILLO DE SALDO

jiminy_cricket_by_crackfiji42-d4zy2bh

PEPITOS GRILLO DE SALDO

Nadie debiera de erigirse en Pepito Grillo de nadie. Nadie. Menos aún, sin haber sido llamado para ejercer ese menester. Porque ningún avisador de conciencias –a menos que sea un dibujo animado– está libre del pecado inconfesable o de alguna que otra transgresión oculta y disimulada. Y lo digo, más que nada, porque esa afición al intervenir –con la recriminación y con el reproche– que insisto, nadie le ha pedido, puede salirle –la piedra por tirar o el tiro por pegar– por la culata del desapego y el distanciamiento.
Nadie debiera de erigirse en Pepito Grillo de nadie. Nadie. Porque ninguna persona puede mostrarse cómo ejemplo de actuación y de conducta para el otro. Ninguna. Y si persistiese en su cruzada –esa del apercibir, amonestar y reconvenir– esta, puede traerle indeseados recordatorios de que su propia vida nunca fue ni es, precisamente, ejemplar y modélica.
Viva Pepito Grillo su vida en paz y tranquilamente; y por ende, deje también tranquilo al personal que le rodea. Deje que cada mula soporte la carga de sus actos y de sus responsabilidades que bien mayorcitos que son y ya bastante tienen con el peso que se buscan.
Así que les pido, a estos Pepitos Grillos de saldo, que dejen de ser defensores y abogados de pobres y continúen con sus vidas que deben de ser muy plenas y complacientes, estoy absolutamente seguro de ello. Total y completamente seguro de ello.

Jiminy-Cricket-The-Cricket-Game-2x10

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

 

LOS CAFÉS DE IDÍGORAS.

12301494_10206879481738892_5086122753224608300_n

LOS CAFÉS DE IDÍGORAS.

Ya se sabe que eso del caminar asiduamente – al menos 30 minutos diarios– aporta muchos beneficios a nuestro cuerpo serrano. Dicen que se fortalece el corazón y que se reduce el riego de ciertas enfermedades; que se mantiene el peso corporal– más o menos bajo control– si tenemos bastante persistencia y buenas dosis de tenacidad. Dicen también que ayuda a prevenir la demencia, que ayuda a prevenir la osteoporosis y que tonifica las piernas y los glúteos. Pero sobretodo, y muy importante, está comprobado que aumenta los niveles de energía y de bienestar.

886059_10206818906144540_6638057226759017273_o

La capacidad del ejercicio para mejorar el estado de ánimo es indiscutible. Los estudios han demostrado que el ejercicio regular, de intensidad moderada (como caminar a paso ligero) es tan eficaz como los antidepresivos en los casos de depresión leve a moderada, lo que reduce el estrés y la ansiedad.

Bien, todo esto que acabáis de leer, lo he leído yo antes en Internet. Y lo he transcrito más o menos, seguro como estoy, de la verdad de esas aseveraciones. Porque yo, que estoy andando diariamente, no sólo estoy comprobando estos benéficos efectos, sino qué además lo estoy notando, literalmente, en mis propias «cannes».

12115923_10206655695304371_2195377586084765124_n
Pero, yo lo sé, hay otro beneficio que no se incluye en esta nómina, y que no es otro, que la del incremento de la creatividad y de la inventiva. Andar a paso ligero, y debido al torrente de endorfinas que proporciona el ejercicio, estoy convencido, incrementa el ingenio y la chispa. La imaginación se vuelve más ágil. La perspicacia y la agudeza se afilan. Se afinan. Y uno –y me pongo como ejemplo– cuando el caudal de esas endorfinas es el adecuado, no pocas veces va riéndose descojonado por la calle, pasando ampliamente de lo que pensarán los viandantes desconocidos con los que me cruzo, sorprendidos y extrañados, al ver a un tío enorme tronchándose y/o hablando sólo.
Por esa circunstancia, no son pocas las entradas en este blog que han sido pergeñadas durante esos gratificantes y amenos paseos.

12227013_10206792460243409_6359951668618311749_n
Pues bien, tengo un buen amigo –Ángel Idígoras– que, aunque él está sobradamente dotado de esos neurotransmisores opioides que son las citadas endorfinas, me cuenta, que también se ha enganchado a esta práctica de las largas caminatas; aunque de estas, no sólo se beneficia él, sino también nosotros, que somos, los que conformamos su legión de admiradores. Porque Ángel –generosamente y como es habitual en él– nos regala la resultante de sus pausas en el paseo; mientras descansando, se toma un café doble, o un zumo, y dibuja.

12227842_10206809428867614_2267188782228201623_n
Y dibuja, tiene esa preciosa costumbre. Dibuja lo que le alcanza la vista en los Cafés de desayunos que la ciudad y el trayecto le ofrecen.
Porque cada mañana, armado de papel y de un bolígrafo Bic (que no poca veces se le agota) sale –desde donde el marengo gigante tira del copo– y se va a andar. Y llega el Camino de la Térmica, hace un receso en El Tostón, y dibuja. Se va a la Avenida del Pintor Sorolla (ese día está más resuelto que otros) y dibuja. Se va al centro de la ciudad y dibuja. Dibuja en cualquiera de los Cafés que tienen la suerte de ser elegidos e inmortalizados por el dibujante amigo.

12243438_10206853029677607_8896599841604981495_n
La técnica de los Urban Sketchers –la culpa la tiene mi otro querido amigo Luis Ruiz Padrón– me fascina absolutamente. Y esa, es la técnica empleada por Ángel Idígoras en este caso. Porque yo –que estoy convencido de que los artistas poseen una mirada distinta a la del resto de los mortales– una mirada, en cada caso, singular y única, admiro sobremanera la especial disposición y facilidad que tienen estos en representar las perspectivas, los planos y las vistas que le proporcionan sus ojos para trasladarlos, tales cuales son, a una hoja de papel.

12244666_10206800860293405_4806531186489695061_o
Pero sigue andando Ángel…
Y se va al Barrio de Carranque donde las calles tienen nombres de Vírgenes Gloriosas y dibuja. Y se va a Calle Padilla; y a la inigualable de San Agustín. A la Plaza de Mozart y a calle Betsaida que tira para Los Tilos y dibuja… Y dibuja… Dibuja en todos lados y de eso, yo le he dicho antes, nosotros nos beneficiamos. Así que por eso, debemos felicitarnos. Así que por eso, vamos y se lo agradecemos encarecidamente.

12265696_10206844750870642_1674942833157330964_o
Esta entrada ha sido, con el beneplácito del autor, ilustrada con los dibujos que antes he mencionado.

12278933_10206878910404609_2495413548741979023_n

***

diseno-floral-retro_23-2147486730

 

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar